Siempre, Liam. (Promises #2)

Capítulo 46: Sí, acepto.

Capítulo 46: Sí, acepto.

Allí, con la ciudad de fondo y las luces ya encendidas de la rueda del Santa Mónica Pier, se encontraba Scarlett. Su vestido, aquel que tanto había intentado imaginar, terminó por sorprenderme: era largo, de un blanco puro y suelto con una simple cinta fina que marcaba su cintura, pero lo que destacaba de él era el evidente escote en v profundo. La espalda, por otro lado, era completamente abierta, por lo que su cabello se encontraba en un recogido de trenzas sueltas que permitía apreciar esta característica. Su maquillaje sobrio como siempre lo era, pero un poco más oscuro en la zona de alrededor de sus ojos esta vez.

La acompañaba el señor Cárter, que tenía una sonrisa igual de grande que su hija plasmada en su rostro. Caminaban lentamente, o quizá yo todo lo veía en cámara lenta, por el camino marcado hacia mi.

'Cause all I know is we said hello
And your eyes look like coming home
All I know is a simple name, everything has changed
All I know is you held the door
You'll be mine and I'll be yours
All I know since yesterday is everything has changed

Esa canción, la primera que entonamos juntos y que tantas anécdotas tiene por detrás, era la que la acompañaba paso a paso y no podía ser más perfecta mezclándose con el ruido de las olas y gaviotas propias de la playa.

And all my walls stood tall painted blue
But I'll take 'em down, take 'em down and open up the door for you
And all I feel in my stomach is butterflies the beautiful kind
Making up for lost time, taking flight, making me feel like

Finalmente, llegó hacia el altar y por un momento me quedé helado, sin saber que hacer. Se veía tan hermosa, tan angelical que casi no parecía real, casi no parecía que me esté pasando a mi, tuve casi hasta miedo de tocarla. Al reaccionar, llevé mis manos lentamente hacia su rostro, donde un travieso mechón de su cabello le molestaba en los ojos y lo corrí. El iris de sus ojos, que tantas confusiones produce en su color, hoy se veía verde: verde oscuro atrayente pero brillante de emoción. Su piel, que se destaca por ser morena había tomado aún más impulso gracias al reciente verano, y hacía un contraste con el blanco puro de su vestido que solo te invitaba a desearla, a querer acariciar su bronceado.

All I know is we said hello
Your eyes look like coming home
All I know is a simple name, everything has changed
All I know is he held the door
You'll be mine and I'll be yours
All I know since yesterday is everything has changed
All I know is we said hello
So dust off your highest hopes
All I know is pouring rain
And everything has changed
All I know is a new found grace
All my days, I'll know your face
All I know since yesterday is everything has changed

Nuestros ojos se juntaron y se anclaron uno al otro, olvidando por un momento a las decenas de invitados que teníamos al frente. Sabía que mi cara reflejaba una sonrisa sin realmente tener que esbozarla, pues me imaginaba que estaría brillando, pero no me privé de mostrar mis dientes, causando así un efecto dominó en mi futura esposa que respondió a esta con sus mejillas sonrosadas. Nuestras manos entrelazadas.

Ni Scarlett ni yo éramos particularmente creyentes, por lo que el altar y la ceremonia era puramente simbólica, y solamente seríamos casados bajo la ley. El juez elegido, un señor que aparentaba no menos de unos cincuenta años por su cabello canoso y arrugas prominentes, se dirigió al público presente, dándoles la bienvenida a ceremonia y un preámbulo de iniciación.

Habíamos decidido saltarnos la lectura inicial de anécdotas o palabras por parte de los testigos, ya que estos hablarían en el brindis de la recepción, por lo que el juez simplemente comenzó a enlistar la larga lista de artículos y decretos inherentes al matrimonio.