33. Esa foto es verdadera.

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Se levantó bien temprano la mañana siguiente. Las demás permanecían dormidas y eso le daba un poco de tranquilidad. Se puso el uniforme del Blake y se peinó el cabello con su cepillo rosado brillante. Miró su teléfono y notó la hora. Apenas serían las seis y media de la mañana. Tomó su bolso y salió de la mansión de forma silenciosa.

Se apresuró a ir a la plaza, pero no pudo evitar detenerse en un café y comprar uno tanto para ella como para Simón.

Soltó una risa involuntaria cuando lo vio sentado en uno de los bancos de la plaza, su cabeza estaba entre sus manos. Probablemente estaba cabeceando.

Se acercó sigilosamente, colocó uno de los cafés en el banco y dio un leve toque en su cabeza para llamar su atención.

El mexicano subió la cabeza de inmediato, con una mirada cansada reflejada en sus ojos.

Aurora le pasó el café, dándole una sonrisa amable.

—Buenos días, ¿llevas acá mucho tiempo?

Cuestionó.

Simón tildó la cabeza y le dio un corto sorbo a su café. Aurora se sentó junto a él en la banca y en un par de segundos empezó a contarle el que según ella, era un plan magnífico.

—Así que...¿Ese es tu plan?

Se notaba algo inconforme y escéptico. Dudaba mucho que solamente eso fuese lo que requería salir con la rubia. Aurora le dio una mirada pesada y él suspiró.

—Escucha, Rori. Sé que piensas que va a funcionar. Pero quizás...Quizás no lo haga. Y Ámbar y yo simplemente no estamos destinados a estar juntos.

—¿Destinados a estar juntos? ¿Quién eres, mi abuela?— ella rodó los ojos, con fastidio—. Nadie dice eso en estos días. Actualizate, por favor.

—Aurora, esto es algo serio.

La castaña bufó, cruzándose de brazos. —¿Y es que crees que no lo sé? Esto con Ámbar no sucedía desde que ella empezó a salir con Matteo hace tiempo atrás. Y es algo muy raro, sobre todo para ella porque se niega a aceptar en voz alta que siente algo por ti.

—¿Cómo puedes sentir algo por una persona que no conoces por completo? Ella no sabe bien quién soy, ni yo tampoco sé bien quién es ella...Es un poco complicado. 

—Es complicado porque ustedes lo hacen ver complicado— Aurora resopló— ¿no te gustaría salir con ella? ¿Y conocerse? 

—La Ámbar que estuvo ese día en la azotea conmigo es una Ámbar que estoy seguro que no voy a ver en mucho tiempo, al menos no con personas a su alrededor...

—Escucha, Simón. Ella ha pasado por mucho en el pasado, cosas que no tienes ni idea. 

Él le dio una mirada decaída—. ¿Y es que no crees que lo sé? Tuvo que haber pasado por mucho, pero ella no me dirá esas cosas. Porque no confía en mí. Esto es un juego, Aurora. No sé si para ella, o para mí. Pero creo que esto es algo...—suspiró—. No podemos estar juntos. 

—¿Estás bromeando, Simón? ¿Te estás escuchando?—Aurora juntó sus cejas, entrecerró un poco los ojos después— ¡Tienes que ganarte su confianza! ¿Sabes cuántas veces confió en muchas personas y la decepcionaron? Simón, tú eres lo que ella necesita. 

—Aurora, pero es que...

—¿Muy ocupados los dos?

La castaña despegó la vista de Simón, y observó ahora al rubio que se notaba un poco molesto y distante.—Son las siete y media, Simón. Quedamos con los chicos para hacer las restauraciones a la pista. 

Simón miró a Aurora algo confundido, porque Leonardo estaba haciendo como si la castaña no estuviera presente. 

—Sí, lo siento. Es sólo que había quedado de verme con Rori y...

—Vamos. Nico y Pedro están esperando por nosotros. 

Le interrumpió. Simón se puso de pie y Aurora también. Desconcertada. Jaló a su novio por la muñeca, llamando su atención, o para al menos hacer un intento. Sintió su corazón partirse un poco cuando Leonardo le dio esa mirada fría y seca que él solía darle a Ámbar. 

—¿Qué ocurre? 

Ella decidió preguntar. 

Del bolsillo trasero sacó lo que parecía ser un papel doblado y lo tiró hacia ella antes de empezar a caminar lejos de ellos. Simón, tras darle una mirada de disculpa y sin entender a Aurora, se fue. La chica se dispuso a desdoblar el papel y dejó salir un pequeño bufido cuando observó de qué se trataba. Era una foto suya y de Matteo, aparentemente besándose.

Arrugó la foto y sacó su teléfono para llamar a Delfina. Cuando le escuchó preguntar dónde estaba, no le respondió. Fue directo al punto. 

 —¿Qué sabes de la estúpida foto de Matteo y yo besándonos? 

—¿Qué? ¿Te besaste con Matteo? 

Delfi le dio una mirada a Ámbar, mientras que la rubia la observaba en silencio, prestando atención a la conversación. Sonrió para sus adentros. 

—¡No! Y ahora hay una foto de nosotros dos, aparentemente besándonos y Leonardo perdió la cabeza. Está enojado conmigo. Y yo no puedo decirle nada, porque sí parece que nos besamos. Esto es ridículo. 

—Bien, vamos en camino al Blake. Te vemos allá. 

Mientras iban en el auto, Jazmín seguía hablando sobre algo que había visto en un blog. Pero Delfi no podía dejar de pensar en que Ámbar tenía algo que ver con la foto, así que no se contuvo, y le preguntó en voz baja: —Tú hiciste esa foto, ¿no es así? 

La rubia elevó una ceja, dándole una mirada ladeada.—Delfi, pero por favor, ¿qué estás diciendo? 

—Ámbar, es en serio. Leonardo está peleado con Aurora por culpa de ello. Si querías que Luna se alejara de Matteo...

Ámbar soltó una carcajada sarcástica.— Ni te creas que es así. Pero, es una gran noticia saber que Autteo volvió, ¿no? Quiero decir, estuve esperando años por esto. 

—Lo hiciste tú. 

Ya no era una pregunta, Delfi estaba segura. Ámbar rodó los ojos, sonriéndole. Negó la cabeza y suspiró. —Pensé en hacerlo, pero no he sido yo quién lo ha llevado a cabo. Esa foto es verdadera, anoche ocurrió eso. ¿Que podemos hacer? 

Sé que todo esto se está desarrollando super lento, pero es para darle una historia de respaldo y que no sea al cien por ciento la misma historia de Soy Luna. Pero prometo que las cosas van a empezar a tornarse buenas...

Perdón por no actualizar antes, la universidad ocupa 22/7 de mi día ;((

Gracias por leer a los que siguen aquí,

mucho amor.




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