➴ ❝ ¡No soy un pasivo! ❞┊Taekook.

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╰──────➤ ⃟ 💭💜⁽¡ⁿᵒ ˢᵒʸ ᵘⁿ ᵖᵃˢⁱᵛᵒ!⁾

ola, perdí las dedicatorias. nO ME ODIEN POR FAVOR, AAAAAAAA. ╥﹏╥

Después de toda la insistencia por parte de Taehyung, diciendo que algo como un pastelito no iba a satisfacerlo por completo, Jungkook terminó comiendo algo rápido como lo podía ser una ensalada y unos sándwiches de queso derretido, los cuales definitivamente le habían llenado el estómago.

Se sentía mucho mejor, podía incluso decir que su fuerza había subido ahora. Justo en este momento caminaba junto al mayor, con las manos entrelazadas y éstas siendo balanceadas por parte de ambos. La mayoría del camino se la pasaron riendo y bromeando acerca de cosas triviales y pasajeras. Congeniaban muy bien, gracias a todo eso lograban que su conexión fuera profundizándose más.

El azabache se encontraba ansioso por saber a qué lugar lo llevaría el contrario, ya que de Taehyung podía esperar cualquier cosa. Era impredecible.

Había intentado persuadirlo o simplemente preguntarle directamente para que la respuesta fuese revelada y por fin pudiese salir de la duda que comenzaba a fastidiarlo. Odiaba las sorpresas por lo mismo, por tener que esperar para enterarse.

—TaeTae.. ¿Ya casi llegamos? —Bufó, mirándolo rápidamente. Este sólo sonrió levemente y asintió.

—Ya te dije que no seas ansioso, bebé. —Esto hizo que Jungkook quisiera protestar, pero en realidad no tenía nada que decir.

Quería quejarse de algo pero no tenía de qué, por lo que chasqueó su lengua y frunció su ceño, provocando que el otro voltease a verlo mientras reía divertido. Él no le veía la gracia.

—Yo quiero saber ya. —Insistió, mirándole suplicante. Lo tomó del brazo y comenzó a zarandearle sin ser brusco. —Anda~ Dime.

Taehyung rió más fuerte y siguió negándose al pedido del azabache, de ninguna forma iba a caer en su jueguito. Le enseñaría a ser paciente, eso sin duda alguna.

—No. —Negó una vez más, pero ésta vez volteando a verle. —¿Quieres que te cargue? Te ves un poco fastidiado de caminar.

Jungkook desvió su mirada al encontrar verdad en lo que el mayor decía. Habían caminado por más de media hora y comenzaba a cansarse, odiaba caminar. Pero, al mismo tiempo no quería que el otro tuviese que cargar con su peso durante el resto de la caminata. Aunque también no negaría que muy en el fondo quería que lo cargaran.

Al verlo, Kim negó divertido y se agachó un poco, frente al menor, haciendo que este chocara contra su algo ancha espalda. Este lo miró confundido al principio, pero luego pareció comprender y al querer decir algo, se vio interrumpido por él.

—Vamos, no te preocupes. Puedo hacerlo. —Murmuró, volteando un poco para verlo con una pequeña sonrisa.

Esta sonrisa se ensanchó en cuanto un peso extra se depositó en su espalda. Se enderezó, asegurándose de sostener correctamente a Jungkook para que no hubiesen posibilidades de que este se cayera de esta.

El más chico enrolló sus brazos alrededor del cuello adverso, claramente sin mucha fuerza para no ahorcarlo o lastimarle, eso era lo que menos quería. Sin poder evitarlo, se acercó a su cabello y olió un poco, sorprendiéndose ante el aroma a fresas que éste destilaba.

—¿Seguro que ya falta poco? —Hizo una mueca y apoyó el mentón en su cabeza.

El castaño asintió con lentitud, sin apartar la mirada del camino al ver que comenzaba a entrar en una zona con arboledas. Esto comenzaba a hacerse más familiar y eso le fue suficiente para saber que estaban prácticamente a nada de llegar.

—Si, estamos cerca. —Contestó, sonriendo. — Kookie, creo que este día es bastante lindo, me gustaría pasarlo en un lugar tranquilo contigo.

—Eso me gustaría bastante. —Mencionó, estando de acuerdo. —Pienso que a veces es genial aislarse un poco de todo el ruido y alboroto que hay en los alrededores.

—Sí.. yo también pienso eso.

Introduciéndose en el lugar, ambos se mantuvieron en un silencio para nada incómodo. La mirada del menor exploraba el área, el ambiente era fresco y agradable. Podía escucharse el suave canto de las avecillas que por ahí rondaban, al igual que las ramas y hojas quebrándose bajo los zapatos del mayor con cada paso que daba.

Luego de unos minutos, finalmente Jungkook fue depositado en el suelo para que pudiese caminar por su cuenta. Taehyung corrió como niño pequeño hacia una banca, haciendo que el azabache suspirara con una sonrisa en su rostro y avanzara hacia donde él se encontraba ya sentado.

Una vez ahí, el castaño se recargó en su hombro, entrelazando su mano con la contraria sobre el regazo del menor. Suspiró, cerrando sus ojos con tranquilidad al sentir la suave brisa acariciarle el rostro.

—Kook.. —Rompió el silencio ya pasados unos minutos, con un suave murmullo.

El otro recargó su mejilla contra la cabeza contraria, dejando salir un pequeño "¿uhm?" dándole a entender que prosiguiera.

—¿Te hago feliz? —Preguntó bajito, casi imperceptible para el contrario, quien frunció su ceño ya que la respuesta era obvia.

—No tengo palabras para explicarte todo lo que me haces sentir. Pero dentro de ello, créeme que está la felicidad. —Respondió en tono calmado, jugando con los dedos de Kim. —¿Por qué lo preguntas?

Una sonrisa débil surcó los labios del moreno, quien estaba indeciso entre si decirle o no. Normalmente se sentía confiado respecto a lo que sentía, hacía o decía, aunque esta situación era la excepción. Después de pensar tanto y dejar en completa tensión al ajeno, decidió que debía hablar.

—Me siento inseguro. —Confesó, presionando sus labios. —Siento que no soy suficiente para ti, que te aburrirás de mi en algún momento y que te irás. ¿Harías eso, Kookie?

—Por supuesto que no. —Su respuesta fue casi instantánea. En ese momento sus manos atravesaron una unión más fuerte, gracias al choque de emociones que hubo dentro de Jungkook por las palabras de Taehyung. —¿sabes? El que debería pensar eso soy yo. ¿cómo.. puedes soportar tanto? Soy insoportable, orgulloso, impulsivo e idiota. Creo que eso es suficiente como para hartar a alguien.

Un silencio breve se instaló ahí. Lo único que se escuchó fue el movimiento de los hojas de los árboles a causa del viento que comenzaba a ser recio contra éstas.

Kim se enderezó, y tan pronto como lo hizo buscó la mirada de su novio. Tomó su rostro entre sus manos, logrando que sus ojos conectaran.

—Porque te amo. —Murmuró, sonriendo levemente. —No sé como pasó, ni cuando, ni que hiciste para tenerme de esta forma por ti. Pero hay algo que debo asegurarte, y es que yo nunca voy a dejarte solo. Si necesitas alguien para llorar, para reír o simplemente para hacerte compañía, estoy aqui. Mi amor, podemos llamarle a esto un.. ¿amor a primera vista? Digámosle así. El destino nos quiso ver juntos, no importa que tanto nos separemos, por cuales situaciones pasemos, ni que decisiones tomemos. Lo que está destinado a ser, lo será. Y mi lugar es aquí, junto a ti. No importan tus actitudes, no importan tus defectos, tus errores ni mucho menos quien eres. Yo te voy a amar así, Jeon Jungkook, y espero que tú puedas hacer lo mismo.

Transcurrieron unos segundos antes de que los ojos del menor comenzaran a tornarse cristalinos, alarmando a su pareja. Este lo atrajo hacia su cuerpo para abrazarlo, cosa que fue facilitada al no ser negada por el adverso.

—No puede ser que seas tan lindo. —Susurró contra su pecho, refugiándose allí para que sus lágrimas no fuesen visibles. —Por supuesto que voy a quedarme a tu lado, tonto. Te amo, mucho.

Con calma, Taehyung sonrió. Depositó un besito en la cabellera oscura y regresó a su tarea de abrazarlo fuertemente.

—Me alegra oír eso, mi bebé. —Contestó, ampliando su sonrisa. —También te amo, y mi amor es más grande que el número de estrellas en el cielo.

Bien, puede que el corazón de Jungkookie no se encontrara muy bien en este momento por culpa de Taehyung.