Capítulo 3: Su voz.

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Capítulo 3: Su voz.

La distancia de Palo Alto a Santa Mónica era de unas seis horas, aproximadamente, y hubiera sido mucho más corto si hubiese tomado un avión. Pero no, el señor Finnegan quería llevar su auto, así que ahora llevaba cuatro horas y media conduciendo escuchando la horrible música de Sydney quien acababa de quedarse dormida. Finalmente pude cambiar la música a algo más de mi gusto, y "On the Loose" de Niall Horan comenzó a sonar, dándole el toque de road trip al asunto.

- She'll dance in the dark, a real work of art, her eyes could burn down the room. So get out while you can, you don't understand, she doesn't know how to lose. - canté.

Aproveché a cantar y escuchar todas las canciones que a Syd no le gustaban, y dos horas después me encontraba cruzando el cartel de "Bienvenidos a Santa Monica". Miré hacia mi costado donde la morena continuaba descansando y comencé a sacudir su hombro con delicadeza, haciendo que se despertara gruñoña, como siempre.

- Bienvenida a Santa Monica, Syd.

——

Me parece muy aburrido contarles como bajamos en mi casa y le presente a Sidney a mi familia, ya que la experiencia en sí fue bastante monótona. Supongo que había dejado una buena impresión, pero nadie estaba encantado con ella. ¿Hace falta decir por qué?

Esta noche saldría con los chicos, por lo que me dijeron iríamos al viejo karaoke que solíamos ir los sábados a la noche cuando éramos adolescentes. La última vez que había venido aquí tenía diecisiete años, la misma edad que Claire tenía ahora mismo. Me daba mucha nostalgia decir eso, no podía creer lo grande que estaba mi hermanita, mas después de todo lo que había pasado hace unos años.

A las nueve de la noche, después de cenar con mis padres, dejé a Sydney durmiendo y me cambie con unos simples jeans negros y una camiseta blanca. Cuando venía aquí me gustaba vestirme lo más casual posible, salir un poco de la formalidad de mi trabajo y escuela.

- Entra, looser. - le grité desde mi auto a Tyler cuando salió por la puerta.

Este se dio vuelta y dejó un casto beso en los labios de Charlie, quien lo seguía para saludarme. Mi relación con las amigas de Scarlett seguía siendo igual de buena, a pesar de todo lo ocurrido. Quizá tenga un poco que ver con que están saliendo con mis mejores amigos.

Se dieron una mirada final de complicidad que me dejó bastante confundido. ¿Qué se traían entre manos estos dos?

- Hola, hermano. Podría acostumbrarme a que me vinieran a buscar en una nave cómo está. - bromeó al meterse en mi auto.

- ¿Charlie saldrá? - pregunté.

- Sí, creo que irán luego al karaoke con las chicas.

- Ah.

La reacción de Logan al ver mi auto fue bastante cómica, y vergonzosa. Literalmente se tiro sobre el y comenzó a olerlo y tocarlo. La gente que pasaba variaba en reacciones: algunos se reían y otros lo miraban como si estuviesen pensando si debían llamar a una clínica psiquiátrica.

- ¡Este auto es increíble! - gritó como por décima vez.

- Hola Logan, si todo genial, ¿Tu todo bien? - ironicé.

- Disculpa, pero pasaste totalmente a segundo plano, hermano.

Jayden y Chad se encontraban sentados en una mesa esperándonos, y ya habían pedido una ronda de cervezas. Me dieron un abrazo de esos que se dan los amigos para parecer masculinos, supongo, y nos sentamos pidiendo algunos snacks para acompañar las cervezas.

- ¿Qué tal Palo Alto? - preguntó Chad mientras se metía una papa frita en la boca.

- Agotador, solo me faltan seis meses para terminar la carrera así que es bastante complicado. Y la empresa me toma mucho tiempo también, quizá incluso me asciendan luego de las vacaciones, soy algo así como el favorito del jefe.

- Maldito bastardo suertudo. - soltó Chad, quien era odiado por su jefe.

- ¿Y Sydney?

- Eh, bien. - traté de evadir el tema.

- ¿Eh, bien? Vaya forma de hablar de tu novia, Finnegan. - bromeó Tyler.

- Todo esta bien, creo. Ya saben cuál es el problema, no me molesten.

Parecía que les había desaparecido la lengua.

- Está aquí, se la presente a mi familia hoy. Quizá puedan conocerla alguno de estos días.

Se miraron entre todos con algo que pude reconocer como ¿pánico? ¿Sorpresa? En la mía se podía leer confusión.

- Por supuesto, amigo. - rió nervioso Logan, ganándose una mirada fulminadora del resto.

- Hare como que lo que acaba de pasar fue totalmente normal. ¿Sus vidas?

- Bueno, tengo algo que decirles. - soltó Logan.

- Dime porfavor que Ariel no está embarazada, yo te dije que tenías que comprar la otra marca de preservativos esa era muy b... - se lamentó Jayden.

- No, Ariel no está embarazada. - se escuchó un suspiro de alivio colectivo. - Oigan, son los peores amigos del mundo, ¿que si Ariel hubiese estado embarazada? ¿No se alegrarían?

Parecía que alguien estaba en sus días.

- No me malinterpretes, Log, pero todavía no creo que seas el más apto para tener hijos. - bromeó Ty.

Este lo fulminó con la mirada. - Cómo sea, iba a decir que hoy me ascendieron. Supongo que no es una noticia tan shockeante luego de considerar un embarazo.

Logan trabajaba en una empresa de arquitectura, mientras estudiaba la carrera, y hasta ahora lo habían tenido aislado en zonas más administrativas.

-¡Felicitaciones, amigo! ¡Mesera, una ronda de shots para celebrar! - el viejo Chad alcoholico había regresado.

Se sentía refrescante estar pasando una noche así con mis amigos, después de todo el ajetreo de mi vida cotidiana. Estos imbéciles eran y siempre serán de mis personas favoritas.

A lo lejos se escuchaba como se preparaba el escenario, había oído que hoy habría un acto musical antes de dar apertura a la ronda de karaoke, alguien que había estado tocando aquí las últimas semanas. No tenía idea de quién era, tampoco me importó mucho. Mis amigos eran más interesantes.

- No puedo creer que tengamos veintiuno, siento que todavía somos esos pequeños adolescentes idiotas. - parece que a Jayden el alcohol lo ponía melancólico.

- Mi padres ya empezaron a molestar con el casamiento, ¿pueden creer que estamos en esa etapa de nuestras vidas? - comentó Tyler.

¿Casamiento? Si que lo veía lejos. Siempre pensé que me gustaría casarme y tener hijos joven, pero realmente ahora me veía muy alejado de esa situación. En su momento, había pensado que mis expectativas se cumplirían con ella, pero ahora, no me veo casado con Sydney.

Comenzaron a escucharse unos pequeños acordes de guitarra en el escenario, y me hicieron recordar cuando tocaba para ella, siempre me había dicho que le gustaría aprender a tocar la guitarra. Yo solía decirle que le enseñaría, y que ella debía enseñarme a tocar el piano. Son recuerdos de tiempos remotos.

Una mirada cómplice de desparramó por las caras de mis acompañantes, mientras se hablaban tácitamente entre ellos. Ahora si estaba más que confundido.

- For a while we pretended, that we never had to end it, but we knew we'd have to say goodbye. - cantó una voz femenina, preciosa, en el escenario.

Pero lo increíble no era que tan magnifica o deslumbrante era esa voz, sino que me era familiar. Yo conocía esa voz.

Esa era su voz.

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•Multimedia: Charlotte y Tyler (Barbara Palvin y Dylan Sprouse).

-S.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora