— ¡Bien, chicos y chicas! ¿Están listos para escuchar algo más de música?—el público aplaudió y gritó—. Porque aunque ya vayamos por la mitad de nuestro Open, todavía quedan personas muy talentosas...Con ustedes, ¡Leonardo!
Incluso Ámbar aplaudió.
Aurora le miró mal y la rubia se encogió de hombros.
—No sabía que cantaría— Delfi comentó sentada en la mesa junto a ellas. Estaba del lado de Aurora. — ¿Es una nueva canción?
—No me importa— Aurora masculló de mala gana.
Ámbar sonrió con burla. —Aurora, claro que te importa, estás esforzándote mucho en parecer como si no lo hiciera, pero sí te importa— Hizo una pausa y suspiró—. De igual forma, lo que iba a decirte es que quizás te estás pasando un poco con tu actitud hacia él. Hablé con Simón sobre todo el asunto y me dijo que...
— ¿Hablaste con Simón sobre como trato a Leonardo?— ella preguntó incrédula. Su mejor amiga asintió con tranquilidad—. ¿Qué? ¿Para qué?
—Porque Simón lo conoce, pensé que podría ayudarme a encontrar una forma de que te escuche y se dé cuenta de que cometió un error.
—Pensé que lo odiabas— Delfi comentó con cierta sospecha.
Ámbar se encogió de hombros.
—No me agrada, eso es verdad. Pero tú le quieres, Rori. Y como tu mejor amiga, debo de ayudarte.
Claro que Delfi no se tragaba toda esa palabrería.
El lugar se llenó de aplausos tan pronto el rubio se subió al escenario. Traía la guitarra en sus manos y estaba conectada a un amplificador de sonido. Sus ojos fueron a parar en la castaña de ojos marrones como la madera y fijó su vista en ella. Sostuvo el micrófono que estaba en el pedestal justo en el centro del escenario.
—Quiero que todos le den un fuerte aplauso a Luna Valente— dijo. Aurora sintió su corazón apretujarse en su pecho. —Por ayudarme con esta canción...y quiero dedicársela a alguien de la audiencia. No diré nombres, pero ella sabe para quién es.
—Rori, ¡te está mirando a ti!— Delfi susurró bajito y con emoción.
La muchacha le mantuvo la mirada al rubio en el escenario con la mandíbula tensa. Apretó sus labios en línea recta.
—Es para Luna, ya me lo dijo.
—Es para ti, Aurora.
Ámbar le aseguró.
Quiero confesarte que ya tengo la certeza de que tu recuerdo vive adentro de mi piel Tengo un corazón que está perdiendo la cabeza porque se dio cuenta que ha caído entre tus pies. Las chicas en el Roller enloquecieron al escucharle cantar. Leonardo causaba ese impacto en las personas, más que todo en las chicas. Busco algún pretexto para acercarme a tu lado. Si me sale bien tal vez parezca accidental. Por fin usaré todo el coraje que he guardado...para confesarte lo que nunca pude hablar...
Aurora notó lo emocionada que se veía Luna, pero los orbes marrones del chico no se despegaban de ella misma y eso le ponía los pelos puntas. ¿Era para ella?
Quiero convencerte pero no quiero arriesgarme a perderte y que te quieras ir porque siempre que te miro yo nunca se muy bien que decir...
Todos aplaudían al ritmo de la canción y Aurora no sabía ni siquiera qué hacer. Miró a Ámbar uno segundos en busca de que le diera una señal de qué hacer, pero la chica por primera vez parecía estar concentrada en escuchar la canción. Acuérdate de mí. Que para mí tú siempre vas primero. Yo soy discreto pero igual te quiero. Perdón si no he sabido como hablarte de lo que siento por ti...
La chica sintió que sus ojos le perforaban la piel.
Su corazón latía con mucha rapidez en su pecho mientras que la ilusión volvía a recorrerla por completo.
¿Esta era su forma de disculparse? ¿Esta era su forma de decirle que lo sentía?
Nunca he estado cerca de aprender como olvidarte, sonrió el chico con nostalgia...Para ser honesto nunca lo quise intentar. Cada vez que se reunía con para que le diera ideas con la canción, lo único que estaba en su cabeza era Aurora Navarro. No se la podía sacar ni siquiera por casualidad porque siempre había algo que le recordaba a ella.
Vivo con la maldición de verte en todas partes. Aunque al fin y al cabo me hace falta verte más.
Alguien tocó el hombro de las dos chicas para llamar su atención.
Acuérdate de mí.
—Les toca después de Leonardo, primero vas tú, Ámbar— les anunció Ramiro.
La rubia asintió y se puso de pie. A Aurora le tomó más tiempo en hacerlo, no podía despegar la vista del chico en el escenario y entonces sus ojos soltaron los suyos y dijo unas palabras que le rompieron toda la ilusión. Por favor, Luna, sube. Toma el crédito por todo esto. Te debo las gracias, señorita.
—Rori...
Delfi le llamó, sabiendo bien qué estaba pensado. La morocha negó la cabeza y su rostro se endureció.
—No, ni te molestes. Te dije que era para Luna.
Delfina bufó con fastidio.
Justo cuando creyó que las cosas irían bien, todo salió mal.

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Broken
Teen Fiction"Quizás veas solo lo superficial. Me volví una experta en esto. Cuando me quebré, pegué tan bien mis piezas para que nadie notara lo rota que seguía estando". Basado en la serie de Disney: «Soy Luna». Todos los derechos a sus respectivos creadores.