16. A seguir con el plan

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La castaña caminó lo más rápido que pudo hasta el parque. Se tardó un poco en encontrarla, pero lo hizo. Su rubia amiga estaba sentada en una de las bancas. De frente hacia una de las fuentes del lugar, su mirada estaba perdida en el agua. 

Aurora suponía que ella debía estar hecha un desastre, es más, estaba casi segura que por dentro, los pensamientos de Ámbar no la dejaban en paz. 

— ¿Vas a explicarme, entonces?

Le sonríe suavemente, sentándose. Se sorprendió de notar los ojos algo rojos de la chica y aunque ella había hecho su mayor esfuerzo por quitar cualquier rastro de lágrimas de sus ojos. Aurora era su mejor amiga, la conocía demasiado bien. O eso le gustaba pensar. —Ámbar, ¿qué pasó?

—Muchas cosas.

Replicó. En su mente, solo intentaba ordenar sus pensamientos. Pero cada segundo que lo hacía, el rostro de Simón aparecía en su cabeza. Dejó salir un gruñido de frustración, mientras sostenía la cabeza con ambas manos, y éstas estaban recostadas de sus piernas.

Aurora solo la observó en silencio. —Demasiadas cosas, Rori...Anoche me escapé de la mansión.

Empezó.

Aurora la miró atentamente. Eso ya lo suponía, con quién, por qué, hacia dónde, esas eran las preguntas a las que quería una respuesta. No por chismosa, si no por esa frase que había dicho con tanto miedo y confusión que provocó que la castaña saliera lo más rápido que pudo hacia el parque.

—Alguien llamó a mi teléfono y me dijo que iba a mostrarme algo...—Parecía una tortura para ella explicar la situación. — Subimos a la azotea de un edificio. Jamás había estado en un lugar así. Ni siquiera en lo más mínimo...Y la vista, vaya...— Si alguien escuchara a la rubia ene se momento como lo estaba haciendo Aurora, no la reconocerían.

Todo el mundo tenía una idea sobre lo que era Ámbar. O lo que se suponía que debía decir, hacer o vestir. Raramente, ella se tomaba la molestia de fingir ser la chica egocéntrica y sin sentimientos cuando estaba con su mejor amiga. Algunas veces, había pensado en ser más amable con Delfi y Jazmín, pero por alguna razón, no podía.

Quizás era porque Aurora la había conocido dechica, y ella sabía cómo era su madrina. La situación con sus padres de viajetodo el tiempo...O eso era lo que ambas siempre decían. En realidad, para las doschicas, los padres de Ámbar estaban en un viaje por el mundo ejecutando algunostrabajos a empresas de renombre en el exterior. Ese había sido un hecho que ambasdebían de decir desde pequeñas. Desde que ambas recordaban, esa era surespuesta.     


—Ámbar, yo sé que quizás sea algo cortante...Pero quiero que me digas con quién estabas anoche, ¿De quién te enamoraste?

Aurora sonó preocupada por ella. Y eso era lo que la rubia necesitaba, alguien que se preocupara por ella.

La mirada pérdida de Ámbar, retomó a la fría y calculadora que solía llevar muchas veces. Dentro de ella, se reclamaba por haber dicho que se estaba enamorando. Eso no era una afirmación. En ningún momento pretendía que fuera un hecho. Era una suposición. Una que en su momento de confusión se había apoderado de su mente. No lo iba a aceptar así de fácil.

Ella no se enamoró de Simón.

Ella no estaba enamorada de Simón.

Y ella en definitiva, no se iba a enamorar de él.

No.

Simplemente no.

— ¿Ámbar?

La chica de mirada felina observó a su amiga y le sonrió. —Simón. Estaba con Simón.

Una pizca de sorpresa y confusión se apoderó de la mirada de Aurora. Y de sus expresiones en general. Algo dentro de ella, suponía que era Simón. Es que, todo coincidía. El hecho que él tampoco estuviera en el Roller, ni en el apartamento de los chicos en la mañana, daba mucho que decir. Claro, eso era si eras muy atento a los detalles. 

— Así que...—Comenzó diciendo, — ¿estás enamorada de Simón?

Ámbar soltó una risa sarcástica y seca. Lo cual terminó de confundir a su mejor amiga. —No, Aurora. No me enamoré de él. Pero estoy segura de que lo tengo en la palma de mi mano...Aún tengo que hacer algunas cosas, pero estoy segura de que Simón se va a enamorar de mí.

Ella podía asegurar haberla escuchado decir que se había enamorado de él. Pero decidió seguirle el juego a la rubia, sonriéndole levemente. — ¿Qué tienes planeado hacer?

—Simple. Seguir con el plan.

.

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 ¡Hola! No saben lo mucho que lamento no haber cumplido con mi palabra de publicar los dos capítulos. Quiero que sepan que si los escribí, cuando los iba a publicar algo pasó con el internet y siempre decía que no podía culminar la acción. 

Pensé en subir los dos capítulos hoy pero dejaré el otro para mañana en la tarde...

En serio espero disculpe ese pequeño fallo mío lol. Y que hayan tenido una excelente semana Santa,

¡tengan un lindo día!

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora