53-. Dile.

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Quería tomarme el tiempo de agradecer a: 

MayaAgatha, 

Nimjazz, 

PaolaBlanco893,

Parejitadearte

por comentar en los capítulos. 

Muchas gracias xx 

Ámbar Smith no podía ser débil.

Lo tenía prohibido.

Así había estado pensado por un tiempo ya y era muy difícil sacarse eso de la cabeza.

Y eso en cierta forma, la volvía insegura. Lo cual en definitiva era algo que no le gustaba. Detestaba sentirse insegura. Y desde que sabía que era Sol Benson, así se sentía. Sentía que no sabía nada. Que no tenía ni idea de quién era.

Pero estaba clara que quería hacer las cosas bien.

Y se lo hizo saber a Aurora.

—Sé que hice cosas horribles en el pasado— Ámbar le detuvo en el pasillo antes de que bajaran las escaleras para cenar.

Su mejor amiga le dio una mirada sin decir palabra.

—Y por todo eso en verdad lo siento, y tú eres la primera persona a la que debo pedirle disculpas...esta vez quiero hacer las cosas bien, Rori.

Ella tragó con dificultad.

Abrió su boca, dispuesta a decirle lo que Manuel le había dicho, pero la voz del propio chico las interrumpió. Ámbar le regaló una sonrisa y sujetó su muñeca antes de apurarla para bajar rápido. Una vez abajo, le dio una mirada al español que ya se hacía la idea de la razón de la cara algo irritada de Aurora, pero no dijo nada. Pasó su brazo alrededor de sus hombros y besó su mejilla.

Ámbar rodó los ojos y meneó la cabeza, mascullando que empalagaban.

Pero sonrió muy bajito.

Le gustaba verlos a los dos felices.

Esa noche fue algo...diferente. Fue la primera noche en dónde todos en la casa supieron que Ámbar Smith en realidad era Sol Benson, la hija de Lily y Bernie...la sobrina de Sharon Benson.

Aurora no dijo nada cuando sintió la mirada tensa de Manuel sobre ella.

—«¿Por qué no le dijiste?»

Le preguntó él después de que todos se fueran a dormir. Acompañó a la chica hasta el apartamento de su Tío Gary en donde se hospedaban los chicos.

—« ¿Qué iba a decirle? ¿Qué Sharon le está mintiendo?»— Pasó una mano por su cabello. —«No sabemos eso».

—« ¿De qué hablas? Claro que lo sabemos, ella no es Sol Benson, es imposible».

Manuel le miró con el ceño fruncido.

—«No estamos seguros de eso, ¿bien? ¿Qué pasa si estamos equivocados y ella en verdad es Sol Benson?»

—«Es que eso es lo que no entiendes, Aurora...Hay más posibilidades de que todo esto sea una farsa a que no lo sea... ¿tanto te cuesta creerlo?»

Bajó la mirada—. «Ámbar no va a creerme».

—«Haz el intento, porque si se llega a enterar que es todo una mentira y que nosotros sabíamos...entonces, estará muy enfadada...y Ámbar no es alguien al que queramos enfadar».

—«Pero no puedo ir y simplemente decirle la verdad, no va a creerme. No sabemos cuál es la verdad, Manuel».

—«Espera...no lo haces porque tengas miedo de eso. Lo haces porque crees que yo te estoy mintiendo...dudas que Sharon sea capaz de mentirles a ti y a Ámbar».

Se quedó en silencio.

Él asintió, apretando sus labios. Una risa algo seca salió de boca para darse vuelta e irse.

—«Sólo no quiero que salga lastimada...»

Se atrevió a hablar cuando el chico empezó a caminar lejos de ella.

Manuel se detuvo y se dio vuelta.

Notó la honesta mirada en sus ojos chocolate.



¿Vas a decirle hoy?

Dos días después del gran anuncio recibió ese mensaje cuando estaban cenando.

Juntó sus labios y apagó la pantalla del teléfono.

Dile.

Dile.

Dile.

Su teléfono empezó a vibrar una y otra vez. Aurora le dedicó una mirada asesina al muchacho y él se encogió de hombros. No quería ser él que le dijera, no porque no era capaz, sino que quería que su mejor amiga le explicara sus razones y entonces, si era necesario y sólo si era muy necesario, él le contaría su versión de la historia.

— ¿Alguien vio a Amanda hoy?

El señor Alfredo preguntó con una mirada de preocupación.

Ámbar elevó su ceja. — ¿Por qué el interés?

—Pues porque se me acercó ayer muy alterada asegurándome que nos estaban mintiendo a todos en la casa y que debía salir de aquí en cuanto antes...

Aurora se atragantó con su comida y tuvo que toser varias veces para poder volver a respirar con tranquilidad. Manuel le dio una mirada, insistiendo que era el momento. Pero Sharon posicionó sus ojos sobre ella y esa mirada severa le dio escalofríos.

—Rori, ¿estás bien?

Se escuchó preocupada la rubia.

Su mejor amiga logró cabecear. No podía mentirle a Ámbar, nunca podía mentirle a Ámbar.

—Ámbar, tengo que decirte algo y si no lo hago ahora voy a explotar— escupió la chica de golpe.

Manuel tensó la mandíbula y la castaña sintió la mirada confusa de Alfredo y la penetrante vista de Sharon Benson sobre ella. Le quemaba su mirada.

— ¿Qué tienes que decirme?

Interrogó con algo de miedo, pero colocó una sonrisa falsa en sus labios con brillo.

Aurora humedeció su boca y respiró profundo.

Pero ninguna palabra salió de ella. Rey apareció en el comedor con sus expresiones serias y anunció que el padre de Aurora estaba afuera esperando por ella para llevarla a casa.

Antes de salir por la puerta de la mansión, una mano se aferró a su muñeca y la sostuvo con brusquedad. Ella giró su cabeza, sobresaltada y tensó su cuerpo al ver a Rey.

—Mucho cuidado con lo que dices.

Siseó.

Era oficial, Ámbar vivía en una mentira. 

Tan pronto llegó a  su casa, subió hasta su habitación y trancó su puerta, tomando su teléfono. Marcó el número de la rubia y al tercer tono, ella contestó con cierta confusión.

—¿Se te quedó algo, Rori? Te fuiste hace nada. 

Respiró profundo. 

—¿Estás sola, Ámbar? 

—No...Manuel está acá conmigo...Espera, ¿me llamaste sólo para hablar con él? Lo hiciste, ¿no es así? 

Le acusó. 

Así que las palabras que dejaron los labios de Aurora, la dejaron helada. 

—Tú no eres Sol Benson. 


BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora