Capítulo 43 Aurora insomne...

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Eran más de las tres de la mañana, ni Sasuke, ni Sakura habían conseguido dormir, conscientes de que su hermano no había vuelto de visitar a Shikamaru y reunirlo con su hermana. ¿Qué rayos hacia ese inútil de su hermano mayor? ¡Al menos debía llamar o algo! Pensaban fastidiados.

Ambos, se habían encerrado todo el día en la habitación de Sasuke, después de su breve excursión para obtener suministros de la cocina, evitando por poco el encuentro con su madre que inesperadamente estaba ahí cocinando. Espiaron por el resquicio de la puerta y la vieron preparar una comida no identificada y servirla en dos bandejas cuidadosamente. Por el olor y la disposición de los platos sabían que se trataba de un manjar. Lo desconcertante era que era la primera vez que veían a su madre realizar algo como aquello, nunca esperaron que ella cocinase su propia comida, pero ahí estaba, ultimando hasta el más mínimo detalle en la presentación de sus platillos.

Yue, la maid personal de Itachi estaba con ella observando, lo que la mayor realizaba con aparente destreza, no podían escuchar lo que ambas mujeres comentaban de vez en cuando pero, ver la sonrisa de su madre ante alguna respuesta dada por la maid, les había dejado literalmente con la boca abierta. Cuando vieron que Yue asentía colocando las bandejas en un carrito de servicio tras escuchar lo que la mayor le había pedido, decidieron en ese instante retirarse pues, Yue precisamente se dirigió hacia la puerta por donde ellos miraban, ¡Morirían antes que ser descubiertos mirando a hurtadillas! Afortunadamente lograron volver a la habitación de Sasuke antes de que fuesen descubiertos.

Sinceramente, había sido una sorpresa ver a Yue aparecer con el carrito de servicio y depositar las bandejas en la mesa del desayuno, que casi nunca había sido usada para su propósito, y anunciar que había preparado el almuerzo para ambos sin mencionar ni por equivocación que su madre había preparado aquella comida. E inesperadamente, fue perturbador saber que la doncella pudiese mentir con tanta naturalidad, cuando preguntaron como quien no sabe nada, si había preparado ella aquellos platos recibiendo como respuesta la sonrisa solemne y servicial de la muchacha. Debido a que, en ese momento no pudieron encontrar una excusa que les permitiera rechazar la comida, decidieron tomarla reticentes. Negarse sólo les afectaría a ellos, pues de ninguna manera sé arriesgarían a ir de nuevo a la cocina, ya que era probable que esa vez, no pudiesen eludir el encuentro de frente con su madre.

Sakura fue la primera en comenzar a comer, pues tal como había dicho antes a Sasuke estaba hambrienta, y qué esa comida fuese preparada por su madre daba igual cuando se tenía el estómago vacío. Sin embargo, al primer bocado un sentimiento algo extraño les acompañó hasta que terminaron

¡Estaba delicioso! Eso no podían negarlo, pero saber a conciencia cierta que esa era la primera comida, que tomaban preparada por su madre desde que tenían memoria, bueno, era patético y eso le restaba un poco a ese exquisito sabor.

Quizá aquella certeza había ocasionado cierta irritación en ellos el resto del día, por lo que se mantuvieron encerrados en la habitación separándose solamente cuando Sakura fue a su habitación a ducharse y cambiarse el pijama. Al principio de la noche, no pensaron mucho en su hermano, pero al pasar de las horas se dieron cuenta de que su ausencia no era algo normal.

Los guardias que rodeaban la mansión también les desconcertaban, era una molestia sentirse atrapados en aquella casa, solos, encerrados por voluntad propia, pero solos al fin. Habían intentado llamar a su hermano pero simplemente no respondía, le enviaron mensajes a Shikamaru pero este tampoco los devolvió. Lo único que sabían era que ambos debían estar juntos, pero ¿Y si había pasado algo? ¿Y sí esto o lo otro? ¡Demonios! La televisión seguía encendida pero ninguno de los dos le prestaba atención.

Acorde GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora