Capítulo 24: Como siempre, desde siempre.

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Capítulo 24: Como siempre, desde siempre.

- Pensé que íbamos a comprar algunas cosas para redecorar, no un apartamento nuevo - comenté.

- Creo que todavía no entiendes que no se puede redecorar algo que para empezar no está decorado. Hay que empezar de cero - sentenció Scarlett entrando a la decimotercera tienda en la última hora y media.

Le había insistido en que no era necesario que lo haga, ya que en cuatro meses este lugar se convertiría en solamente una propiedad más de mi posesión y ya no sería más mi hogar. Pero ella insistió, se obstinó con decorarlo. Aparecio rápidamente con un vestido blanco y un cardigan con botas, y con apenas dejarme cambiarme a una camiseta y unos jeans, me obligó a meterme en miles y miles de negocios.

- Espero que hagas lo mismo con el departamento de New York.

- Por supuesto que lo haré. Será nuestra pequeña... tradición - sonrió traviesa.

Me gustaría decirle que quiero que la tradición la cumpla viviendo conmigo, que no lo adorne por ser mi departamento, sino el nuestro. Pero no iba a comenzar a plantear estas cosas ahora, no cuando todavía faltan cuatro meses, y dos semanas para que ella se vaya. No podía quitarme ese pensamiento de mi cabeza, siempre estaba allí, en el fondo de mi mente pinchando por atención, pero no lo dejaría ganar por estos días.

Había hablado con Tyler sobre esto, me había obligado para ser honestos, y el coincidía en que no hay motivo para pensar en ello ahora. Tengo veintidós años y una vida por vivir, igual que ella, las cosas se acomodarán. No es necesario que nos preocupemos por ello ahora, aunque me costaba no hacerlo cuando quería que esté cada segundo a mi lado. Pero apagaba aquel pensamiento diciéndome que hace un par de meses ni siquiera podía tenerla cerca, ahora puedo hablar con ella y estrecharla en mis brazos por lo menos por una semana cada tanto.

Mi imaginación, por otro lado, la veía recorrer aquellos lugares de decoración y la imaginaba eligiendo los muebles para nuestro hogar. ¿Estoy demente por pensar siquiera ello a los veintidós años? Scarlett me hace querer todo ello ahora mismo.

- ¡Mira esos cuadros! ¡Dios, son hermosos! - exclamó emocionada mientras corría hacia la sección de la tienda que contenía estos.

- ¿Es tu esposa? - una voz se escuchó detrás de mi.

Al darme vuelta, una señora de unos aproximados setenta años si no me equivoco, me miraba con una sonrisa tierna plasmada en la cara. Miré nuevamente hacia mi novia y volví mi atención a la anciana, sin poder evitar que una sonrisa se deslizara por mis labios.

- No todavía, es mi novia.

- ¿Cuánto llevan juntos?

- Bueno, oficialmente dos meses. Pero fuimos novios en la secundaria también, por un año.

- Amor de niños a amor de adultos - su gesto se amplificó -. No te quito más tiempo, creo que esta esperando. Pero un consejo, cuando tenía su edad, habría dado cualquier cosa porque alguien me mirara como tú en este momento. No la dejes ir.

Con una última sonrisa, se dio la vuelta y continuó con su compra. Al volver mi vista a Scarlett, esta me miraba entre intrigada e impaciente, como si me estuviera esperando. Camine hacia ella bajo su atenta mirada.

- ¿Pasó algo? - me preguntó.

- Para nada - le quite importancia mientras enfocaba mi atención en las piezas de decoración que ella miraba.

- Cómo digas. ¿Qué color te gusta más? ¿Rojo o amarillo? - cambió drásticamente de tema mostrándome unos almohadones.

Media hora más tarde, me encontraba esperándola afuera del negocio. Le había dado mi tarjeta para que ella pague ya que ni siquiera quería ver el precio, no porque me moleste gastar dinero, pero porque me parece absurdo malgastar toda esa plata en un departamento que en cinco meses estará inhabitado. Supongo que, de todas maneras, ver la sonrisa de niña plasmada en todo su rostro valió la pena después de todo.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora