Capítulo 48: Eres lento, mi amor...

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Capítulo 48: Eres lento, mi amor...

Habían pasado tres meses de nuestra boda, y eso sólo podía significar una cosa: Scarlett tenia cinco meses de embarazo.

Todavía no le habíamos dicho nada a nuestros padres, ni a nuestros amigos a los cuales no habíamos visto desde la boda. Con mi trabajo, y las clases de Scar todos creían que simplemente estábamos ocupado (qué si lo estábamos) pero además, les preparábamos una increíble sorpresa. Les diríamos en nuestra fiesta para conocer el sexo de nuestro bebé, el cual todavía no sabíamos. Aquello coincidiría casi con Navidad lo cual lo haría todo todavía más perfecto y nos permitiría ir en vacaciones de invierno.

Los últimos tres meses habían sido agotadores, intentando ponernos al día con trabajo y universidad, pero también había sido pura alegría. Gracias a Dios, Scarlett había sido bendecida con un embarazo súper tranquilo, y sin muchos síntomas molestos, por lo que pudimos disfrutar de ver crecer su vientre sin problemas.

Quizá sea por el hecho de que Scarlett de por si come demasiado y que ahora se ve incrementado por el embarazo, pero su vientre era bastante grande para tener solo cinco meses. Su pequeña cintura ya no era tan pequeña y al contrario lucia una enorme barriga por delante (aunque para nada notable por la espalda), sus curvas que siempre habían sido generosas, se habían ensanchado aún más cambiando su cuerpo de mil maneras, y haciéndome verla todavía más preciosa que de costumbre como si fuera posible.

Todo era dicha, felicidad, extasis, aunque los primeros meses hayan sido de temor. Nuestro pequeño bebé nos había acercado todavía más, idealizando e imaginando todo lo que haríamos con el cuando estuviera entre nosotros; incluso habíamos comenzado la remodelación de su futura habitación que era completamente blanca y madera clara. No veíamos la hora de que llegara el momento de que nuestra familia completa se enterase, porque la única que lo sabía en ese momento era Liberty, la encargada de preparar la fiesta encubierta que se llevaría a cabo ese mismo día, en nuestro apartamento de Santa Monica.

- ¡Liam! - exclamó Scarlett desde la habitación.

Me acerqué, para verla en ropa interior mirando vestidos arriba de nuestra cama. Su enorme barriga para aquel momento, se salía de su delgado cuerpo y casi me desmayo al verla de ese modo, era demasiado para mi. Cuando se percató de mi presencia, me miró, sin entender porque la mirada de esa manera tan embobado; y es que pareciera que muchas veces no se da cuenta de lo hermosa que se ve embarazada, o de como es un sueño verla así, de lo raro que resulta.

- No de que vestido ponerme, ¿me ayudas?

No era la primera vez que me pedía aquello, ya que insistía en que mi sentido de la moda era increíble y casi superior al de ella, lo que ella no entiende es que también es muy fácil encontrar ropa que a Scarlett le quede genial porque es toda. Sobre la colcha se encontraban dos vestidos del mismo color: blanco, pero ambos eran completamente opuestos. Por un lado uno era suelto y tenía un corte playero largo hasta el piso y aún más, pero el otro era totalmente pegado al cuerpo y le llegaría sólo hasta un poco abajo de las rodillas.

Estaba seguro que se vería completamente increíble en ambos, y que me encantaría verla de cualquier manera, pero sin embargo decidí el primero. Y no me equivoqué, porque al verla casi comienzo a salibar. Estaba hermosa y parecía algo que no suele parecer: angelical.

- Deja de mirarme así.

- No puedo.

- Eres asquerosamente cursi, Finnegan.

- Y tu eres asquerosamente hermosa, señora Finnegan.

En ese momento, el timbre sonó y sabía que era toda la familia, por lo que cruzamos miradas de pánico y emoción mezcladas.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora