Capítulo 11: ¡Llegó por quien lloraban!

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¡Hola! Les quería comentar que estoy participando del concurso de San Valentin 2019 de Wattpad, y escribí una historia de un solo capítulo especialmente para ello que me gustaría que lean, así que si les gustan mis novelas y tienen ganas, se llama Chica odio, Chico amor y ya está disponible en mi perfil. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Capítulo 11: ¡Llegó por quien lloraban!

- Pasaremos Año Nuevo juntos, no se discute. Cenaremos juntos y luego saldremos de fiesta, como en los viejos tiempos. - resolvió Chad.

- Por favor, Liam. ¿Si? - dijo Logan, como si se tratara de un niño pequeño.

- No necesita pasar con Scarlett nada que tú no quieras que pase, estaremos todos juntos como amigos. - aseguró Tyler.

Oh, así que ella va a estar ahí. Esperaba que hubiese vuelto a Virginia, ya que no he sabido nada de ella desde aquel día en la cafetería. Ni siquiera me ha saludado por mi cumpleaños, todos los años hacia. Cada veintisiete de diciembre me llegaba un mensaje de un número desconocido con las palabras "feliz cumpleaños, idiota." escritas en él. Las dos primeras veces había intentado llamar, pero después de saber que pedía prestados diferentes teléfonos de compañeros suyos, dejé de intentarlo, pero sabía que era ella. Este año no había llegado, no es que lo estuviera esperando tampoco...

Maldita sea.

Hoy es víspera de Año Nuevo y mis amigos siguen tratando de convencerme, u obligarme a salir de fiesta con ellos y las chicas. Yo prefería pasar la noche con mi familia, una cena simple y listo. Pero ellos siempre insistían, todos los malditos años. Sin embargo, había algo en este año que me llevaba hacía dos extremos: no tenía ni las más mínimas ganas de ir, me sentía desganado y con ganas de estar solo, y al mismo tiempo, sentía una curiosidad inmensa por ir, como si no pudiera resistirme, y sabía exactamente porque era. Era claro que era por ella.

- Pero...

- Basta de peros. Saldremos de fiesta, y no es una pregunta. - ordenó Jayden, antes de revisar su vibrante celular. - Tayce dice que que ellas se prepararán en tu casa, Tyler. Nos verán en Luhu's a las nueve y media.

- Perfecto, tenemos tiempo de un partido. - sonrió Chad, tomando los mandos de la PlayStation.

——

- No estoy seguro de esto, Tyler. Enserio, yo...

- Liam, basta. Si te escucho balbucear así una vez más, patearé tu trasero como cuando éramos adolescentes, ¿entendiste?

- Yo era el que te pateaba el trasero. - respondí ofendido.

- No te engañes de esa manera. Y ponte otra camiseta, estoy cansado de verte vestido de negro.

Salió de mi habitación y fui directo hacia mi armario. Quizá tenía razón, usaba mucho negro. Tomé una remera gris y la pasé sobre mi cabeza mientras escuchaba los ruidos a mono que producían mis amigos a través de la puerta. Puede que ya no sean adolescentes, pero todavía parecen chimpancés cuando juegan videojuegos.

Miré el reloj, nueve y veinte. Estábamos a punto de irnos hacia aquella cafetería-bar que había sido nuestro punto de encuentro el último año de secundaria, especialmente luego de que nuestras vidas se cruzaran con la de Scarlett Carter y sus locas amigas. De eso hacía cuatro  años, pero cuando entraba allí, estaba con mis amigos, con sus amigas, o incluso las contadas veces que la había visto a ella, se sentía como ayer.

Nos subimos a mi auto, que por supuesto sería el elegido para transportarnos en toda mi estadía, estos cuatro idiotas eran bastante aprovechados. Encendí el motor y automáticamente la radio se prendió, estaba conectada a mi teléfono y reproducía la última canción que había escuchado aquí. Lucid Dreams de Juice WRLD.

- ¿Enserio, Liam? ¿La canción más deprimente del siglo? - se mofó Chad.

- Es genial. - me defendí, encogiéndome de hombros.

- Que lástima. - dijo Tyler, quien se encontraba en el asiento del copiloto y había robado mi teléfono, del cual tenía la huella, y ya había cambiado la canción.

La reconocí al instante. Un clásico.

- Some legends are told, some turn to dust or to gold... - cantó Logan.

- But you will remember me, remember me for centuries... - seguí tamborileando mis dedos sobre el volante del automóvil.

Bueno, no puedo negar que esa canción subió un poco mi animo. Es decir, ¿quién podría pensar o deprimirse mientras escucha esa canción? Simplemente está llena de vida.

Las luces de la ciudad eran frías como el viento que la recorría, siempre lo habían sido. No había tanta gente en la calle como recordaba de cuando era niño, y los que había eran en mayoría adolescentes o jóvenes, en busca de diversión en alguna fiesta, no aquellos ancianos o cincuentañeros que solían verse simplemente paseando por la acera, caminando por la arena. Supongo que ahora todo el mundo tiene mejores cosas que hacer, o simplemente perdieron el gusto a las pequeñas hermosas cosas.

Esperaba no haberme convertido en eso, y nunca hacerlo. Por más dinero que gane, por más títulos obtenga, o cuanta fama, espero poder siempre regresar a este lugar y trotar por la playa, deambular por todos los rincones con alguien hablando de todo y nada. Anhelo con todas mis fuerzas jamás convertirme en alguien que no aprecie los pequeños detalles y placeres de la vida.

- Ya están adentro, vamos. - anunció Jayden chequeando por última vez su teléfono antes de guardarlo en su bolsillo.

- ¡Llegó por quien lloraban! - exclamó Logan, quizá más fuerte de lo que debería, cuando encontramos la mesa donde se habían sentado las chicas.

- Nadie estaba llorando, Logan.

- Oh.

Reí. Y miré a quien había pronunciado esas palabras con esa voz que jamás había podido borrar. Sus ojos fueron lo primero que pude mirar, seguían siendo aquellos mismos que me mantenían despierto por las noches. Estaban finamente cubiertos por maquillaje negro a su alrededor, lo que hacía que resplandecieran, más verdes que marrones, en su piel morena, aún a pesar de ser invierno. Su cabello que tanto deseé acariciar se encontraba lacio y atado, un look raro en ella, pero que permitía apreciar aún más sus finos y salvajes rasgos.

Se encontraba vestida con un elegante vestido negro, de escote recto que parecía resaltar aún más sus atributos delanteros. Era corto, quizá demasiado, pero no podía negarse que le quedara increíble. Siempre había lucido de maravilla el negro, había algo que hacía que resaltara sus curvas, su piel, sus ojos, su cabello, incluso su actitud, que la hacía ver simple pero al mismo tiempo arriesgada, y por supuesto sexy. En su mano, brillaban unos anillos plateados que creía recordar.

- ¡Por un dos mil diecinueve lleno de amor! - brindó Ariel, guiñándome un ojo.

Entendí esa referencia.

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Porque estoy súper generosa hoy, les voy a dar algunas pistas sobre el número de capítulo en el que Liam y Scarlett vuelven a estar juntos. Tengo escrito hasta el capítulo 23 hasta ahora, y #Sciam vuelve en uno con un número par, es una cifra de cumpleaños importante para una persona, el segundo de sus números al multiplicarse por sí mismo da un número que termina en cuatro y empieza por otro número par...

¿Cual creen que es?

-S.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora