De feo a hermoso solo hay un paso - Rgd [TERMINADA]

Querer

— Me sorprende que no hayan hecho nada anoche. Dijo julio agarrando su cabeza, creo que le dolía por toda la cerveza que tomo anoche.

—Lamento haberles causado molestia por roncar, o quejarme. Dijo con los ojos rojos.

—Si nuestra madre se entera nos mata.

— Mamá no tiene por qué enterarse. Dije ya en la mesa junto a Rubén y junto a julio, nos estábamos comiendo cereal ya que no quisimos que Rubén nos hiciera el desayuno, el se veía molesto.

— Es mi culpa, no debí comprar tanta cerveza. Dijo Rubén sincero mientras se metía otra cuchara de cereal en su boca, no pude evitar el movimiento que hacía al masticar, el casi se ahogaba al darse cuenta que lo estaba mirando.

Julio le dió palmadas en su espalda mientras que Rubén se ponía rojo y morado a la vez.

— Rubén, estaría bien que conocieras a tus futuros suegros. Ahora la que se estaba ahogando con el cereal era yo.

Rubén y yo no éramos novios, pero tuvimos que fingirlo y vaya que no cuesta trabajo.

— Claro, si...

— Creo que es muy pronto.

— Pero si ya estás mayor y vives con el. Insistió el.

— Además a papá le encantará la idea de que él y tú sean novios.

Rubén y yo nos miramos.

— No se cómo lo tomen mis papás. Le dije sincera.

— Bueno, yo creo que debemos terminar el desayuno. Nos callamos y pasaron las horas hasta que fuera la hora de que mi hermano se fuera.

Me despedí de él con un fuerte abrazo.

Y al parecer entre el y Rubén ya no había ninguna rivalidad.

Cerré la puerta de mi casa y solté un suspiro.

De la nada sentí como Rubén me abrazaba y me daba besos en el cuello.

— ¿Quieres descansar?

Me pregunto algo preocupado, la verdad era muy lindo que se preocupara por mi.

Tal vez si me quería enserio después de todo.

— No. Le dije rodeandole del cuello.

— ¿Quieres ver una película?

— No. Me acerqué a sus labios para darle un beso el cual es correspondió.

— ¿Quieres que te consienta?

— Si. Dije entre el beso al igual que el.

— Puedo darte un masaje, o puedo tratarte como la Reyna que eres. No conteste y continue besando sus hermosos labios con más profundidad.

—Note como me mirabas mientras comía y eso me puso los pelos de punta. Me separé un poco de él y le sonreí, pero esta vez fue el, el que volvió a unir nuestras bocas con aún más pasión.

Sentía su lengua jugar con la mía y de la nada sentí sus manos en mis glúteos para cargarme hasta la habitación donde nos dormíamos.

Sin separarnos el me acostó en la cama y sin aplastarme se puso arriba de mi empezando a explorar con sus manos mi abdomen.

— ¿De verdad quieres hacerlo ahora?

Pregunto con la respiración bastante agitada mientras me miraba a los ojos.

— Si Doblas, si quiero.

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Hasta la próxima boiiiiis