Capítulo 57 Mundo paralelo....

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No podían permitirse perderlos...

No de la desastrosa forma en la que lo habían provocado. Casi en sincronía ambos gemelos abrieron aquella puerta que les mantenía separados de aquellos dos seres que habían dañado tanto que su adiós había causado en ellos el desplante de ir en contra de lo que encarecidamente pensaban. ¡Debían recuperarlos!

Cuando ambos fueron capaces de cruzar miradas y ver resolución en ellas. Sólo quedaba hacer una cosa, en un mudo acuerdo comenzaron su carrera para alcanzar a los dueños de su alma. Con la banal esperanza de ser perdonados por actuar tan estúpidamente.

Sin embargo, al llegar al final del pasillo para alcanzar su objetivo no fue necesario avanzar más... Desde lo alto de las escaleras podían verlos... Aún estaba ahí, pero no como esperaban que lo estuvieran...

Podían escuchar el llanto ahogado que venía de ellos, veían sus pequeñas espaldas temblando levemente mientras eran consoladas con ternura por un par de brazos que no eran los suyos... Un par de brazos que protectores los sostenían y acurrucaban como si se tratara de un refugio... Fue tan difícil de ver que estuvieron a punto de apartar la mirada, pues era imposible reclamar como suyo aquel derecho de consolarles, ya que ellos mismos lo habían rechazado... Sintieron ante ese irrefutable hecho que sus propios ojos escocían anunciando las lágrimas...

Solo un segundo bajaron la mirada abatidos por el peso de sus errores y al devolverla hacia el frente. Un par de ojos oscuros los recibieron. La sorpresa inundo sus facciones al reconocer la mirada de su padre aunque extraña... Nunca le habían visto así... Por primera vez, reconocían en aquel rostro lleno de sombras la verdadera apariencia de aquella mirada severa... Y era tan extraño... Que lo supieron al instante... No era una mirada de reproche lo que veían era una de expectativa...

La mirada gélida de antaño ya no estaba, había sido arrancada y en su lugar había ahora la mirada serena que les dirigía con algo de censura por aquella situación con los dos rubios heridos en sus brazos. Parecía ofendido al comprender que ellos tenían la culpa de que aquel par de ángeles estuvieran llorando tan triste y desgarradoramente. La pena ajena embargo aquella mirada, pena por ellos y la culpa de saberse quizás culpable de que todo terminara así...

No...- Les respondió un murmullo en sus mentes...

No. -Fue más claro en su corazón.

¡No! –Fue lo que aquella mirada severa y llena de expectativas que ellos no llenaban les había hecho admitir y renunciar a creerse dignos de ser perdonados...

Esa vez no era culpa de su padre...

Se repitieron en silencio en sus mentes y corazones atormentados. Aquel error... Aquel pecado... Era solo culpa de suya. Por hacer que esos dos inocentes rubios lloraran de esa forma tan desconsolada en brazos del más abominable verdugo para ellos... Su padre...

Él... Había ganado...

Y ahora ellos eran conscientes de que solo se tenían a ellos mismos nuevamente... Porque en ese mundo paralelo en el que habían despertado a mitad de la noche se encontraron con un padre que no era el monstruo que habían conocido... No era el padre que se mostraba distante y cruel con sus hijos... Era uno abnegado y preocupado por su bienestar aun a costa de sí mismo... Era el padre que esperaba paciente a que ambos pudieran conocerle... Empuñaron sus manos en el barandal de la frágil escalera conteniendo las ganas de gritar frustrados por que aquel mundo paralelo donde ellos habían despertado era tan cruel y desgarrador que resultaba difícil admitir que... Ellos tenían razón...

Su padre era un hombre protector que gentilmente aceptaba lo que viniera sobre él como consecuencia de lo que había hecho para proteger a aquellos que amaba... A sus hijos. Ellos. Tal como su madre había dicho... Tal como su hermana había confirmado... Tal como Itachi les había contado.... Tal y como Hinata y Shikamaru les advirtieron... Su testarudez había provocado la herida irreparable en los mellizos... Y ahora...

Acorde GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora