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Cada vez que tenía que asesinar a una cantidad grande de muertos me ponía nerviosa. No importa cuando tiempo haya pasado desde el primero, siempre tenía esa sensación de adrenalina absoluta y temor al mismo tiempo. No dejaban de ser la razón por la cual todo el mundo murió.

—Recuerdo cuando asesiné al primer muerto —rompo el silencio, mientras caminábamos en dirección a donde la feria solía estar, pero ahora no era más que un cementerio de caminantes. Habíamos pasado una tranquila y linda noche, pero ya era un nuevo día y era hora de conseguir nuestras armas—, mi hermano y yo escapamos del refugio en busca de alcohol. Mi padre solía decir que juntos éramos un huracán, siempre hacíamos travesuras.

—¿Tienes un hermano?

Me encojo de hombros —Tenía, nos separamos hace mucho tiempo, que siga vivo es poco probable. Es una larga historia.

—¿Y cómo fue? —pregunta, y lo miro sin comprender a que se refería— El primer caminante, ¿cómo fue?

—Oh, si —sonrío bajando la cabeza, recordando—. Estábamos en el patio trasero de la casa, donde al parecer había una fiesta cuando todo terminó, y de repente algo comienza a gruñir desde el castillo inflable, Alden estaba revisando la pequeña nevera que había mientras que yo revisé el castillo. No creí que fuera un caminante, pero si lo era, saltó encima mío y tenía todo el rostro pintado. Era un payaso disfrazado, fue espeluznante.—río, y oigo la risa de Rick detrás mío— Alden quiso sacarlo de encima pero era demasiado gordo y gigante, finalmente lo rematé con el bate de la piñata... pero lloré en todo el camino a casa, le tengo terror a los payasos, desde niña.

Rick se carcajea tras oír mi anécdota. Y luego toma mi mano deteniéndome, me giro a verlo.

—Tu hermano está vivo, Amelia, en alguna parte él está a salvo. Lo volverás a ver.

—Carl me dijo lo mismo hace tiempo —acaricio su mano levemente—, cuando nos separamos y quedé sola tenía miedo de salir afuera, pero pensaba que si lo hacía tal vez podría cruzármelo por ahí. Jamás sucedió, pero aún sigo pensando eso, tal vez algún día volvamos a encontrarnos.

—Así será. 

(por si no se han dado cuenta todavía, les recomiendo buscar en google "Alden TWD" y sabrán quién en el hermano de Amelia)

Luego de eso Rick y yo elaboramos un rápido y fácil plan para acabar con los caminantes: yo acabaría a los ocho que estaban de este lado de la reja y Rick taparía el hueco que dejaba la entrada libre a los todos los que estaban del otro lado con un coche.

Rick miraba cada tanto en mi dirección, para asegurarse de que no tenía ningún inconveniente con los muertos. Y me recordó aquella vez cuando lo conocí: que creía que todo estaba por terminar, pero en realidad recién comenzó... cuando él y Carl me salvaron a mí y Morgan de esos muertos.

Rick empujó el coche hasta la parte donde las rejas estaban caídas, pero luego se dio cuenta de que los frenos no funcionaban, y se subió al coche para poder manejarlo mejor. Todo se complicó cuando uno de los caminantes armados se quedó atascado en unos fierros y su arma comenzó a disparar en dirección a nosotros.

Corrí hasta el maletero del auto y me encerré en el hasta que el coche frenó chocando con algo.

—¿Estás bien? —oí a Rick preguntar, desde el asiento delantero.

Limpié el cuchillo ensangrentado con el borde de mi camiseta y me acomodé en el incómodo lugar oscuro en el que estaba recostada—Si.

—Creo que nos pasamos —admite, y ruedo mis ojos divertida. A pesar de que no puedo verlo estoy casi segura de que tiene una sonrisa burlesca en su rostro.

Familia (Rick Grimes) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora