Capítulo 12: Escuché todo.

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¡Hola! Les quería comentar que estoy participando del concurso de San Valentin 2019 de Wattpad, y escribí una historia de un solo capítulo especialmente para ello que me gustaría que lean, así que si les gustan mis novelas y tienen ganas, se llama Chica odio, Chico amor y ya está disponible en mi perfil. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Capítulo 12: Escuché todo.

- La madre de Jayden ya insiste con que tengamos un hijo, o al menos nos casemos. Entiendo que llevemos casi seis años juntos, pero tenemos veintiún años. - comentó una exasperada Tayce. - Y para colmo, Jayden está de su lado.

- Disculpa si te parece una horrenda idea que quiera casarme y tener hijos contigo.

- Ya, tranquilos. Vamos Tayce, tener hijos es algo hermoso. Bueno, no es que lo haya experimentado, pero eso es lo que todos dicen. - intentó calmar Ariel.

- Imagínate mini Jayden's rubios o mini Tayce's rebeldes corriendo alrededor. - sonrió Scarlett.

- Tenemos veintiún años, ¿podríamos dejar de pensar en bebés y ser jóvenes normales que salen de fiesta?

- ¿Estás diciendo que no quieres tener bebés? - exclamó un indignado Tyler a su novia.

- Tu tampoco los quieres ahora.

- Tienes razón. - miró hacia abajo.

De alguna manera la conversación se había tornado en las expectativas que se tenían de nosotros, como nuestros padres ya esperan vernos caminar hacia al altar, con una prueba de embarazo positiva en nuestras manos o abriendo la puerta de nuestra primera casa, todo cuando lo único que hemos conseguido fue graduarnos (algunos). Era increíble pensar en que en esta mesa ya no se encontraba un grupo de adolescentes revoltosos, si no un conjunto de profesionales y futuros a serlos, que tomaban de la mano a su novia y ya pensaban en futuro con ellas y viceversa, que cuando éramos pubertos el único futuro era salir con tus amigos ese fin de semana si aprobabas ese difícil examen de matemáticas. Bueno, algunos pensaban en el futuro.

Yo solo pensaba en el hoy, desde hacía cuatro años vivía en el presente y mucho también en el pasado. Mi imaginación no podía visualizar un futuro, que no sea profesional, mi porvenir personal estaba destruido por una sola persona: Scarlett. Cuando conocí a Sydney pensé que quizá con ella podría idear un gran futuro, pero tras tres meses de relación, lo único que se encontraba en mi mente las veinticuatro horas de los siete días de la semana era ella. Esa ella que se encuentra justo enfrente mío con esa seductora sonrisa y ese maldito vestido que adorna sus malditas piernas kilométricas perfectamente bronceadas.

Revisé la hora. - Son casi las dos, el club ya debe haber abierto.

Chad tomó la botella de cerveza que se encontraba frente a él y la terminó de un trago. - Vamonos.

Así como habíamos llegado, nos fuimos, los chicos en mi auto, las chicas en el de Charlotte. El famoso club al que mis amigos querían asistir se encontraba en el centro de la ciudad, a unas quince cuadras de donde nos encontrábamos. Había sido abierto hace poco, pero ya había ganado popularidad entre los jóvenes de Santa Mónica, que tan acostumbrados a las fiestas en la playa, encontraban una brisa de originalidad en estar encerrados en un cuarto todos apretados.

Desde afuera se notaban las luces neón cada vez que el grandote de seguridad abría las puertas para dejar pasar a alguien. La música retumbaba incluso desde dos calles alejados, y me pregunté como era posible que los vecinos no se hayan quejado. Aunque bueno, era probable que lo hayan hecho y que unos cuantos dólares hayan hecho desaparecer la preocupación.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora