Siempre, Liam. (Promises #2)

Capítulo 22: Dime que es una broma.

Capítulo 22: Dime que es una broma.

- ¡Está insoportable! No deberías haberle pasado su número... - bromeó una exasperada Scarlett al otro lado de la pantalla.

- Querida, no todos tenemos un príncipe azul esperándonos en la puerta. A veces las perras tenemos que salir a buscar uno - replicó un ofendido Jay.

Desde que había mencionado a Dustin en mi segundo día en Virginia, Jay había estado molestando sobre qué lo quería conocer, y en cuanto le mostré una foto no paró de enumerar las para nada inocentes cosas que practicaría si alguna vez lo tuviera en frente. Era lo más justo que le pase su teléfono. Me había ganado un poco de odio por parte de Scarlett, que no dejaba de quejarse de lo insoportable que su compañero de casa, y mejor amigo, se estaba comportando (aunque sabía que era solo actuación, pues se que está contenta de ver a su amigo feliz).

Dustin, por su parte, gozaba de pretender que no lo soportaba, y hasta me había querido matar cuando le pase su numero. Pero, como el buen cupido que soy, se que le interesa Jay; se le nota cuando pregunta casualmente por él, intentando que parezca disimulado, o cuando hace una broma o un comentario que explica fue cómplice con Jay. Supongo que esa son sus personalidades: Dustin es más serio y calculador, mientras que Jay se caracteriza por ser lanzado y muy social, y quizá sea aquello por lo que son una buena mezcla, sus diferencias.

- De todas maneras, no era eso por lo que te llamaba...

- ¿Había un motivo? Pensé que simplemente me llamabas para disfrutar de mi hermoso rostro - me hice el ofendido, provocando que ella ruede los ojos.

- Veo tu asquerosa cara todos los días, pero esta vez si hay un motivo. Resulta que mi hermano va a casarse - soltó. La miré intrigado. - Sí, lo se. Parece ser que todo fue bastante apresurado, porque se casa en tres semanas.

Aún a pesar de no entender que estaba sucediendo, comencé a hacer cuentas mentalmente. Si Scarlett venía en una semana y se iba a quedar una semana, eso quería decir que tendría que volver para la boda de su hermano a la otra semana.

- Pensé que eras más rápido por los cuentas, Finnegan - sonrió burlona -. Me voy a quedar una semana más en California, así que contarás con mi magnífica presencia dos semanas. Oh, y por supuesto, tendremos que irte a comprar un traje para la boda.

- Jamás me han invitado como cita para una boda, pero eso suena como una invitación - parodié a High School Musical.

Estaba desbordando de felicidad realmente, tenerla una semana más conmigo se sentía casi como tocar el cielo. Para serles sinceros, que solo pudiéramos estar juntos una semana era bastante triste, pero era lo que ambos podíamos conseguir por nuestros trabajos y estudios. Así que ver eso multiplicado al doble, era genial.

- Primero tendrías que comprar un vestido - le dijo Jay.

Su cara se volvió de sufrimientos, odiaba tener que ir a comprar ropa; en realidad odiaba tener que probarse ropa. Y con esa expresión, la imagen se canceló para dar lugar a una que informaba el fin de la llamada. No pude evitar soltar una risita, Jay y Scarlett son un caso.

Sabía que me cortaba porque yo tenía que ir a la universidad, como Virginia tiene tres horas más de diferencia horaria ella ya estaba preparándose para ir a trabajar, mientras yo terminaba de desayunar para llegar a Stanford. En mi mente saltó la idea de que después de tanto, solo me quedaban cinco meses de tener que ir allí, solo veinte días mas de clase y me graduaría (claro, si todo sale bien). Ninguno de esas ideas salia de mi cabeza en mi viaje hacía la facultad.

Siempre había dicho que para cuando terminara la Universidad, tendría todo resuelto; un trabajo bueno, y estaría listo para comenzar mi vida y una familia. Tenía un excelente empleo esperándome en New York cuando terminara pero no puedo evitat preguntarme que pasará luego, por supuesto hablo de Scarlett y yo. A ella todavía le quedarán dos meses para terminar sus estudios, e incluso cuando lo haga, no puedo quitarle todo lo que ha construido en Virginia y hacer que se mude conmigo, ¿verdad?