Siempre, Liam. (Promises #2)

Prólogo.

Prólogo.

Suena la alarma por segunda vez en la mañana y esta vez si la apago, quizá no debería haberme quedado trabajando hasta tan tarde anoche. Suelo ser una persona mañanera, no me cuesta mucho, pero los problemas laborales me tenían exhausto.

Miro una vez más el reloj, deseando que en vez de marcar las seis y veinte, marcara las cuatro para por lo menos poder dormir dos horas más. Como todavía no desarrollé mis poderes de Matilda, me preparé mentalmente para despegar mi cuerpo del malditamente sensual colchón. Antes de dirigirme hacia el baño a darme una ducha fría, miré hacia la cama nuevamente.

Allí se encontraba ella, con su cabello marrón en ondas esparcido sobre la almohada. Su piel morena resaltaba entre las blancas sábanas, se veía angelical. Era hermosa, nadie podría negarlo.

Una ducha fría me prepararía para el día que tenía por delante, unos cinco minutos después ya estaba terminando de ajustar mi corbata. En los últimos años había aprendido a prepararme rápido, para poder disfrutar de un rato más de sueño en la mañana, pero la empresa era tan estricta con su horario como lo era con el uniforme que llevaba puesto.

Tenía quince minutos para salir y agarrar buen tráfico, en onda verde de semáforos. Rápidamente empaqué unos snacks para la media mañana, no me gustaba comprarlos ya que solían ser muy poco saludables, mi computadora para terminar unos trabajos de la universidad, y la ropa para el gimnasio. Me acerqué por última vez a la recámara, y dejé un beso en la frente de mi novia.

Hasta la noche, Sydney.

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•Multimedia: Liam (Daniel Sharman)

Volví, y con más dramas que nunca.

-S.