Capítulo 11 Etudes in addebitare

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Al día siguiente, Itachi había decidido llevar a los gemelos a la escuela, no quería que los emboscaran otra vez, por lo que era más seguro que él los llevara y trajera de la escuela mientras investigaba si había alguna manera de evitar ataques futuros. No podía decirles a los gemelos, pues temía que hicieran alguna estupidez, y para evitar eso tenía que ser más astuto que su padre.

Le había notado extraño la noche anterior, después de llegar los gemelos se habían ido a sus cuartos respectivamente, tenia sed y fue a la cocina por algo para tomar, cuando se topo con su padre tenía su traje desarreglado, la corbata desanudada y parecía ansioso. Había mantenido una extraña y breve charla, donde solo pareció claro que él mayor, sabia de su encuentro de la tarde, lo que confirmaba sus sospechas de que fue idea de su padre. Pero aun así la actitud que había mostrado era algo extraña algo así como una mezcla de alivio y fastidio mezclados no sabría como describirlo en realidad.

Los gemelos hicieron acto de presencia en la estancia donde él les esperaba, arreglados con sus uniformes de la escuela y sus maletas en las manos el vestía casual unos pantalones de vestir claros y un suéter color negro, en su cuello lucia un collar con pequeñas cuentas que parecían gotas invertidas que complementaban muy bien su atuendo. Los gemelos no estaban de buen humor, por el repentino interés de querer llevarlos a la escuela aun si la tenían de paso a la universidad de Itachi era molesto que los tratara como niños.

- ¡No pongan esa cara! -Les dijo algo cínico el mayor al notar el evidente enfado de los menores – Parecen que van a un entierro no a la escuela...

-No molestes Nii-san- respondió Sakura pasando de largo hacia la puerta, por su parte Sasuke no dijo nada y solo siguió a la menor con un gesto de encogimiento de hombros. Itachi solo fingió suspirar desilusionado de lo cortantes que podían llegar a ser sus queridos hermanitos.

Minutos más tarde se encontraban ya en la entrada de la escuela, el flamante auto de Itachi deslumbraba, pero el conductor y sus pasajeros lo hacían un segundo plano. En la preparatoria los Uchiha eran súper populares, y eso era quedarse corto de palabras. Itachi había sido todo un rompe corazones durante su estadía, el sexy moreno con su peculiar personalidad era anhelado por muchas chicas y jóvenes aun después de graduarse gozaba de popularidad sin límite. Para los menores era de la misma manera Sakura era vista tanto por hombres y mujeres como una chica "Hermosa" poseía elegancia al caminar y su altura la hacía parecer una actriz o modelo.

Era bien sabido que su voz era uno de los mejores atributos que poseía la joven, la banda que habían formado tenía suficientes seguidores gracias a ella, pero eso no cambiaba el hecho de que era inalcanzable. Nunca había prestado mayor atención a ninguna persona que no fueran sus hermanos o su única amiga Hinata-sama, quien al ser de personalidad amable tenía también seguidores en la escuela. Aun así, Sakura era admirada con devoción por muchos. Sasuke, el príncipe de la escuela tenia enamorada a más de la mitad de la escuela nadie escapaba a sus encantos, aun si era distante en ocasiones mostraba semblantes cálidos al mirar a su hermana y si eras un dichoso afortunado de ver aquel semblante serias incapaz de evitar enamorarte de él. Muchas de las alumnas de la escuela guardaban la esperanza vana de que algún día aquel frio príncipe las mirase y les dedicara una cálida mirada como lo hacía con Sakura, desde el momento que habían llegado a la entrada de la escuela las miradas se posaron en los tres, caras sonrojadas por el espectáculo para los ojos que suponía verles juntos después de un tiempo. Susurros, de lo guapos que estaban llegaban a sus oídos.

Se despidieron del mayor sin mucha ceremonia, solo con un breve "nos vemos" por parte del mayor y asentimientos en respuesta de los gemelos, que no contaban con que este último se bajara del coche. Las miradas extasiadas con sus presencias los incomodaban, pero a esas alturas ya estaban acostumbrados al exceso de atención. Sin embargo, la llegada de otro auto mas esta vez desconocido para el cuerpo estudiantil de la academia Konoha había hecho aparición, del vehículo bajaron los tres rubios.

Acorde GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora