-Aurora, ¿estás segura de que quieres hacer esto?
Ámbar interrogó. Tenían que tener cuidado de no ensuciarse sus uniformes porque si llegaba a funcionar su plan tenían que ser las últimas personas en las que pensarían.
-Ámabar...Ámbar, es nuestra oportunidad de dejar las cosas en empate. Hay que aprovecharlas.
-Pensé que ya había un empate.
Ella comentó.
-No, estaba esperando algo de tiempo para que las personas olvidaran muchas cosas... Sobre todo Manuel, él me ayudó con las pinturas.
-¿En verdad vamos a llenar a Jim y a Yam con esto?
-Y a Luna.
Añadió ella. Siempre recordándole a Luna Valente.
Ámbar suspiró. -Rori, creo que por primera vez no quiero hacer algo así. Simón no me habla desde hace dos días y me tiene confundida... Ni siquiera me ve igual. En los entrenamientos ni siquiera está concentrado y es de lo peor. Me ha dejado caer tres veces y en el entrenamiento de hoy incluso dijo que no podía patinar conmigo... ¿Qué rayos le pasa?
Aurora detuvo lo que hacía.
Suspiró.
Bien, quizás ni siquiera le había prestado atención a su amiga en el momento en que Simón decidió aplicarles la famosa y estúpida ley del hielo a las dos. Pero no lo vio como algo extraño, quizás desubicado pero no extraño del todo. Pensó que se trataba de una especie de respiro por haber pasado tanto tiempo con ellas.
Pero que a Ámbar le preocupara era lo que le afectaba. Si a Ámbar le preocupaba, le dolía. Porque era su amiga. Y Simón también, así que de alguna u otra forma, a Aurora también le dolía un poquito que el chico pasara totalmente de ellas.
-Quizás tiene un reto de hacer silencio.
-Aurora eso es lo más tonto que has dicho hoy. Y mira que has dicho cosas bastante tontas hoy.
-Ámbar, escucha... No lo sé, Simón es raro. A veces creo que tiene problemas serios en esa cabeza porque agarra molestias de la nada y luego se le pasan. Así que tranquila, lo más seguro es que hoy te hable.
-¿Por qué lo dices?
-Créeme, lo hará.
(*)
Y aunque Aurora se equivocó, Ámbar decidió terminar el silencio entre los dos.
-Simón. Listo, me harte. No sé qué te pasa y tienes que decirme. En una relación hay confianza.
-¿Confianza?- repitió con incredulidad, elevando su tono de voz. La veia como si quisiera creer que no había dicho eso. Ámbar se cruzó de brazos y asintió. -No puedo creerte, ¿vas a jugarme esa carta?
-¿Ahora de qué hablas tú?
-Claro que en una relación tiene que haber confianza, pero también tiene que haber honestidad. Tiene que ser algo saludable.
-Pues, ya ves. No sé qué te costaba hablarme.
-Tú.
Replicó. -Me costaba hablarte porque sabía lo que habías hecho. Sabía lo que hiciste, Ámbar. Sabía lo que tú y Aurora planearon tantas veces. Me decepcionaste, Ámbar. Pensé que habías cambiado, pero no fue así.
Cada palabra atravesó sus oídos y cuando su cerebro las procesó, un hilo de pánico se corrió por todo su cuerpo.
-¿Por qué me mentiste?-preguntó él.
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Broken
Roman pour Adolescents"Quizás veas solo lo superficial. Me volví una experta en esto. Cuando me quebré, pegué tan bien mis piezas para que nadie notara lo rota que seguía estando". Basado en la serie de Disney: «Soy Luna». Todos los derechos a sus respectivos creadores.