Mi segundo día en Alexandria estaba terminando, había pasado la mayoría del tiempo con Maggie organizando algunas propuestas para Deanna, y ella me contó su historia: me contó sobre Beth, su hermana. Y Hershel, su padre. Ambos muertos. Lo único que le quedaba era Glenn.
—¿Puedo contarte algo, y no le dirás a nadie? —pregunta la castaña, apoyando su cuerpo en la pared. La miro intrigada y asiento lentamente.
—Claro.
—Estoy embarazada. —suelta, y sonríe casi al instante.
—¿En serio? —abro mis ojos— Eso es genial, Maggie, estoy feliz por ti ¿Glenn ya lo sabe?
—Eres la primera en saberlo —aprieto los labios, y unas inmensas ganas de abrazarla me llenan por completo, le dedico una sonrisa y ella me la devuelve, dándome a entender que ya tenía mi primera amiga aquí dentro.
—Felicidades, serás una excelente madre.
La mujer baja la cabeza y luego muerde sus labios mirándome con intriga—¿Cómo se siente serlo? —pregunta, cruzándose de brazos.
—Es lo más hermoso del mundo. ¿Sabes? —comienzo, mirando a Morgan dormir plácidamente sobre el sillón— sientes que darás la vida por tu bebé, haces cosas de las cuales no crees que eres capaz de hacer, aprendes a amar, a ser valiente...
Suspiro, y ella nota mi repentino cambio de voz— ¿Cuál es tu historia, Amelia? —arruga las cejas, con total curiosidad.
—Les mentí. —confieso, con total seguridad de que ella no se enojará ni nada por el estilo. Necesitaba decirlo, sacarme ese peso de encima.
—¿Sobre qué?
—Sobre todo. —guardo silencio un momento, y Maggie aprovecha para tomar mi mano y guiarme hasta el otro sillón, donde ambas tomamos asiento. Me detuve de golpe, en silencio, me arrepentía de haberlo soltado.
—Puedes decirme. No diré nada si así gustas.
Bajé la cabeza, no me atrevía a mirarla, era vergonzoso decir todo lo que me había dejado hacer por esa gente —Hace tiempo un hombre me salvó y me llevó a su refugio; no me gustaba allí, pero podía tolerarlo. Él y yo nos hicimos cada vez más amigos hasta el punto de ser inseparables, lo amaba —mis ojos se llenan de lágrimas—, todo estaba bien hasta que alguien que queríamos enfermó, era tan solo una niña, no más de veinte, y amenazaron con echarla porque ya no podía trabajar. Sabíamos que era mandarla a morir. Así que ambos nos hicimos cargo de más cosas, así cubríamos sus medicamentos, pero luego se puso peor, comenzó a ordenarme matar gente, amenazarme, yo... me convertí en un monstruo. Al final yo estaba por escapar, ya no lo soportaba, lo más irónico es que me sentía culpable por dejarlos, sentía que le debía algo al hombre que me salvó, pero luego él me traicionó peor.
—¿Qué sucedió? —pregunta, comprendiendo a que me refería.
—Fue estúpido, quedé embarazada de él. Y él tuvo que elegir.
—No comprendo.
—Yo tampoco lo comprendo —una lágrima se desliza por mi mejilla, y Maggie parece totalmente perdida, no entiende nada—. Él tenía una esposa, yo lo sabía desde el comienzo, pero aun así lo hice. Soy una idiota por pensar que la dejaría. Me traicionó. El jefe lo hizo elegir, como castigo por romper las reglas y acostarse conmigo, le ordenó decidir con cual quedarse, como si fuéramos objetos, mientras que la otra moriría.
Maggie toma mi mano y me mira horrorizada.
—Él la eligió a ella, pero no me mataron, aun no sé por qué. Fue ahí cuando me encerraron, dejé de salir a las expediciones, no vi a nadie más, comía un asqueroso sándwich con comida de perro y no me dejaban salir de esa pequeña habitación oscura. Hasta que ella nació, y me la arrebataron. Fue horrible Maggie, ellos no pueden encontrarnos. Nos matarán.

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Familia (Rick Grimes) 1
FanfictionAmelia llega a Alexandria con un bebé de mes y medio junto con pasado totalmente misterioso que Rick Grimes no cree que sea tan importante. Pero todo cambia cuando las cosas se complican en la comunidad, y algunos sentimientos salen al aire. Comien...