Laberinto

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— Rubén te necesito. Rubén se quito lo que le quedaba de ropa y se acercó de nuevo a besarme.

No de la manera tierna con la que a veces lo hace, está vez se acercó sin piedad a mi boca.

Era la primera vez que sentía a Rubén tan necesitado y lo peor es que yo también lo estaba.

Recorrió mi cuerpo desde las piernas hasta los pechos con sus cálidas manos.

Pronto el ambiente frío estaba tan caliente.

El se acercó a mi oído.

— Sabes que eres la única chica que puede volverme loco. Iba a hablar pero Rubén entro en mi.

No pude evitar lanzar un gemido.

Me había agarrado desprevenida.

A Rubén le dió gracia, mordió mi oreja mientras volvía a penetrarme.

Lento y profundo.

Esto realmente iba a volverme loca.

Me aferré fuertemente a su cuello y volví a poner mis piernas en su cadera.

Me movía al compás.

No podía evitar gemir una y otra vez y Rubén estaba tan jadeoso.

— Me encantas. Me repitió una y otra vez mientras volvía a penetrarme.

Esta vez sus embestidas eran más rápidas y cada vez más profundas.

Sentí como Rubén puso su dedo en mi boca, cosa que no entendía, pasó su dedo por mis labios y mi lengua y después chupo del mismo, era lo más extraño que le había visto hacer.

Pero igual se veía más excitado de lo que estaba.

Parecía gustarle jugar conmigo, quería sacarme de mi zona de confort.

Su boca fue hasta uno de mis pechos, lo estaba mordiendo y su mano estaba en el otro, apretándolo una y otra vez.

La habitación estaba inundada de gemidos, de gruñidos, de puro placer.

— Rubén. Dije su nombre inconcientemente, el seguía más y más, eran de las veces que no sabías si hablar o seguir disfrutando el momento.

Su labios eran dulces, suaves, era como si estuviera fundiéndome en ellos.

Cada lugar que tocaba se sentía tan bien.

Rubén sabía que me tenía controlada.

Sentía como empezaba a contraerme en su miembro.

— Mi amor, de verdad amo hacerte esto. El tono rojo de mi cara era más que obvio.

Rubén paro de un momento a otro, sin salir de mi, solo me miró fijamente.

Narra Rubén...

Tenía a la mujer más hermosa a mi lado, tener que estar con ella era lo mejor que me había pasado.

La miraba y simplemente pensaba

¿Como es posible que ella estuviera a mi lado?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por su linda voz.

— No me hagas esperar, no he tenido suficiente de eso. Dijo bajando la mirada a mi pequeño amigo.

Así que besé de nuevo su cuello y moví mi cadera hacia delante…

Ella abrió la boca soltando de nuevo un gemido, se retiró un poco, luego levantó las caderas a mi encuentro, me sentí tan bien, estar dentro de ella era magnífico, Miles de emociones, Miles de pensamientos, ella estaba sudando, estaba tan roja, pero conociéndome, yo estaba igual o peor.

— Amor, ¿Te gusta?

Entre de nuevo de la manera más despiadada posible.

— Madre mía. Dijo ella cerrando los ojos del golpe, arañando mi espalda.

No pude evitar reír ante su expresión.

Abrió los ojos mirándome con bastante curiosidad, está mujer era increíble.

Casi gritando tras cinco minutos agónicamente placenteros, ella volvió a repetir un "Te amo".

Sentía como si me estuviera derritiendo en ella.

Nos estábamos haciendo uno solo, hacer el amor no es tener más que simple sexo.

Hacer el amor con ella para mí significo algo magnífico, entregarse a mi y yo ser entregado a ella.

Hacer el amor era un enorme lazo que nos unía, hacer el amor para mi significaba una prueba del amor verdadero.

Estar unido a alguien, sentir a alguien.

Entre en ella una y otra vez, sus gemidos, sus manos, su cuerpo el cual me daba calor, estar solos en una cabaña donde nadie nos podía molestar.

— Yo también te amo. Le dije en un suspiro.

Después de una larga noche de placer, y nada más que placer, nos abrazamos, ella con sus manos acariciaba mi pecho, yo acariciaba su cabello y la piel de ella, lisa, suave, tan tierna, era tan débil que quería cuidarla siempre.

Hicimos el amor viendo la nieve dar forma a la ventana de la cabaña. Al tocarla, mis dedos no cuestionan lo que ella es.

Su cuerpo cálido, ella me estaba dando el calor que necesitaba.

Mi cuerpo junto a ella era de las cosas más bonitas que podía experimentar, mi cuerpo sabe cómo es ella, mis manos la conocen a la perfección, cada parte de ella, lo que es ella. Ella es un laberinto en el que me perdí desde el momento en que la conocí, ese día en el techo de la universidad, donde la ví llorando, donde vi a una chica diferente a todas las demas, ella es claramente el laberinto donde jamás quiero salir, y donde nunca quiero encontrar la salida. Ella es el lugar donde soy yo y donde quiero estar, siempre y cuando sea a su lado.

 Ella es el lugar donde soy yo y donde quiero estar, siempre y cuando sea a su lado

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Amenme babys

Hey cracks den amor y comenten (^^)

Saludos para: @tav318 y @Joss_gavi

De feo a hermoso solo hay un paso - Rgd [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora