—Y esta amiga tuya... Ámbar, ¿es bonita?
Levantó su vista de su teléfono y lo miró por encima de sus lentes de sol oscuros. El ojiazul sonrió con burla y soltó una risa cuando ella le dio con su botín de tacón.
—Déjala en paz.
—Me has hecho venir contigo a Cancún para acompañarte a una competencia de patinaje con tu amiga Ámbar... Disculpa si lo que me importó de todo esto fue tu amiga Ámbar.
Se encogió de hombros, riendo.
Aurora rodó sus ojos. —Eres un tonto, Sebastián.
—Espero no serlo tanto como nuestro querido Nicolás.
Bajaron del auto. Aurora le siguió, llevando su maleta. Soltó una risa seca y meneo la cabeza. —No, tranquilo. Nicolás está hasta el otro punto de la estupidez.
Sebastián le rodeó con sus brazos y sonrió con gracia. —Me gusta escuchar eso...¿Podemos hacer que mi papá te adopte? No me agradan los tíos de toda manera, tus padres son...
— ¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?
Aurora enderezó su cabeza en dirección a la voz. No pudo contenerse de sonreír cuando vio al mexicano junto con Nico, Pedro y Matteo.
—Aurora...
—Mi primo favorito... Pensé que te alegrarías de verme— Sebastián frunció sus labios. —Estuve todo el viaje queriendo encontrarme contigo.
—Pensé que te quedarías en Argentina.
—Yo igual, pero luego Rori dijo que necesitaba un viaje de descanso... Y aquí estamos. —Él sonrió de oreja a oreja. —. ¿Estos son tus amigos?
—No te metas en problemas, Aurora.
Pidió Nico con honestidad.
Simón la miró en silencio. El cambio que había tenido era diferente a lo que era antes. La chica sintió los ojos del mexicano y le regaló una sonrisa falsa, guiñando su ojo.
—Oh, Nicolás... Que poca fe le tienes... Míranos, somos incapaces de causar problemas mientras estamos de vacaciones.
Sebastián se rió un poco. —Quizás podamos encontrarnos más tarde y tomar algo en el restaurante... Invita a tus amigos, puedo ver que el de short azul gusta de Rori no deja de mirarla.
Aurora no tardó en reírse. Matteo tensó los músculos y meneó la cabeza antes de mascullar algo e irse.
—Ay, sigo disfrutando molestar a tu ex, Rori... —suspiro. —Bueno. Muchachos, mi prima y yo tenemos mucho que organizar para nuestras vacaciones. Nos veremos después.
Cuando se dieron vuelta para seguir su camino hacia la recepción del hotel y conseguir la llave de sus habitaciones, Simón le detuvo. Sebastián le echó una mirada y ella asintió y le pidió que se adelantará por las llaves.
Se dio vuelta para encarar al muchacho.
—Simón, Simón... Que dicha para mis ojos verte...
—¿Qué intentas hacer, Aurora?
Él demandó, frunciendo el ceño. —¿Ámbar está aquí también? ¿Van a arruinarnos el viaje?
—Sé que tienes muchas historias macabras de nosotras siendo brujas en tu pequeña cabecita... Pero no, Simón. No hemos venido a arruinarles el viaje. Y no... —se encogió de hombros. —Ámbar no está aquí conmigo.
No todavía, al menos.
—Escucha —ella le quemo la piel con sus ojos cuando le vio tomarla de la muñeca. Tensó su cuerpo pero él prosiguió. —No se metan en más problemas. Sé que dije cosas... Feas sobre ustedes. Pero aún tengo esperanza de que no sean malas personas.

ESTÁS LEYENDO
Broken
Ficção Adolescente"Quizás veas solo lo superficial. Me volví una experta en esto. Cuando me quebré, pegué tan bien mis piezas para que nadie notara lo rota que seguía estando". Basado en la serie de Disney: «Soy Luna». Todos los derechos a sus respectivos creadores.