Capítulo 21: Siempre volveré contigo.

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Capítulo 21: Siempre volveré contigo.

- ¿Enserio no puedes quedarte unos días mas? - preguntó Scarlett por lo que parecía la décimo quinta vez, aunque ya sabía de sobra la respuesta.

- No hay nada que quisiera más, hermosa, lo sabes.

- Sí, lo se. Pero eso no lo hace más fácil.

La acerqué aún mas hacia mi y besé la cima de su cabeza. Era martes por la tarde y eso significaba, mis últimas horas en Virginia, y más importante, mis últimas horas con Scarlett antes de empezar una "relación a distancia". Habíamos hablado bastante sobre esto, y aunque parecíamos bastantes seguros siempre, a mi me daba un poco de nervios toda la situación y aún teniéndola en frente mío ya comenzaba a extrañarla. Parecía casi una mala broma de la vida, acabábamos de volver a estar juntos después de tantos años solo para volver a separarnos unos cuantos días después.

Sin embargo, cada día aquí con ella había valido totalmente la pena, y eso no hacia más que hacerme pensar en nuestro próximo encuentro. Intenté no pensar demasiado en ello, y disfrutar los últimos momentos a su lado , besarla y abrazarla como quizá no podría hacer en un par de semanas, quizá hasta meses. Según lo que habíamos hablado, intentaríamos vernos una vez al mes, aunque sea por un simple fin de semana ya que gracias a Dios ninguno tenía problemas económicos y podíamos darnos aquel lujo, nuestros problemas iban más sobre horarios de universidad y trabajo para encontrar huecos para visitarnos. Todo esto sería por lo menos hasta que termine la universidad y me mude a New York en seis meses, ya que que ahí estaríamos mucho más cerca y podremos vernos aún mas seguidos. Además, ella todavía no lo sabía, pero la convencería para que vaya a vivir conmigo a la Gran Manzana.

- Nos volveremos a ver para tu cumpleaños y San Valentín, verás que antes de que te des cuenta, te estaré abrazando de nuevo.

- Pienso en los meses que nos esperan, estando separados y teniendo que tomar vuelos para vernos y se me forma un nudo en la garganta. - confesó.

- Es temporal, princesa. Solo seis meses, si pudimos esperar cuatro años, ¿que son seis meses? - intenté animarla al tiempo que mis dedos acariciaban con suavidad su rostro.

El aeropuerto parecía un lugar triste de repente, y sabía que así lo vería por la próxima temporada, un espacio lleno de despedidas y lágrimas. La gente a nuestro lado no parecía inmutarse de aquel cambio de paisaje, sino que parecía animada por sus viajes y los destinos a los que que iban a arribar. Recordé estar aquí, en este mismo aeropuerto seis días atrás, con una perspectiva totalmente distinta y con un hueco en mi vida que intentaría recuperar. Ahora, casi una semana después, lo había hecho y mi felicidad era innegable, pero también había caído en cuenta lo difícil que sería en adelante estar sin ella.

- Pasajeros del vuelo con destino a Palo Alto, California, el proceso de embarque comenzará en cinco minutos - anunció la voz de una mujer a través de los altavoces.

A pesar de no querer hacerlo, miré a Scarlett a los ojos. Sabía lo que iba a encontrar allí, por lo que no me sorprendí al encontrarlos cristalizados, aunque eso no hiciera que sea más fácil. Tomé su rostro entre mis manos con fuerza, y al mismo tiempo tan delicadamente como si se fuera a romper en cualquier segundo e intenté con todas mis fuerzas que no escapara ni una lágrima por mis mejillas, mientras clavaba mi mirada en la suya; tan increíble como siempre, tan rara que no sabías si definirla como marrón, verde o amarilla.

- Te amo. No lo digo porque sí, sino para recordártelo. No importa cuantas veces tenga que dejarte en un aeropuerto, o cuantas veces suframos el decir adiós, siempre volveré contigo, ¿está bien? ¿Lo entiendes? - le pregunté, como si de una niña pequeña se tratara, y como respuesta obtuve un asentimiento. - Nos veremos tan pronto que desearás haber tenido un descanso más largo de mi maravillosa presencia.

Una amarga risa cubrió el aire a nuestro alrededor. Sus manos se habían aferrado a mi camiseta, como si eso fuera impedir que me suba a ese avión, como si fuera ese único gesto que me detenía, y quizá lo sea. Dolía ver que tan hermosa era, tenía una belleza desgarradora; y era mía, no porque así yo lo dijera, si no porque sabía que ella se había entregado a mi tanto como yo lo había hecho a ella.

- Te amo. Se que todo esto será temporal, nuestro futuro recién acaba de comenzar. Es la primera de muchas despedidas, pero te amo. Te amo, te amo y te amo - pronunció.

Sin poder resistirlo más tiempo, mi cabeza se agacho y finalmente nuestros labios estaban unidos. Era un beso lento, que pretendía compensar todo el tiempo que estaremos sin aquel pequeño roce hasta nuestro próximo encuentro. Me había vuelto familiar a la sensación de su boca contra la mía, a ese encaje perfecto que parecían tener, pero jamás me acostumbraría a todos las sensaciones que explotaban en mi al hacerlo, temí que jamás sucedería.

Donde el calor de su cuerpo antes chocaba con el mío, ahora había una extraña sensación de frío vacío mientras caminaba con bolso en mano hacia la puerta de embarque. Antes de darle mis documentos y pasajes al empleado, volteé mi cabeza una vez más y saludé a mi novia, que se secaba unas cuantas lágrimas traviesas que había dejado escapar pero que aún así me sonrió y devolvió el gesto.

El viaje no fue nada bonito. No fue de esos en los que estas emocionado por el próximo destino al que vas a llegar, ni de los que te mueres por volver a casa con un montón de recuerdos para contar, ni de los de negocios donde te ibas nervioso por una importante reunión o volvías extasiado por firmar un importante contrato. Se sentía como si no fuera el lugar donde debía estar, pero tampoco tuviera mucha idea de que era lo que tenía que hacer en realidad.

Y así se sintieron todas las semanas siguientes en Palo Alto, incompletas pero inmejorables. La rutina consistía en levantarme temprano para ir a trabajar, o los miércoles para ir a la universidad, salir e ir a entrenar con el equipo a veces horas extras en el gimnasio, llegar a casa a la hora de cenar justo a tiempo para bañarme y hacer FaceTime con Scarlett. Cada día era así, igual, con el único cambio de los fines de semana me limitaba a quedarme en casa o tener vagos planes con Dustin.

Pero habían pasado rápido, y de eso si podía agradecerle a la rutina que tan ocupado me mantenía como para pensar demasiado. Tanto así que sólo faltaba una semana para volver a verla, para volverla a tener entre mis brazos.

Ese jueves por la noche, después de cenar, me encontraba lavando los platos cuando una notificación en mi teléfono sonó. Al terminar de limpiar, tomé aquel moderno aparato y en su pantalla podía leerse "@scarlettecarter te ha etiquetado en una publicación." al frente de una foto de la misma Scarlett.

Al abrir Instagram una foto de nosotros en Virginia se había hecho pública, y ya tenía considerables likes. Era una fotografía simple, nosotros dos abrazados en la cocina de su apartamento, tomada por Jay quien parecía ser nuestro más grande fan. El pie de esta recitaba: "can't wait to be back in this arms. One week to go, baby boy."*

Sonreí al teléfono, porque tristemente no podía sonreírle a ella, y pensé lo inusual que era ver a Scarlett ser tan sentimental, y cuanto me gustaba las pocas veces que lo presenciaba. Rápidamente comenté "life feels so empty without you in my arms. Seven days and I will hug you so hard that you can't breath. Love you always, gorgeous"*

Era difícil estar sin ella, pero sabía que jamás cambiaría para mi. Por más kilómetros que nos separen, mi ser la amaba y eso era más que suficiente.

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Primera separación por la distancia 💔 Pero, ¿no son los más lindos? Cada día los quiero más y me da más pena que se termine la novela (no se asusten, todavía quedan como 30 capítulos jajaj)

Prepárense porque se vienen capítulos dramáticos que ya estoy escribiendo 😳

*no puedo esperar para volver a estar en estos brazos. Una semana, bebé.

*la vida se siente tan vacía sin ti en mis brazos. Siete días y te abrazaré hasta que no puedas respirar. Te amo siempre, preciosa.

-S.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora