Si no nos queremos ni nosotros
¿por qué regalar nuestro tormento?
No quieras con el corazón tan roto
Si amarte es exigirte, no te quiero
Tengo más miedo por ti que por mi
— ¿Podemos hablar?
Se armó de valor para finalmente preguntar. Había pasado toda la noche observándola. Y la rubia no se quedaba atrás, aunque parecía ignorarlo, sabía que no había podido quitar sus ojos de él.
Ámbar miró de reojo a Aurora, quien parecía estar muriéndose de la risa por las ocurrencias de Matteo y regresó a Simón, asintiendo con la cabeza al mismo tiempo que se levantaba y le tomaba de la muñeca para que pudiesen hablar mejor.
Le observó con atención, expectante a lo que diría.
Simón suspiró— ¿Qué ocurre con nosotros, Ámbar?
— ¿A qué te refieres?
—Es algo tóxico, ¿sabes?—siguió hablando, mientras fruncía su ceño—. Esto de estarnos enojando por todo...Es algo muy estúpido también, y ya estoy harto. No solo por eso, sino también por el simple hecho de que tú pareces enojarte por cualquier cosa que haga. ¿Qué ocurre contigo, Ámbar? No eres así.
—No me conoces, entonces.
Se encogió de hombros.
Pues claro que no le iba a decir en la cara que todo era un plan.
O algo así...
—Ámbar, no. Ya, deja de hacerte la que no sabe nada. Deja de jugar a ser la chica mala sin sentimientos, ¿tanto te cuesta admitir que te gusto?
La rubia le sonrió de lado, llevando su mano hasta la mejilla del chico— Yo nunca dije nada al respecto... ¿te cuesta admitirlo a ti, Simón? ¿Te preocupa el qué dirán cuando se enteren de que te gusta la reina de la pista? No tienes lo que se requiere para salir conmigo.
—La Ámbar de verdad fue aquella que llevé a la terraza conmigo, no la loca sin sentimientos que manipula a las personas.
La de mirada felina cambió su rostro, sacada de onda por sus palabras. ¿Así la veía?
—Ay, pero Simón...Que malo que pienses así de mí. Tan bonito que pienso yo de ti, ¿sabes? El chico guitarrista que vino de México por Lunita...Aún te gusta, ¿no es así? ¿Por eso la pelea del Open? Porque te gusta, Luna Valente...Claro que ella te tiene como un amigo nada más, ¿no?
— ¿Qué rayos estás hablando, Ámbar?
—Pues...La verdad.
—Me gustas tú— le tomó de la muñeca en un rápido y limpio movimiento, atrayéndola a su cuerpo. Simón sonrió suavemente—. ¿Te cuesta mucho entenderlo?
Acercó sus labios. La rubia tiró de su mano para ver si podía soltarse y ponerse en una distancia segura, pero no lo logró. Eso solo provocó que Simón la acercarse más a él. Ámbar se tensó por completo, sin poder saber qué tenía planeado el mexicano.
—Simón, suéltame. Aurora o Matteo pueden venir en cualquier momento.
— ¿Y...Te preocupa lo que ellos piensen? — él preguntó en un susurro, su rostro estaba en una distancia peligrosa.
Ámbar le dio una mala mirada. Pero no respondió.
—Viste aquí la que tiene problemas con el qué dirán eres tú...Tienes miedo de lo que digan tus amigas, de lo que diga Aurora, o incluso Matteo...Tú eres la que tiene miedo y por eso colocas esos muros, por eso pretendes ser la chica que no siente absolutamente nada.
—Callaté.
Simón le sonrió burlón— Oblígame.
Había algo extraño en toda la situación, pero realmente le gustaba. Era algo nuevo. Porque no estaba acostumbrada a que Simón fuese de esa forma. Y es más, estaba segura de que algo tenía que estar ocurriendo. Porque en su cabeza aún no podía descifrar la razón por la cual él actuaba así. Tan seguro de sí mismo.
—Simón, hablo en serio...Suéltame.
Pero entonces, el chico hizo una acción que la tomó desprevenida. En un rápido movimiento que la tomó por sorpresa. Sujetó su rostro con ambas manos y lo atrajo al suyo, uniendo sus labios en un beso corto. La rubia estaba perpleja, estática también. Estaba besando a Simón, o mejor dicho. Él la estaba besando a ella. ¿Qué estás haciendo, Ámbar? No enamorarte, no enamorarte. ¿No te acuerdas? ¿Qué pasa cuando te enamoras, ah? ¿Qué es lo que pasa?
Te debilitas. Te vuelves tonta. Te vuelves dependiente.
No te enamores, Ámbar.
No te olvides.
Alguien la zarandeó y aunque no entendió mucho al comienzo, dio un respiro de tranquilidad cuando se dio cuenta de que estaba dormida en su habitación. La castaña en la cama de abajo le dio una mirada extrañada.
—Estabas haciendo mucho ruido, susurrabas cosas que no entendí... ¿Estabas teniendo una pesadilla? Casi despiertas a Delfi y a Jazmín...
Aurora dijo en un susurro.
Claro que todo de Simón y Matteo fue un sueño. Había sido demasiado bueno y demasiado extraño para ser verdad.
Ella sacudió la cabeza— Vuelve a dormir, Aurora. Estoy bien.
La castaña le dio una última mirada y tomó su celular, acostándose de vuelta en la almohada. Sin importarle qué hora fuera, le envió un mensaje a Simón.
Tengo un plan para que salgas con Ámbar, te veo en la plaza antes de ir al Roller.

ESTÁS LEYENDO
Broken
Fiksi Remaja"Quizás veas solo lo superficial. Me volví una experta en esto. Cuando me quebré, pegué tan bien mis piezas para que nadie notara lo rota que seguía estando". Basado en la serie de Disney: «Soy Luna». Todos los derechos a sus respectivos creadores.