Capítulo 9 Sinfonía para vals parte 2: Forte sorpresa

190 15 4
                                    


El oji negro se percato de la presencia de Deidara justo cuando su padre le miró, y supo casi con certeza que los ojos de su padre ocultaban a duras penas enojo, preocupado por lo que pudiesen estar diciendo en la conversación con el anfitrión de la casa, había dejado a su madre en la compañía no muy grata de los menores, mientras se dirigía al encuentro de su padre, pero al notar aquella cabellera rubia, su corazón se precipitó, casi tuvo un paro cuando recayó su padre en cuenta de la mirada de reconocimiento del joven rubio, era más que obvio que se conocían y seria un estúpido si fingiera lo contrario. Pero tal vez debería intentarlo, después de todo no habían sido presentados aun y como se esperaba de él tendría que hacerse cargo de la situación antes de que algo pasara.

Llego al lado de su padre y con una soltura de respeto saludo a la dama presente con un beso en la mano y se presento con ella para después dedicarle una mirara escrutadora al joven rubio que parecía un poco incomodo ante él, detalle que no paso desapercibido para su padre.

-Es un placer conocerla madame...-Dijo Itachi después de de mirar a la joven esposa de su anfitrión, quien no pudo evitar un sonrojo ante la galantería innata en el joven moreno. Fugaku no estaba del todo convencido pero supuso que esa reacción era de esperarse, su hijo era gallardo y elegante por lo que tal vez la reacción del joven rubio no fuera tan sospechosa después de todo, aunque la manera en la que se miraban era confusa.

Entre pensamientos confusos Deidara se alejo silenciosamente sin presentarse para ubicarse entre los músicos que animaban la fiesta, con música diversa, Anko le introdujo presentándolo ante sus invitados, quienes emocionados le recibieron cálidamente, lo que Fugaku pensó era un violín en realidad era un saxofón al parecer tocaría alguna pieza de blues, para su sorpresa Fugaku se encontró disfrutando de aquel sonido que le arrastraba a momentos de su pasado pero estaba seguro que solo se debía al enorme parecido con aquellas personas. Para alejar esos pensamientos de su mente salió del salón de fiestas hacia el pasillo que conectaba con un gran estudio al cual entro para obtener algo de privacidad, hizo una llamada que había durado apenas unos minutos, debido a la intromisión de Itachi quien deliberadamente le había seguido.

-¿Qué pasa?- Pregunto tosco.

-Orochimaru-sama, está preguntando por usted, parece que va ha hacer un brindis- Fue la escueta respuesta del joven moreno.

El baile había terminado sin contratiempos pero era obvio que las cosas habían estado un poco turbias por parte del mayor de sus hijos, premeditadamente se había pegado a él con el fin de manejar la conversación y aunque fue sutil, pudo darse cuenta de que quería evitar algo, pero para su ventaja antes de que él se pusiera en acción, Orochimaru le había dicho algo que llamó su atención, lo qué imagino, su hijo se esforzaba por evitar que supiera, al parecer habían ido a algún lugar antes de llegar a la fiesta, pues estaba seguro de que se habían salido antes de que él fuera por Mikoto al aéreo puerto, era de suponer que tuvieron una parada en algún otro lugar y el debía saber donde habían ido. La extraña actitud de Itachi le hacía pensar que algo no estaba bien y el debía investigar de que se trataba.

**

Al mismo tiempo en un bar cercano en las afueras de Tokio, llegaba una joven de cabello largo y oscuro sobre una motocicleta, la estacionó y se dirigió hacia dentro del bar, iba vestida con pantalones negros y un top que se le pegaba al cuerpo, que combinaba muy bien con su chaqueta negra de cuero, en la cintura brillaba una cadena que sostenía su pantalón amanera de cinturón. Caminaba de una manera que parecía que sus caderas ondeaban en un ritmo sensual y excitante para quién la viera seria igual que ver a una modelo por una pasarela de modas, su piel brillaba un poco al contraste de la luz parecía tan pálida como sí nunca un rayo de sol hubiese tocado jamás su tez, en si una joven hermosa, sus ojos escondidos en unas gafas oscuras que llevaba le daban un toque de misterio.

Acorde GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora