||ADELANTO||

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Este es un pequeño adelanto del último capítulo. Lo estaré subiendo mañana a lo largo del día. Espero disfruten.

No había actualizado porque hasta ayer estábamos celebrando navidad y haciendo los preparativos de año nuevo🎉🎉  Ojalá todos hayan tenido una bonita navidad y muchas bendiciones.

Gracias por leer la novela, votar y comentar💖❤️

Pasen una linda noche

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—Y esta amiga tuya... Ámbar, ¿es bonita?

Levantó su vista de su teléfono y lo miró por encima de sus lentes de sol oscuros. El ojiazul sonrió con burla y soltó una risa cuando ella le dio con su botín de tacón.

—Déjala en paz.

—Me has hecho venir contigo a Cancún para acompañarte a una competencia de patinaje con tu amiga Ámbar... Disculpa si lo que me importó de todo esto fue tu amiga Ámbar.

Se encogió de hombros, riendo.

Aurora rodó sus ojos. —Eres un tonto, Sebastián.

—Espero no serlo tanto como nuestro querido Nicolás.

Bajaron del auto. Aurora le siguió, llevando su maleta. Soltó una risa seca y meneo la cabeza. —No, tranquilo. Nicolás está hasta el otro punto de la estupidez.

Sebastián le rodeó con sus brazos y sonrió con gracia. —Me gusta escuchar eso...¿Podemos hacer que mi papá te adopte? No me agradan los tíos de toda manera, tus padres son...

— ¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?

Aurora enderezó su cabeza en dirección a la voz. No pudo contenerse de sonreír cuando vio al mexicano junto con Nico, Pedro y Matteo.

—Aurora...

—Mi primo favorito... Pensé que te alegrarías de verme— Sebastián frunció sus labios. —Estuve todo el viaje queriendo encontrarme contigo.

—Pensé que te quedarías en Argentina.

—Yo igual, pero luego Rori dijo que necesitaba un viaje de descanso... Y aquí estamos. —Él sonrió de oreja a oreja. —. ¿Estos son tus amigos?

—No te metas en problemas, Aurora.

Pidió Nico con honestidad.

Simón la miró en silencio. El cambio que había tenido era diferente a lo que era antes. La chica sintió los ojos del mexicano y le regaló una sonrisa falsa, guiñando su ojo.

—Oh, Nicolás... Que poca fe le tienes... Míranos, somos incapaces de causar problemas mientras estamos de vacaciones.

Sebastián se rió un poco. —Quizás podamos encontrarnos más tarde y tomar algo en el restaurante... Invita a tus amigos, puedo ver que el de short azul gusta de Rori no deja de mirarla.

Aurora no tardó en reírse. Matteo tensó los músculos y meneó la cabeza antes de mascullar algo e irse.

—Ay, sigo disfrutando molestar a tu ex, Rori... —suspiro. —Bueno. Muchachos, mi prima y yo tenemos mucho que organizar para nuestras vacaciones. Nos veremos después.

Cuando se dieron vuelta para seguir su camino hacia la recepción del hotel y conseguir la llave de sus habitaciones, Simón le detuvo. Sebastián le echó una mirada y ella asintió y le pidió que se adelantará por las llaves.

Se dio vuelta para encarar al muchacho.

—Simón, Simón... Que dicha para mis ojos verte...

—¿Qué intentas hacer, Aurora?

Él demandó, frunciendo el ceño. —¿Ámbar está aquí también? ¿Van a arruinarnos el viaje?

—Sé que tienes muchas historias macabras de nosotras siendo brujas en tu pequeña cabecita... Pero no, Simón. No hemos venido a arruinarles el viaje. Y no... —se encogió de hombros. —Ámbar no está aquí conmigo.

No todavía, al menos.

—Escucha —ella le quemo la piel con sus ojos cuando le vio tomarla de la muñeca. Tensó su cuerpo pero él prosiguió. —No se metan en más problemas. Sé que dije cosas... Feas sobre ustedes. Pero aún tengo esperanza de que no sean malas personas.

—Lástima que lo seamos —ella sonrió de oreja a oreja. Una sonrisa de alegría maliciosa. Se soltó del agarre y acomodó los lentes de sol sobre su cabello, revelando la misma chispa en sus ojos cafés. —Despertaron al aquelarre equivocado.

—Aurora...

—Me voy—dijo fuerte, acomodó sus lentes sobre el puente de su nariz. Le lanzó otra de sus sonrisas burlona. Hizo movimientos con sus manos. —Tengo que volar...

Se fue riendo sola hasta el mostrador. Sebastián estaba recostado de él meneando la cabeza en su dirección. Ella hizo una reverencia y se rió otra vez.

—Supongo que ese fue todo un espectáculo, eh.

Volteó la cabeza con rapidez al escuchar esa voz suave. Sus labios se curvaron hacia arriba de inmediato y en un parpadeo, estaba abrazando al chico. —¡Pensé que llegarían aquí mañana!

Ella exclamó, se separó un poco de él.

—Sí, bueno. Tu novio es un quejica que no puede estar sin ti ni un segundo. Es bebé, tiene que aprender a ser menos apegado con las personas.

Ámbar masculló con molestia, quitó los lentes de sol de su rostro, revelando sus ojos claros. Escaneó a su mejor amiga y sonrió de lado. —También te extrañe, Rori.

—Ámbar. No podrás...

—Así que esta chica bonita es Ámbar Smith...

Sebastian se interpuso entre Aurora y la rubia. Manuel elevó una ceja en dirección a la castaña y ella se encogió de hombros antes de susurrarle que no le prestara atención.

Ámbar encarnó una ceja. —Disculpa, ¿te conozco?

—Soy Sebastián, el primo de Aurora... Y tu próximo novio, rubia soleada.

—Agh, estas siendo un idiota, Sebastián —Aurora le hizo saber. Sujetó su maleta con su mano libre ya que la otra sostenía la mano de su novio. —Ámbar, vamos. Hay que preparar la cosas para la competencia. Sebastián, lleva mi maleta.

Soltó la mano de Manuel para entrelazar el brazo con su mejor amiga. Ámbar se giró hacia el primo de Aurora y lo miró por unos segundos. Él guiñó su ojo y camino junto a ellas.

—Sabes, Sebastian...

Decidió comentar cuando entraron al elevador.

Él elevó una ceja, mirandola inquisitivamente.

Ámbar tildó la cabeza. —No necesito un novio ahora mismo—le dejó en claro. Sonrió de lado. —Pero una distracción no me vendría nada mal.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora