17. Lo necesita

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—Así que...— Aurora se sentó en el sofá de la sala. El lugar donde Simón dormía desde que llegó de México. Él levantó la mirada de su guitarra y le sonrió levemente, prestándole atención. — ¿Dónde estabas ayer?

La miró por un rato, Simón intentaba descifrar si su amiga le había comentado algo al respecto, porque no sabía si Ámbar quería decirle a todo el mundo que estaba con él.

—Por ahí...

—Con Ámbar.

Aurora finalizó, sonriente de oreja a oreja. Su parte del plan era sencilla. Sacarle información a Simón, y el mero hecho de que tuviera que pasar mucho tiempo con él se lo facilitaba todo.

—Si ya lo sabías, ¿por qué la pregunta?

Se encogió de hombros, tildando la cabeza hacia un lado. —No lo sé. Curiosidad...Quizás quería escucharlo de tu parte. O quizás saber la razón por la cual la llevaste a ella...

—Ámbar necesitaba eso—replicó en voz baja y no sabía la razón. Pedro y Nico no estaban en casa, en realidad los dos estaban con Leonardo recogiendo algunas cosas del supermercado. —Ámbar necesitaba ser escuchada...Supongo.

— ¿Y lo hiciste?

—En lo que pude, sí.

Hizo una pausa y dejó la guitarra a un lado. Su cabeza se giró hasta enfocarse en la chica castaña. Con duda habló: —Aurora...Tú eres la persona que más la conoce, ¿qué le pasa a Ámbar? ¿Por qué es así?

— ¿Y el interés de dónde salió?— no pudo evitar soltarle una sonrisa pícara.

—Aurora, es en serio. Quiero saber.

—Esos son asuntos de ella, no me gusta hablar sobre esas cosas personales suyas— admitió. —Pero, si en serio quieres saber sobre Ámbar, ve y habla con ella. Otra vez. Lo necesita.

—Lo sé, eres una buena amiga, Rori— le sonrió a la chica.

Aurora lo pensó un poco. ¿Realmente era una buena amiga? Estaba ayudando a Ámbar a completar su plan, pero para eso significaba que tenía que jugar doble partida con las demás personas, especialmente con Simón y Luna. De esta última, no era tan cercana, pero una persona era una persona.

El hecho de cubrir a Ámbar con sus mentiras, ¿eso la hacía buena amiga? Sin embargo, si la delataba, ¿era ella una mala amiga? ¿Eran Delfi y Jazmín buenas amigas? Siempre intentaban hacer lo mejor por Ámbar, y Delfina siempre se preocupaba por la castaña. Y Jazmín...Bueno, ella era otro mundo.

—Los chicos se están tardando, ¿no?— se levantó del sofá y caminó hacia la cocina. Simón asintió la cabeza, levantándose también. Abrió la envera y solo vio un paquete de gomitas ácidas abierto, lo tomó y se giró para mirar a Simón con una ceja levantada. — ¿En serio?

—Esas son mías.

Se las quitó de las manos y comió el resto de las gomitas que quedaban, pero tuvo que llevar su mano a su boca para escupirlo, causando la risa de la pequeña Navarro. Simón con apuro fue hasta la cesta de basura y lo tiró todo ahí. — ¡Están vencidas!

—Pues para la próxima, revisa la fecha, tonto.

Simón le hizo burla, agudizando su voz para sonar más como ella, pero no llegando a triunfar. Ambos estallaron en carcajadas, justo al momento en el que la puerta del apartamento se abrió y un grupo de personas entró, también riéndose sobre algo.

Sus ojos fueron a parar en la forma en la que el chico del que ella gustaba, rodeaba a Luna Valente por los hombros. Su risa se cortó de golpe y sintió un gran dolor en su pecho. Molestia. Le picaba la piel por la ansiedad de ese momento.

¿Por qué estaba Luna Valente ahí y qué hacía de esa forma con él?

—Miren a quién encontramos en el camino, se queda a cenar.

Anunció Leonardo. Nico pasó por alto el comportamiento de su hermana, Luna y Leonardo también. Pero para Pedro y Simón fue muy notorio el repentino cambio de humor y de actitud de la chica.

Aurora forzó una sonrisa. —Excelente. 

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Tarde pero seguro

¡tengan una linda tarde!

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora