Era pasada la media noche ya, cuando escucharon a la anunciadora del aeropuerto vocear la llegada del vuelo 105 que venía desde Moscú. Iruka y Deidara habían esperado por casi dos horas la llegada del vuelo que se habia retrasado debido a un desvarío del tiempo, situacion que puso un poco ansioso al rubio por la seguridad de sus abuelos. Sus padres habian fallecido por una causa similar y aunque estaba seguro de que esos accidentes solo pasaban una vez en un millon no podia evitar sentirse preocupado.
-te dije que estarian bien...- reconforto el castaño tomando del brazo a Deidara, se habia dado cuenta de su inquietud pero tal como habia imaginado todo habia salido bien.
-Gracias Oto-chan...- sonrio el joven caminando a la par del mayor.
Ambos se acercaron a la salida de desborde que habia indicado la vocera en el anuncio tuvieron que esperar unos minutos mas hasta que lograron divisar a los pasajeros saliendo del otro lado, esperando ver pronto a Jiraya y Tsunade. Ubicar a la pareja que estaban esperando no fue dificil, Jiraya era un hombre muy alto y su cabellera plateada por la edad era tan llamativa y distinta que Deidara podria reconocerlo entre una multitud sin temor a equivocarse, levanto una mano en señal de saludo esperando que el mayor lo viera, y de hecho lo hizo.
Una sonrisa ancha y resplandeciente se dejo ver en el rostro de su abuelo que respondio el gesto contento, caminando tranquilamente hasta ellos, sin cambiar la velocidad, su porte elegante y el traje negro a la medida solo lo hacian mas vistoso, cuando estuvieron solo a unos metros de ellos al fin pudieron ver a Tsunade prendida del brazo de su esposo con una sonrisa sutil y sofisticada, su cabello rubio cenizo estaba peinado en un sencillo moño dejando un par de mechones caer libre por su rostro, su maquillaje discreto era mas que suficiente para darle el aspecto relajado que mantenia siempre, ataviada con un sencillo vestido negro de escote pronunciado que asentuaba su busto y la estreches de su cintura, llebaba sobre sus hombros una chalina que complementaba su atuendo, casual y elegante. La mujer parecia mas joven de lo que realmente era, Deidara no podria nombrar a una mujer mas hermosa que su abuela, y aunque bella con el cuerpo de infarto que habia conseguido mantener desde su juventud su abuela tambien tenia caracter, uno que era necesario si se estaba casado con Jiraya Namikaze el mujeriego mas descarado del mundo pero el abuelo mas tierno tambien.
- ¡Al fin llegan, abuela, abuelo!- saludo el rubio cuando estaban ya frente a ellos, los aludidos sonrieron complacidos por el recibimiento y divertidos por las caras consternadas de algunos de los pasajeros que pasaban a su lado pues por su juventud bien conservada era imposible asimilar que aquella mujer despanpanante tendria un nieto de la edad de Deidara y se viera asi.
-¡Me da gusto que hayas venido a recogernos, muchacho!- comento Jiraya alegre- ¡Ven y dale un abrazo a tu viejo!
Deidara se acerco al mayor y lo rodeo en un efusivo abrazo. Jiraya, acaricio su larga cabellera y su mejilla levantando su barbilla para observar si habia algun cambio en su nieto mayor.
-me alegra que llegaran a salvo, Jiraya-sama, Tsunade-sama...- saludo Iruka amable como siempre. Jiraya lo miro reprobador ante la formalidad con la que el moreno seguia llamándolos y soltando a el rubio le dijo.
-¿Y? ¿Tu no piensas darme un abrazo de bienvenida?- interrogo al moreno que le dio una mueca apenada en respuesta, abrazando al mayor.
-¡Dei-chan! - hablo por primera vez Tsunade llamando al rubio que le sonrio al ver que lo esperaba con los brazos abiertos esperando su abrazo tambien. - ¡Los he extrañado tanto! - comento separandose breve del abrazo del rubio pero sin apartar sus manos de sus hombros, acaricio el cabello trensado del menor que se mantenia en su hombro, arreglando un mechon que escapaba de su prolija trenza y colocandolo tras su oreja.- te he dicho que me gusta ver tu cabello suelto ¿Porque lo amarraste? ¡Que desperdicio! - agrego formando un leve puchero con sus labios.
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Acorde Gemelo
FanfictionPara Sasuke y Sakura la música no solo era un tabú del cual no se debía hablar en presencia de su padre, ni tampoco significaba una forma de revelarse a él. Siendo gemelos y los menores de la casa Uchiha no habían muchas cosas de las que ellos debie...