Capítulo 36: Me gustan tus uñas.
El día anterior había sido un sueño, no nos habíamos despegado de las sillas de playa y el mar nos baño tantas veces como pudo. Tampoco nos habíamos podido desprender del otro, como era de esperarse, no faltaron las caricias y la compañía mutua. Pero estar con Scarlett por sobre todas las cosas era como tener a una niña metida en el cuerpo de una mujer, y aquello sacaba también a mi niño interior, por lo que en vez de ser adultos de vacaciones corrimos por la playa jugando y chapoteando como si de bebés se tratara.
Quizá aquella sea una de las razones de porque estoy tan irremediablemente enamorado de Scarlett Carter: todo es espontáneo, natural, casual y divertido, nada se siente incómodo o sobreactuado, cada palabra y acto es completamente genuina.
Ese día tampoco sería muy diferente, habíamos planeado repetir el plan de playa, y descansar por sobre todas las cosas, verdaderamente ambos lo necesitábamos. Scarlett había estado buscando en vano algún empleo que pudiera mantener hasta que terminase la universidad, pero no parecía haber ninguna vacante en puestos relacionados con su especialización, ni ninguno en general, algo que la mantiene constantemente estresada y angustiada, sin olvidar su problemática familiar que no había cambiado ni para bien ni para mal.
Aarón y Samantha prácticamente se habían borrado del mapa, nadie había hablado con ellos desde el día de la boda, y tampoco nadie planeaba hacerlo. La mentalidad de la familia Cárter había sido clara: no arreglarían los problemas de su hijo, ni lo obligarían a creerles o actuar de ninguna manera; Aarón debía darse cuenta sólo de sus errores y si realmente recapacitaba, ya volvería solo, sin necesidad de que nadie lo acarreé. Esto, por supuesto, era la decisión más sensata, pero no la más deseada, era obvio que cada integrante de la familia extrañaba profundamente al recién casado, pero la postura era firme.
Liberty, por otro lado, parecía ser la más afectada junto con su madre, ya que no esperaba ser rechazada o negada de esa manera por su propio hermano. Pero era paciente y astuta como siempre lo había sido. y no apresuraría las cosas: había vuelto a Europa a estudiar y continuar con su vida, cualquiera que sea la decisión de su hermano, ya la buscaría. Quien no había estado muy contento con esto, era Chad, quien con el regreso de la flamante castaña había confirmado sus inmortales sentimientos que habían florecido ya hacia cuatro años, pero que había vuelto a desaparecer antes de que pudiera emitir algún primer movimiento u acercamiento.
Todo parecía ser un desastre, y mi vida aunque mucho más organizada, seguía igual de estresante con sus rutinas, horarios y obligaciones, más la presión de mi latente viaje a Nueva York. Por esto estas vacaciones eran tan necesarias, para poder escapar y evadir la realidad de la mejor manera posible. Y hoy nuestro día comenzaría con un desayuno en la terraza de la habitación.
Había pedido su desayuno favorito: hotcakes con Nutella y frutillas, con un cappuccino y la dejé dormir. Estaba un poco nervioso por el día de hoy, pero estaba seguro también. Como lo planeé, alrededor de las diez y media comenzó a escucharse ruido en la habitación, indicando que pronto se estaba levantando y tan solo unos minutos después se abrió la puerta mostrando a una Scarlett en el pijama de la noche anterior.
Siendo sinceros, su pijama parecía ser el outfit normal para salir a la calle de muchas chicas, pero no el suyo. Se había puesto unos sweatpants míos que por supuesto le quedaban completamente enormes pero los había arremangado en los tobillos y a decir verdad le quedaban de maravilla; jamás pensé que mis pantalones pudieran resaltan de aquella manera su retaguardia, por decirlo delicadamente. En la parte superior, sólo portaba una mezcla entre top deportivo y brassiere color rojo adornado por su oscuro cabello que caía despeinado en sus ondas naturales en sus costados y que podría haber sido un desastre, pero de alguna manera la hacía ver todavía más sexy, combinado con su abdomen plano y su cintura pequeña que a pesar de sólo haber sido expuestas por un día al sol ya estaban morenas.
ESTÁS LEYENDO
Siempre, Liam. (Promises #2)
ChickLitSegundo libro de la dúologia "Promises" Scarlett Elle Carter ya no es la chica de 17 años de toda novela Wattpad. Ahora es la chica de veintiún años de toda novela Wattpad, sarcástica, graciosa, inteligente, no popular y ridículamente hermosa. Liam...