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–Oficialmente su contrato está hecho, su trabajo y el del señor Kim es maravilloso y a los empresarios les fascina el hecho de que sean jóvenes y emprendedores –decía el administrador de tu empresa y muy amigo también.

–Muchas gracias, creo que no podría haberlo logrado sin la ayuda de Namjoon... –lo buscaste con la mirada hasta que lo viste hablando y riendo con su grupo de amigos.

Todos pensaban que eran simples socios, pero entre ustedes pasaba más que eso. Ambos eras jóvenes adultos en la cima del triunfo y pudiendo darse los gustos que quisieran ya que comodidades les sobraba, desde hace unos meses tuvieron su primer acercamiento ''fuera de la amistad'' por así decirle y desde ese entonces no han parado.

–T/N...

–Hola Nam, ¿estás feliz por el contrato?

–Lo estoy, pero prefiero celebrarlo a solas con mi chica... –notaste como acarició tu mano y luego la tomó para empezar a caminar obligándote a seguirlo.

–¿Qué haces? no podemos irnos así nada más.

–No te preocupes por nada, sólo vamos a tu casa y divirtámonos como nos gusta.

. . .

Ya estando en tu enorme casa, se supone que nadie del personal de limpieza se encontraba allí así que apenas cerraste la puerta Namjoon atrapó tu cintura al igual que tus labios, obviamente le correspondiste.

–Este vestido blanco y ajustado me hizo demasiado mal hoy T/N, porque allá no podía tocar tus curvas como yo quería –se dirigieron hacia el extenso sofá y ambos cayeron allí no sin antes ayudarse mutuamente a desnudarse para sentirse el uno al otro.

–Hágame lo que quiera señor Kim, estoy a su merced –susurraste juguetona haciéndolo sonreír.

–Muy bien, te haré lo que quiera pero antes que todo debo pedirte algo... –lo miraste atenta.– Quiero que seas mía.

–Lo soy cariño... –respondiste coqueta.

–En este ámbito si, pero yo hablo más allá de eso.

–¿Quieres que sea tu novia y no sabes cómo pedírmelo? –él te miró sorprendido.

–¿Cómo lo supiste?

–Eres muy predecible Namjoon, y si... quiero ser tu novia –enrollaste tus brazos alrededor de su cuello y lo apegaste a tu cuerpo besándolo de nuevo.

–Tenemos otra excusa para seguir celebrando, ¿no crees? –sonreíste en sus labios y volvieron a besarse y tocarse para terminar unidos dándose amor hasta llegar a un delicioso orgasmo al cual siempre llegabas gracias a la magia que causaba él en todo tu cuerpo.

Simplemente eran el uno para el otro, era cuestión de tiempo que terminaran juntos.

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Ese gif de Namjoon me encantó demasiado 💖