Siempre, Liam. (Promises #2)

Capítulo 17: Buena suerte, Romeo.

Capítulo 17: Buena suerte, Romeo.

El dibujo de avión que se desplazaba por pantalla de los asientos marcaba el recorrido del avión real en el que estaba sentado, y si era exacto, tan sólo faltaban unos veinticinco minutos para aterrizar. Cada casi imperceptible movimiento de aquella animación era como una puntada de nervios desatándose en mi estómago. No podría decir si era preocupación, ansias, excitación o miedo, pero ahí estaba.

Me sentía estúpido, los últimos días lo venía sufriendo. ¿Dónde demonios había quedado aquel valiente Liam que no le temía a nada? Aquel que yo conozco, no habría dudado ni dos segundos en subirse a ese avión, probablemente incluso no hubiese dejado marchar a su chica cuando la volvió a ver. Pero supongo que este Liam, arruinado por el dolor y la soledad de los años, era mucho más débil y vulnerable que su versión de diecisiete años.

¿Qué iba decirle? No tengo idea, de hecho intenté pensarlo durante todo el vuelo, pero ninguna opción parecía lo demasiado correcta. "Oh hola, creo que me perdí un poco y terminé en Virginia, pensé en pasar a saludarte." o "Bueno, corté con Sydney hace como un día, ¿podemos volver?" o "Hola, ¿ya te había dicho que aún te amo y quiero que volvamos? ¿Qué tal la familia?"

- Pasajeros, se les ruega permanecer en sus asientos de aquí en adelante y no olviden tener sus cinturones bien abrochados, en unos minutos comenzaremos el descenso a la ciudad de Newport News, Virginia. - la voz de una de las azafatas resonó por los altavoces.

Menos de quince minutos después me encontraba caminando por la manga que conectaba el avión con el aeropuerto, llevando conmigo mi bolso de equipaje y mi mochila. Solo había empacado por unos cuantos días, no es que haya tenido mucho tiempo de pensar en que llevaría, esperaba que fuera lo suficiente y no haber olvidado nada. Afuera, ya era bastante de noche y estaba muy oscuro, como suele pasar en invierno todo se veía bastante deshabitado. No mucha gente se encontraba esperando vuelos, y la mayoría del lugar era simplemente cubierto por los trabajadores del mismo. Incluso los pasajeros que se encontraban en el mismo horario que yo ya estaban afuera donde sus familias los esperaban o tomaban taxis hacía direcciones específicas.

Aquí comenzaba mi problema, lo que no había querido pensar antes de aterrizar: no tengo idea de adonde tengo que ir. Sabía de buena fuente (Charlie) que ya había vuelto a la universidad y vivía en un pequeño departamento a unas cuadras de esta, pero tampoco es como si pudiera ir tocando todos los timbres de todos los edificios de la zona para encontrarla. No tenía ni un solo plan, debía improvisar.

- Buenas noches, bienvenido a Newport News International Airport. ¿En qué puedo ayudarlo? - me preguntó un mujer sin siquiera levantar la vista de su computadora apenas me acerqué al mostrador.

- Hola, esperaba que pudiera ayudarme. Necesito una dirección, estoy buscando una persona y no se exactamente donde vive.

- Esa no es información que podamos darle, señor. Lo siento.

- Por favor, estoy aquí para sorprender a... mi novia. - me rasqué la nuca en un gesto nervioso.

La mujer, quien ahora podía ver que no tenía mas de mi edad, levantó la vista por primera vez. Me observó con sus ojos marrones como el chocolate y vi que intentaba reprimir una sonrisa, en su mirada vi que había decepción, lo cual me dejó un poco desconcertado.

- Bueno, técnicamente no puedo hacer esto y podría ser despedida, incluso podría ganarme una multa. Pero quizá podría hacer un pequeño esfuerzo si es por amor. Dime su nombre. - mis ojos se iluminaron, y rápidamente le di todos los datos que podrían ayudarla. Ella, tecleaba rápidamente, y al terminar sus ojos volvieron a subir a los míos. - 985 en el Bland Blvd, departamento siete. Buena suerte, Romeo.