Siempre, Liam. (Promises #2)

Capítulo 10: ¡Feliz cumpleaños!

¡Hola! Les quería comentar que estoy participando del concurso de San Valentin 2019 de Wattpad, y escribí una historia de un solo capítulo especialmente para ello que me gustaría que lean, así que si les gustan mis novelas y tienen ganas, se llama Chica odio, Chico amor y ya está disponible en mi perfil. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Capítulo 10: ¡Feliz cumpleaños!

- ¡Feliz cumpleaños, amor! - exclamó Sydney. Bueno, supongo que es veintisiete de diciembre.

Abrí los ojos lentamente, como si me doliera hacerlo. Y realmente lo hacía, la noche anterior había estado despierto hasta tarde, arreglando algunos imprevistos que habían surgido en la oficina. Podría haberlo hecho antes, pero con la llegada de Syd estuve un poco entretenido, así que mis párpados no tuvieron el placer de cerrarse hasta las cuatro y media de la mañana.

Miré el reloj, las diez. Bueno, seis horas son suficientes para funcionar, ¿no?

- Syd, gracias. - sonreí, apoyando mi espalda contra el respaldar de la cama.

Todavía me encontraba adormilado, pero pude visualizarla a unos metros de mi, vestida con uno de sus caros babydoll de seda, esté en particular rosa palo que hacía un contraste digno de pintar con su piel morena. Se encontraba con cero maquillaje, y por alguna extraña razón, así era mil veces más atractiva.

Pero realmente lo más atractivo, eran los cupcakes que se encontraban en sus manos. Sonrió en cuanto notó mi cambio de enfoque.

- Te escucho cuando hablas, ¿sabes? Recuerdo que me dijiste que los cupcakes de Luhu's eran tus favoritos, además, no tengo las mejores habilidades culinarias. Supuse que esto era lo mejor. - se acercó hasta sentarse sobre el colchón a mi lado y tomó un muffin de chocolate cubierto en chispas alzándolo. - Feliz cumpleaños.

En silencio, devoramos aquellos cupcakes que tanto amaba. Eran de vainilla, con chocolate derretido adentro mezclado con caramelo y crema de avellanas. Simplemente, si tuviera que describir a qué sabe el cielo, esto sería lo primero en aparecer en mi mente.

- Pensé que podríamos ir a almorzar a la casa de tus padres, y quizá luego dar una vuelta por la ciudad, muero por que me hagas un tour. ¿Tienes planes con tus amigos?

- No lo creo, por lo menos no por ahora. Pero me parece una excelente id...

A la mitad de mi oración, un ruido se escuchó en el apartamento. Es imposible que sean ladrones, el recepcionista los habría parado, además no creo que hubiesen llegado al quinto piso. Solo espero que no sean miembros del Círculo, o peor, la Clave.

Por reflejo me levante de la cama y me dirigí hacia la puerta de mi habitación que se encontraba cerrada. Miré hacia los lados e intenté buscar algo para poder defenderme, quien sabe que podría haber ahí afuera, pero mi única opción fue abresobres que se encontraba sobre el escritorio, mejor que nada supongo. Abrí con cuidado la puerta, sintiendo la respiración de Sydney a mis espaldas.

Salí rápidamente y empuñe el abresobres contra mi "enemigo". Sydney a mi lado, los amenazó con un velador.

- Un abresobres, ¿en serio, Liam? - se burló Jayden.

Bajé mi brillante arma y la dejé a un lado, mirando con reproche a mis cuatro amigos que se encontraban frente a mi. Ellos tenían sonrisas entre burlonas y traviesas, todavía jactándose de mi peligrosidad.

- ¡Feliz cumpleaños, bro! - exclamó Chad tirándose encima mío para darme un abrazo, al igual que los restantes tres idiotas.

- Gracias. Pero, ya saben, no necesitaban irrumpir en mi apartamento para saludarme. - contesté molesto, pero bromeando.