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Jungkook secaba con delicadeza al pequeño cachorrito ante la mirada de Taehyung.

Ambos estaban sucios de nuevo. El castaño tenía la camisa arremangada hasta los codos, mientras que la camisa de manga corta de Jungkook seguía empapada. El mayor tenía que evitar mirar como la misma se pegaba al cuerpo del mas chico, desviando la mirada.

-¿Necesitaremos otra cosa?-Murmuró Jungkook, tratando de secar bien al perrito que comenzaba a moverse.

-Creo que algo con que mantenerlo calientito estaría bien.-Contestó, dudoso.-¿Tienes alguna sábana que ya no uses?

El azabache enrrolló al animalito en la toalla y lo mantuvo entre sus brazos sin aplastarlo, mientras comenzaba a pensar. Inconscientemente, comenzó a arrullarlo al sentirlo un poco inquieto.

-Ahora que lo mencionas, creo que sí.-Miró al cachorrito, y luego miró a su novio.-Trata de buscarla , es muy muy pequeña y color azul cielo, creo que está en el cuarto de lavado.

Los ojos del mayor se pasearon a través de la casa solo para volver a caer en el azabache.

-¿Y donde se supone que está el cuarto de lavado?-Jungkook suspiró en respuesta.

-Lo lamento, olvidé que no sabías.-Pausó un momento.-Es la habitación derecha junto a la mía, allí vas a encontrar algunas repisas. Hay varias sábanas dobladas, la de la esquina es la que buscamos.

-Bien, aunque no prometo encontrar algo.-Murmuró, encaminándose hacia las escaleras.

Subió éstas de dos en dos rápidamente, mientras las instrucciones del menor se repetían en su cabeza.

Guiado por las mismas, corrió hacia el lugar y entró en el cuarto. Buscó con la mirada.

Cuando finalmente creyó encontrarla, caminó tranquilamente hacia la repisa y se puso de puntillas para poder alcanzarla. La tomó entre sus manos y aspiró aliviado, ya que normalmente nunca encontraba nada de lo que le pedían.

Se dirigió a la salida de la habitación y ahora bajó tranquilamente, ya que la anterior vez casi se medio mata.

-¿Es esta?-Cuestionó, alzándola a la vista del menor, quien asintió con ambos ojos cerrados.

Se posó junto al azabache, sonriendo y entregándole la tela, con la cuál el perrito fué cubierto.

-¿Le pondremos un nombre?-Murmuró el menor, recargándose en su hombro. Lo abrazó por los hombros en respuesta y acarició suavemente la cabecita del pequeño cachorro.

-Claro.-Respondió con simpleza.-Pero, ¿Cuál?

-No lo sé.-Dijo, mirándolo.-Tu eres el creativo aquí, piensa.

Taehyung dirigió una mano a su barbilla, pensando. Miró a su novio y a su ahora mascota, tratando de encontrar un nombre ideal para el animalito. Analizó característica por característica, para ver si encontraba algo singular como para nombrarlo en honor a ello.

Pero lo único en lo que pudo pensar fué en el color de su pelaje. Marrón con negro, una linda combinación. Fué entonces que por fin, el nombre ideal -según él- se le vino a la mente.

-¡Llamemoslo YeonTan!-Exclamó, sonriente.

El contrario lo miró curiosamente, ladeando la cabeza.

-¿YeonTan? ¿Por qué?-Cuestionó, mirando al perrito en su regazo.

-Kookie, recordemos que el yeontan es una briqueta de carbón que se usa para cocinar y calentar el hogar, pero que al mismo tiempo tiene un color parecido al de este perrito, o sea, el negro.-Explicó, ante la atenta mirada del menor.-Para mí es un buen nombre, no sé si lo sea para tí, ¿Que opinas?

El contrario observó por algunos minutos al animal, quien se encontraba acurrucado plácidamente en la sábana, ya entrando en calor. Sonrió con ternura y volteó a ver el castaño.

-Me gusta, YeonTan.-Respondió finalmente, provocando una sonrisa alegre en el mayor.

-Entonces, ¡Se llamará YeonTan!-Exclamó, abrazando al chico, haciendo que este riera felizmente, mientras rascaba levemente la cabeza del perro.

Recargaron sus cabezas, aún sonrientes.

-¡Ahora somos una familia!-Comentó Taehyung feliz.-Ya tenemos un hijo, Kookie, ¡Estoy feliz!

Jungkook besó la mejilla del mayor rápidamente y sonrió, asintiendo.

-Si, Tae.-Aclaró.-Ahora somos una familia. Tu, yo y YeonTan.

Esta frase provocó una calidez inmensa en el corazón del castaño, logrando que el mismo latiera rápidamente. Le gustaba mucho que sólo su pequeño novio pudiese hacerlo sentir de ese modo.

Lo envolvió entre sus brazos, abrazándolo fuertemente. Lo amaba demasiado, tanto como su corazón se lo permitía. Estaba seguro que cada día se enamoraba más y más de él, conociendo nuevas facetas y comportamientos suyos, pasando tiempo con él, y cumpliendo poco a poco todos sus deseos.

Le alegraba que el menor fuera la persona con quién pasaría el resto de su vida, con quien formaría una familia, y con quien viviría aventuras y momentos que estaba seguro que serían inolvidables, así como este. Estaba segurísimo que esta fecha nunca la olvidaría.

Tomó su mano y la besó con dulzura, provocando un sonrojo en el rostro ajeno. Este, sonrió tímidamente, entrelazando sus manos.

Amaba poder demostrarle todo lo que sentía por él.

Pero amaba más el hecho de lograr enamorar a su pequeño, y que este finalmente fuese mas expresivo.

Era tan hermoso cuando se besaban, o se abrazaban. El contacto con él era lo mejor que podía experimentar, era como si hubiese encontrado a su complemento.

Le encantaba que sus manos encajaran de manera tan perfecta.. o que los labios del más chico siempre tuviesen ese sabor tan dulce y natural que los caracterizaba. También amaba el hecho de como sus brazos podían envolverlo de manera tan perfecta, y que su cuerpo fuese tan hermoso, además de tener el tamaño perfecto como para poder caber entre los mismos.

Amaba todo de él, nunca se cansaría de decirlo. Y esperaba que algún día, a Jungkook también le pasara lo mismo.

Tan sumidos en su burbuja estaban que nisiquiera se percataron de el momento en el que Jimin y Jin ingresaron a la vivienda.

¿Lo único que pudieron escuchar?

-¡MI CAMISA!-Gritó el rubio, al percatarse de el hecho de que Taehyung la traía puesta, y además de eso, estaba totalmente sucia.

Los amo Jimmis 💜

➴ ❝ ¡No soy un pasivo! ❞┊Taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora