Siempre, Liam. (Promises #2)

Capítulo 26: Yo te recuerdo.

Capítulo 26: Yo te recuerdo.

Cuatro horas dentro de nuestro roadtrip a Santa Monica, Scarlett decidió que tendríamos un maratón de canciones de High School Musical. Traducción: las siguientes dos horas fueron completamente llenadas por música de Disney y mi novia fangirleando por Troy Bolton/Zac Efron y quejándose porque no es su novio y en vez de eso se tiene que conformar conmigo.

- Voices in my head, tell me they know best... - cantaba con pasión, y por pasión me refiero hasta gestualizando.

- ¿Quieres parar en...?

- No. Te. Atrevas. A. Interrumpir. A. Zac. Efron. Depresivo. Y. La. Mejor. Canción. De. High. School. Musical. - su mirada asesina me dejo claro que no viviría para contarlo si me arriesgaba a intentarlo.

- Pensé que I don't dance y The boys are back eran las mejores.

- Todas las canciones de High School Musical son las mejores canciones de High School Musical. Excepto When there was me and you, maldita Gabriella híper dramática, Troy debería haberse quedado con Sharpay - parecía realmente enojada.

- Pero Troy y Gabriella...

- De lo que digas a continuación, depende el futuro de nuestra relación - sus ojos encontraron los míos y supe que era verdad.

- Troy y Gabriella apestan. Arriba Sharpay. ¿Paramos a comprar algo para comer?

- Excelente decisión, querido Liam.

Luego de parar por comida, el viaje continuó con más soundtracks de Disney, porque por supuesto teníamos que pasar por Lemonade Mouth con sus grandes éxitos como Livin' on a High Wire o Don't Ya Wish U Were Us? o por Camp Rock con sus globales hits como Wouldn't Change a Thing o This is Me. Era divertido verla cantar tan pasionalmente canciones para adolescentes, y revivir su niñez, y por supuesto no voy a mentir, yo mismo era fan de aquellas películas por lo que no perdí momento de cantar.

- Lets get crazy. Get up and dance, take a swing, do your thing. If were taking a chance, let's get crazy - tamborilee mis dedos en el volante.

Bienvenidos a Santa Monica se leía en el cartel que teníamos delante, y pronto estábamos estacionando fuera de la casa de los padres de Scarlett, donde pasaríamos la tarde. La puerta fue abierta por una ya totalmente adolescente Adeline, que me dejo sorprendido, porque la última vez que la vi solo tenía trece años. Abrazó a su hermana mayor con fuerza y antes de repetir la acción conmigo, hizo un saludo de manos raro con ella; algo que las había visto hacer un montón de veces cuando éramos jóvenes, pero que no pensé que seguirían haciendo.

Adeline ya no parecía una niña, sino una adolescente con todas las letras. Estaba más alta, aunque parece ser que la gran altura no corre en las venas de las mujeres de la familia Carter, y se veía más estilizada. Incluso su cara, que siempre había sido redonda por sus grandes cachetes, ahora se veía más afinada sin dejar de parecer adorable. Lo que dudo que alguna vez cambie eran sus increíbles ojos verdes, son enormes y son de aquellos que te roban el aliento por todo lo que transmiten; en su tiempo, transmitieron mucha tristeza, pero ahora parece haber superado aquella etapa.

Ella y mi hermana se habían hecho amigas cuando la habíamos presentado y eran bastante cercanas a pesar de ir a escuelas distintas, por supuesto eso también tiene que ver con nuestra relación con Scarlett. Pero presiento que se hacen mucho bien entre las dos, considerando sus dos personales pasados tormentosos.

- ¡Liam!

Un grito de señora muy reconocible llenó el ambiente antes de que Hannah, la mamá de Scarlett me apretujara entre sus brazos. En nuestra primera vez de novios, la señora Cárter se había hecho una persona muy importante para mi, casi como una madre considerando la cantidad de tiempo que pasaba aquí, igual que su padre quien desde el primer momento me había aceptado.