21. ¿Estás enamorado de Luna, Leonardo?

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- ¡Llegamos!-Simón anunció apenas los tres entraron al apartamento.

Para la sorpresa (no realmente) de Aurora, el rubio estaba con su hermano y Pedro en la sala. Se balanceó sobre sus pies. El uniforme del trabajo ya no lo traía puesto. Ahora usaba su linda falda blanca de tablas con una blusa cuello Peter Pan y sus zapatos de tacón clásico.

Leonardo le sonrió relajado. Como siempre.

-Hola, Aurora.

Fue hasta ella para besar su mejilla, pero la chica fue de largo hasta la mesa de la cocina, donde estaba Pedro apenas sirviendo las malteadas.

Leonardo frunció el ceño, dándole una mirada de confusión a Simón. Pero el rubio elevó su ceja al ver la forma en la que Simón tenía rodeada a Ámbar con su brazo.

-Hola.

Ámbar pasó por su lado, alejándose de Simón y se sentó en la mesa junto con Aurora. Las dos chicas empezaron a cotillear sobre distintas cosas, la castaña ignorando por completo la presencia del rubio.

-¿Cómo te fue en el trabajo, Rori?- Pedro preguntó con una sonrisa amable. La castaña se la devolvió y levantó sus pulgares. - ¿No hablarás ahora?

- ¿Por qué estás enojada ahora, Aurora?- Leonardo decidió preguntar y el apartamento quedó en un silencio. Ámbar se aclaró la garganta, apunto de decir algo para desviar la atención de Aurora, pero Leonardo lo evitó. -No, escucha, Ámbar. Podrás ser amiga de Aurora, quizás la mejor amiga, pero aquí no eres ninguna reina de la pista ni nada. No te entrometas.

- ¿Disculpa?

Le miró sacada de onda, todas sus buenas vibras se estaban esfumando cada vez más rápido. Aurora frunció su ceño, justo al mismo tiempo que Simón.

- ¿Qué haces aquí, siquiera? ¿Por qué no estás con tus minions? Delfina y Jazmín, mejor ve y búscalas.

La rubia se puso de pie, endureciendo su mirada cada vez que daba un paso para estar cerca de Leonardo-. ¿Sabes con quién estás hablando? ¿Quién te crees que eres para hablarme de esa forma?

-Si vas a hablar mal de mis amigos, mejor vete, Leonardo- Aurora anunció con la voz más seria y sin sentimientos con la que pudo haber hablado. -Tú no eres relevante aquí.

-Soy tu novio.

Sentenció el chico. -Y esto es por tu bien, ¿qué no ves lo que Ámbar le hizo a Luna todas esas veces? ¿Lo que nos hizo a todos nosotros?

Leonardo juntó sus cejas. Parecía como si le hubieran lavado el cerebro con estupideces, pero por alguna razón Ámbar se sentía amenazada.

Aurora se puso de pie, dejando salir una risa sarcástica de sus labios. -Claro, claro. Lo que le hizo a Luna, me imagino que de eso se trata todo, ¿no? Siempre Luna. ¿Es que ahora te gusta? ¿Qué tiene esa niñita que les gusta a todos? ¿Qué tiene ella que también te atrapó a ti, Leonardo? Dímelo, me muero por saber.

- ¿De qué rayos estás hablando, Aurora? ¿Perdiste la cabeza?- Leonardo exclamó-. ¿No ves que esto no es sobre Luna y yo? Esto es sobre las cosas malas que Ámbar ha hecho y de todo esto, tú vas a salir lastimada o involucrada un día, Aurora. Solo me preocupo por ti.

-No eres mi papá para hacerlo- espetó la chica con enojo.

-Esto es justo lo que quiere Ámbar, ¿sabes? Que te alejes de todos aquellos que te quieren para luego usarte como una marioneta, tal como Delfina y Jazmín. No pensé que fueses del tipo de chica que deja que la usen a su antojo.

-No me busques, Leonardo. Porque me vas a encontrar.

Nico, Pedro y Simón sentían la necesidad de entrometerse y cortar la discusión. Pero simplemente aún parecían intentar ver cómo digerir todo lo dicho por Aurora. Porque parecía otra persona.

-Yo te voy a hacer una simple y sencilla pregunta, Ámbar... ¿Qué hacías el día que la pista de Roller se incendió?

-Estaba en su casa- Simón habló por la chica, reaccionando-. Yo la llamé, estaba en su casa. No fue ella, Leonardo. No hagas acusaciones, ¿sí? Es mejor que dejemos las cosas como están. Y que nos calmemos.

- ¿Estás seguro de eso? Ella perfectamente pudo haber ido hasta el Roller y ocasionar el incendio. Sin importarle que tú estuvieras ahí, Aurora.

No estaba muy lejos de la realidad, pero Ámbar desconocía por completo que su mejor amiga estuviera en el lugar. Y ella no quería causar el incendio...eso solo sucedió. Y no pudo detenerlo.

-Cierra la boca-Ámbar rodó sus ojos-. ¿Por qué no le cuentas mejor lo que hiciste tú? Ya que solo pretendes dejarme mal a mí, Leonardo. Déjate de juegos y di lo que hiciste.

Aurora miró a la rubia sin entender. Pero por dentro tenía un mal presentimiento. No quería enterarse de lo que había hecho el rubio porque sentía que la única perjudicada iba a ser ella. Pero cuando Leonardo no dijo nada, Ámbar sacó su teléfono y buscó la foto que jazmín le había enviado.

La foto que ellas dos habían editado.

Cualquiera notaría que era una linda foto. Una foto que sería la meta para muchas parejas. Una chica y un c hico besándose. Pero los que estaban en la foto no eran precisamente pareja. Su garganta se secó y su cuerpo se puso rígido cuando notó quienes eran los de la foto.

- ¿Qué es?

Leonardo interrogó, al notar el drástico cambio en la chica. Parecía indefensa. Parecía rota. Y eso le asustó por algún motivo. Nico se acercó a su hermana, tomando el teléfono para ver lo que sea que haya causado esa reacción y sus ojos se tornaron confusos.

¿Qué hacía Leonardo besándose con Luna?

Se volteó hacia su amigo-. Creo que es mejor que te vayas, Leonardo. Ya es algo tarde.

-No, Nico. ¿Qué le mostraste, Ámbar? ¿Qué hiciste?- se acercó hacia Aurora, pero la chica retrocedió, negando la cabeza repetidamente. -Aurora...

-Luna...Te besaste con Luna...

Tanto Simón como Pedro voltearon a ver al chico rubio con sorpresa. Eran una especie de sentimientos encontrados. ¿Qué estaba pasando? Leonardo negó la cabeza inmediatamente. -No, no. Escucha, no es así. Nosotros estabamos ayudando a Jazmín con un video, pero nunca nos besamos.

- ¿Y qué? ¿Me vas a decir que los de la foto no son ustedes dos?

Leonardo tomó el teléfono de la rubia y detalló la foto, con desespero. En efecto eran ellos dos y ni siquiera parecía editada, pero en ningún momento se había besado con Luna. Miró a Ámbar y notó la mirada que siempre tenía, la mirada de te gané otra vez. -Aurora, tienes que creerme. No me besé con Luna.

Negó la cabeza-. No, ni te molestes. Todo encaja ahora. La razón por la que pasabas tanto tiempo con ella, el por qué la defiendes todo el tiempo. Te gusta Luna, ¿no es así?

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Pues...No creo poder encontrar las palabras para disculparme por nunca actualizar. Pero con el Internet sin funcionar tan a menudo realmente no me deja más opción que no poder subir capítulos. Sin embargo, el hecho de que ustedes sigan leyendo el fanfic, me llena de mucha alegría, no tienen ni la menor idea de cuan alegre me he puesto cuando veo la cifra de vistas y de votos que tiene la fic.

Quizás no sea mucho comparado con otras cifras, pero para mí se siente como si fueran millones.

Ahora que Soy Luna termino, se siente un gran vacío en mi vida, sin exagerar. Pero escribir este fanfic me hace sentir bien. A todos aquellos que sigan leyendo, les doy mil gracias. Porque son capaces de hacerme sentir extremadamente bien por el simple hecho de que les guste lo que escribo, espero que tengan una noche increíble.

Si lo desean, pueden pasarse por mi otra novela que comenzaré a subir a partir de Octubre y se llama YOUNG, dejen sus opiniones si lo desean.

Los quiero muchísimo,

Girl.


BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora