Capítulo 8: No sabes cuanto.

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¡Hola! Les quería comentar que estoy participando del concurso de San Valentin 2019 de Wattpad, y escribí una historia de un solo capítulo especialmente para ello que me gustaría que lean, así que si les gustan mis novelas y tienen ganas, se llama Chica odio, Chico amor y ya está disponible en mi perfil. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Capítulo 8: No sabes cuanto.

- Entonces Liam siempre fue el chico popular. - asintió Sydney.

- Siempre lo fue. Desde pequeños recuerdo que Chad, Tyler, Gia y él eran los reyes de la escuela. También estaban las típicas plásticas, pero a ellas nadie parecía darle importancia. - explicó.

- ¿Gia?

- Oh si, Gianna. Era la mejor amiga de Liam, bueno, al principio gustaba de él, pero después empezó a salir con Tyler y se volvieron mejores amigos. No la volvimos a ver desde que terminamos la escuela, porque se fue a estudiar a Asia. - su tristeza por el último hecho era evidente.

Y así es como me encuentro en la cafetería "Luhus" con mi ex novia y mi novia que no sabe que mi ex novia es mi ex novia, hablando como si fueran amigas, sobre mi adolescencia. Casual.

- Buenos días, ¿podría tomar su orden? - un joven camarero se acercó a nuestra mesa.

- Sí, un café latte y un scon. Porfavor. - habló Syd.

- Un café negro y una galleta, porfavor. - pedí.

El mesero se giró intuitivamente hacia Scarlett, quien miraba la carta mientras mordisqueaba su labio inferior con nerviosismo. Se veía realmente tierna en ese gesto inquieto, probablemente no podía decidir cuál de todas las cosas del menú pedir. Su amor por la comida y su indecisión por esta no habían cambiado en nada. Solía decirme que cuando veía una carta, se le antojaba todo lo que veía en ella, y que elegir una opción, era decepcionar a los otros platillos.

El chico que nos atendía cambió totalmente su expresión cuando la vio, y casi pude ver cómo ponía una fachada más amigable, seductora. La miraba como si fuera lo más bonito que había visto hoy, y la realidad no se alejaba de ello. Scarlett Carter era una de las cosas más preciosas que podrías ver en tu vida.

- Si me disculpa, señorita, me gustaría recomendarle el cheesecake de oreo. Hace poco cambiamos la receta y es exquisito. - sonrió.

- Por supuesto, muchas gracias. Entonces un cheesecake de oreo y un café mocha, porfavor. - pidió sonriendo complacida cerrando la carta.

- Enseguida, hermosa. - le guiñó el ojo, y pudo notar como algunos colores subían a las mejillas de Scarlett.

Espero que ese gesto haya sido un tic en el ojo, porque no me gustaría arrancárselo en medio de una cafetería pública con niños.

Celas a Scarlett como si fuera tu novia, y te olvidas que ella justamente se está aguantando ver a la tuya en frente.

Creí que teníamos un acuerdo, conciencia.

- ¿Y por qué Gia se fue a Asia? - preguntó Sydney, volviendo a la conversación.

- Quería estudiar Ciencias, y encontró una increíble universidad allá. Consiguió una beca y no dudó en irse. Además luego de la ruptura con Tyler, no quería estar muy cerca de aquí.

- ¿Y cómo se tomó que Tyler comenzará a salir con Charlotte? - preguntó, dejando ver su lado curioso. - Y más importante, ¿cómo empezaron a salir si se odiaban?

Scarlett sonrió. - No se odiaban, hacían como que se desagradaban porque realmente se gustaban. Creo que todos en el fondo lo sabíamos, era simple disgustarse porque son muy parecidos. Pero al principio, era imposible por Gia, entonces supongo que era más fácil odiarse. - se encogió de hombros. - cuando Tyler y Gianna terminaron, Charlie no quería que ella se sintiera mal, era una de sus mejores amigas. Pero poco tiempo después, en unas vacaciones cuando volvió de Asia, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo e incitó a Charlotte para que salga con él, después de todo la felicidad de su amiga era más importante y ella tenía a su novia esperando en otro continente al otro lado del mundo. Ahora incluso viven juntos, y el resto es historia.

- ¡Qué romántico! - exclamó Syd..

Pude notar que esto a Scar le desagradó un poco, ella no era lo que se dice una romántica empedernida. Aunque había un atisbo de diversión en su expresión, como si la reacción de la chica le hubiese parecida ridícula.

- Aquí está su orden.

El mesero galán comenzó a poner las cosas sobre nuestra mesa, dejando a Scarlett para lo último. Cuando dejó su comida, delicadamente posó una servilleta debajo del plato donde podía notarse que había un numero escrito. Sorprendida, ella levantó la vista, ganándose un guiño del chico que volvió a su trabajo.

El calor que corría por mis venas era perceptible para todos, y luchaba porque no se transformara en acciones. Ese chico no tiene idea, ni la más mínima idea, de que si no supiera controlarme y que si mi novia no estuviera al lado mío, habría cavado su propia tumba. Ni la más insignificante idea.

- Antes nunca tomabas café negro, Finnegan. - comentó con un atisbo de burla Scarlett.

- Bueno, muchas cosas han cambiado desde que no estás.

No quise que suene tan duro como lo hizo, pero después de todo era la verdad. Su expresión decayó un poco, pero se convirtió en bromista de nuevo a los pocos segundos, como si quisiera que piense que le es indiferente. Oh, querida Scarlett, si supieras que he escuchado lo más vulnerable que tenías para decir.

- ¿Y tu que estudias? - preguntó Sydney, intentando romper la tangible tensión.

- Sociología. Ya solo me quedan ocho meses. - sonrió orgullosa.

- ¡Eso es increíble! Me hubiese encantado estudiar, pero una vez que me metí en el mundo de la moda, fui perdiendo las ganas. ¿En dónde estudias?

- Deberías hacerlo, sabes, la experiencia universitaria es genial. Yo estudio en Christopher Newport University, en Virginia.

- Wow, eso es muy lejos.

Y que lo digas, Syd.

- ¿Te fue difícil dejar a tu familia y amigos aquí? Digo, parecían muy apegados.

Me miró. - Sí.

Si para ella había sido difícil, no quiere imaginarse lo que había sido para mi. Era por más de surreal verla después de mil cuatrocientos sesenta días sin mirarla, sin tocarla, sin besarla, sin olerla, sin sentirla, sin hablarle, sin ella.

Su belleza no había dejado de quitar mi aliento, pero ahora hablando con ella, me di cuenta que todo seguía allí. Aquellos pequeños gestos que me volvían loco, los pensamientos que le nublaban la cabeza y la hacían verse meditabunda como si estuviera en otro mundo, esos imperceptibles tics nerviosos como morderse el labio. Esa forma de hablar tan desenvuelta. tan cuidada, esos pensamientos profundos, esa costumbre de tararear cualquier canción que le apareciera en la cabeza, esa manía de analizar a la gente, todo lo que era parte de ella, lo que la hacía Scarlett Cárter.

Pero se encontraba más madura, y eso se notaba. Ya no era aquella adolescente que miraba al mundo como si pudiese adiestrarlo con un simple chasquido, ahora era una mujer tranquila, aún segura de si misma, pero que había aprendido a ser paciente y pacífica. Ya no hablaba como una puberta, ahora hablaba como una casi licenciada, con propiedad, calma y temple, sin perder aquella chispa graciosa y pícara que te remontaba a otros tiempos.

No decidía que Scarlett Cárter me gustaba más, si la joven que tenía en frente o a la chica de diecisiete años de la que me había enamorado. Simplemente me decantaba por Scar, mi Scar, que era esas dos personalidades.

- Fue increíblemente difícil. - habló sin apartar sus ojos, como intentando transmitirme más cosas a través de ellos.

No sabes cuanto.

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¡OMG! Estoy tan feliz y abrumada como ustedes jajaja. Coméntenme que creen que pasará ahora, quiero ver sus teorías.

PD: me interesaría saber de donde me leen. Yo soy de Argentina 🇦🇷 ¿hay algún otro argentinx aquí?

-S.

Siempre, Liam. (Promises #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora