7. Ámbar Smith

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Cuando se está en un incendio, hay gases que pueden intoxicar a una persona sin que esta se dé cuenta. Para ser específico, el monóxido de carbono. El fuego consume el oxígeno necesario para respirar y elimina monóxido de carbono que es tóxico. Por eso, nunca se debe estar en un espacio cerrado con humo y fuego.

Aurora quitó la chaqueta que tenía para intentar tapar las rendijas de la puerta y evitar que entrar más humo. Funcionó por los primeros minutos, al cabo de una hora, gran parte de la sala de mantenimiento estaba cubierta por humo, la chica estaba en el suelo, abrazando sus rodillas. Recordaba haber leído alguna vez que en las zonas inferiores el aire está menos contaminado.

Y justo cuando pensó que para el momento en que la encontraran ya estaría calcinada por las llamaradas de fuego, fue como un milagro. Recuera vagamente cómo llegó al hospital. El bombero le preguntó quién era, y ella solo respondió con el número de su papá. Lo primero que se le vino a la mente en ese momento.

El bombero pidiendo que se mantuviera despierta, pero entonces, dejó de escuchar su voz y cayó en sueño.

Ese día, todos estaban algo conmocionados. Entre escuchar que Aurora estaba en el hospital por los gases ingeridos y que la pista del Jam & Roller estaba echa cenizas. - ¿Te encuentras bien?

El chico preguntó nuevamente. Aurora sonrió, ladeando su cabeza levemente. -Estoy bien, al menos, tan bien como puedo estar. No hay más pista.

Hubo un corto silencio y Aurora lo entendió. O intentó hacerlo.

- ¿Piensan que he sido yo que lo ha provocado?

Leonardo dudó en responderle-. No, pero quieren averiguar qué lo ha ocasionado. Los bomberos informaron que la puerta estaba trabada desde antes de que comenzara el incendio.

- ¿Y eso cómo lo han sabido?

Se encogió de hombros. La chica suspiró pesadamente y decidió levantarse. -Vamos, que debo ir a ayudar con la pista. E intentar saber qué ha pasado.

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-¿Dónde estaban? ¿Por qué se han tardado tanto?- Ámbar exclamó, ansiedad corriendo por sus venas. Delfi la detuvo.

-Estás así por lo que ocurrió en la pista, ¿no?

La acusó directamente. Pero Jazmín no lo comprendió. La rubia le sostuvo la mirada, intentando intimidarla. Pero Delfi, por primera vez, no lo dejó. - Habla, Ámbar. ¿Qué hiciste?

- ¡Nada!- exclamó finalmente. - Nada, no quise quemar la pista.

La pelirroja abrió sus ojos en sorpresa, mirando a su amiga con incredulidad. - ¿Qué? ¿Fuiste tú?

-No, se callan las dos, ¿de acuerdo? No vuelvan a decir algo así. Fue un accidente.

-Seguro que sí- Delfi masculló con sarcasmo.

-Tienen que creerme, lo único que yo quería era destruir esas estúpidas cámaras...No quería que todo se prendiera todo fuego. ¡Y menos sabía que Aurora iba a estar ahí!

Lo demostrara o no, era su mejor amiga. Casi su hermana, y que eso le hubiera ocurrido por su culpa, le tenía algo mal. Internamente, pero le afectaba.

- ¡Ámbar, pero es que te has vuelto loca! ¿Sabes la magnitud del problema?- Antes de que pudiera decir algo más, la rubia la interrumpió.

-Te callas la boca, Delfina, ¿me estás escuchando? Ustedes no saben nada, y yo no he hecho nada, ¿bien? Si alguien pregunta, se hacen las que no saben nada.

Hubo un silencio forzado. Delfi quería hablar, decirle que estaba mal. Pero no la escucharía, y mucho menos a Jazmín, que en ese momento, ni cuenta se daba de la gravedad del asunto. Si en algún momento se llegase a descubrir qué había ocurrido, quizás ellas también terminarían perjudicadas.

- ¿Qué hice yo?

Las dos chicas intercambiaron miradas. Quizás esto solo lo hacían porque hasta ese momento, lo más importante para ellas era mantener la amistad de Ámbar, ser parte de su grupo social de amistad.

-Nada.

La rubia no se esperaba lo que le iba a pasar, todo lo que se desarrollaría a partir de ese momento.

El momento en que Ámbar Smith, comenzaría su historia.

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Ten una linda noche;D

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