Lazo Accidental [Junghope]

[02]

—¿Qué fue lo que hiciste ahora?, ¿por qué Seokjin estaba tan molesto?—Cuestionó Hoseok con una expresión llena de seriedad, observando fijamente al alfa moreno que estaba de pie frente a él.

—¿Conoces a Lee Taemin?—Preguntó Namjoon de manera inmediata y el omega asintió.— Bueno, la profesora Choi me pidió llevar unos libros a la biblioteca, me lo topé cerca del baño y me pidió ayuda porque parte de su chaqueta se atoró en la bragueta de su pantalón. Nos dirigimos al baño y como llevaba su mochila consigo le pedí unas tijeras prestadas para poder cortar la parte atorada.—Contó con tranquilidad.—Cuando la corte sus pantalones cayeron, fue justo cuando Jin entró, me sentí tan avergonzado y asustado que me levanté lo más rápido que pude y resbalé, me sostuve de Taemin para no caer y no me di cuenta de que parecía que estaba abrazándolo.—Terminó de hablar sintiendo las miradas incrédulas de Jungkook y Hoseok sobre su persona.

—¿Hablas en serio?—Preguntó el pelirrojo mirándolo con seriedad, a lo que Namjoon solo asintió.—Tú de verdad eres el colmo—Dijo colocando su mano sobre su frente en señal de frustración.—¿Qué haces ahí parado? ¡Ve y arregla esto si no quieres que su rompimiento sea definitivo!—Exclamó asustando al alfa moreno, quien entre tropezones salió corriendo de la cafetería como alma que se la lleva el diablo.

—¿Era necesario asustarlo de ese modo?—La voz de Jungkook se hizo oír y el omega volteó, encontrándose con la sonrisa ladina del castaño, quien miraba la puerta por la que Namjoon se marchó solo unos segundos atrás.

—Por supuesto—Respondió el omega con tranquilidad.

—¿También eres consiente de que Seokjin sería capaz de asesinarlo?—Preguntó antes de beber un sorbo de su jugo.

—No seas exagerado, además, Jimin está con ellos y es muy poco probable que él le permita a Jin asesinar a Namjoon por más enfadado que parezca. —Respondió para después tomar asiento nuevamente y concentrarse en terminar con su almuerzo.

Cuando el receso terminó, Jungkook y Hoseok caminaron en dirección al aula en la que debían tomar la clase de ingles, la cual compartían con la pareja Kim. Ambos se sentían realmente curiosos, ¿la pareja se había reconciliado o finalmente Namjoon no había logrado convencer a Jin de que su historia era verdadera y por ende habían terminado?, estaban totalmente deseosos de conocer el desenlace de la relación de sus amigos, por ello mantenían una charla, en la que debatían las posibles consecuencias de una ruptura entre la pareja.

Cuando estuvieron frente a la puerta,se adentraron al aula notando que habían sido los primeros en llegar, siendo seguidos por Kim Taehyung, un alfa de cabellera rubia que un tiempo atrás había sido el mejor amigo de Hoseok, hasta que Jungkook apareció, acaparando la atención del pelirrojo y por supuesto ganándose el odio del alfa rubio.

Ninguno dijo nada a pesar del incómodo y silencioso ambiente que se formó entre ellos gracias a que Hoseok quedaba en medio de los dos chicos, que no hacían más que mirarse con desagrado,deseos de asesinarse entre sí. Poco a poco sus demás compañeros fueron llegando, apareciendo también Jimin, quien apenas llegó a su lugar se dejó caer en el mismo soltando un suspiro lleno de pesadez.

—¿Qué paso con los otros dos?—Preguntó el pelirrojo refiriéndose a la pareja Kim y el omega rubio levantó la cabeza para después voltear observando a su amigo.

—Seokjin se negó a escuchar a Namjoon, ambos hicieron un drama más grande y al final Namjoon se lo llevó con la advertencia de que tenían que hablar y que no lo dejaría ir hasta que se dignará a escucharlo—Contó el rubio con voz calmada.—No me sorprendería que no aparezcan por lo que resta del día—Dijo simplemente y dirigió su vista a la pizarra en cuanto escuchó el saludo de la profesora de inglés que se adentraba en ese momento al aula.

Esa clase pasó de manera lenta y aburrida para el pelirrojo, que no hizo más que mirar la pizarra con aburrimiento mientras jugaba con su lápiz en espera de que esa maldita hora terminara. Cuando esto sucedió, se apresuró a guardar sus cuadernos y se puso de pie, esperando a Jungkook y Jimin, cuando estuvieron listos salieron del aula, donde los esperaba Yoongi quien se apresuró a tomar la mano de su pareja.

Los cuatro se encaminaron con lentitud al aula de historia, la favorita de Hoseok, y de la cual debían entregar un proyecto importante.

—Jungkook, ¿trajiste tu parte de la investigación?—Preguntó sonriendo esplendido en espera de una respuesta afirmativa, sin embargo, su sonrisa se desvaneció al observar la expresión de sorpresa y temor en el rostro del castaño.

—Bueno, yo...— Jungkook se rascó la nuca con nerviosismo.— Creo que la olvide en casa.—Sonrió con sintiendo un escalofrío recorrer su espalda, para después tragar saliva queriendo escapar del sitio al percibir el aroma de Hoseok volverse ácido, que era la señal más concreta de que el pelirrojo estaba enfadado. Definitivamente ese tampoco era su día.

[...]

El timbre que indicaba el final de la jornada de clases se hizo oír y todos los alumnos salieron de sus clases, deteniendo sus pasos y observando con curiosidad lo que sucedía en los pasillos, Jung Hoseok caminaba en dirección al aula de detención con una cara de pocos amigos mientras arrastraba a Jungkook de la oreja izquierda y soltaba maldiciones en bajo, mientras que el castaño se quejaba por el dolor que el agarre en su oreja provocaba y le pedía miles de disculpas al omega por haber olvidado su parte.

Detrás de ellos caminaban Yoongi y Jimin, quienes tenían las manos entrelazadas y se mantenían tranquilos observando la escena frente a ellos sintiéndose superados, si bien, al igual que el pelirrojo habían sido castigados y su calificación había disminuido, no se lo habían tomado tan mal como Hoseok lo había hecho, que en cuanto el castaño le comentó que había olvidado su parte del trabajo le dio una fuerte patada mandándolo a volar haciendo que impactará contra los casilleros y se llevará bastantes rasguños.

—¡Hobi, suéltame ya te dije que lo sentía!—Volvió a quejarse el beta en un chillido bastante ruidoso.

—Cállate—Gruñó en respuesta y soltó a Jungkook en cuanto estuvieron frente al aula de detención.

Una vez adentro se percataron de que había menos alumnos de lo normal, y el pelirrojo quiso salir huyendo en cuanto observó a Choi Minho, quien se mantenía entretenido leyendo un libro y que al notar su presencia le sonrió de manera coqueta. El omega desvío la mirada y caminó hasta el fondo del aula tomando asiento con lentitud, observó a Jeon sentarse a su derecha lo cual no le molesto en absoluto, hasta que observó nuevamente a Minho, quien se había cambiado de lugar para sentarse a su izquierda.

Se sintió incómodo ante aquello y se puso de pie con la intención de sentarse en otro sitio sintiendo de manera inmediata la mano del alfa rodear su muñeca con delicadeza.

—No huyas de mi, te aseguró que no voy a morderte—Comentó el alfa con una sonrisa amable acariciando su mano con delicadeza, un gruñido resonó en toda el aula y cada alumno buscó con la mirada al responsable de aquello, sin embargo, nadie se percató de quien había sido el responsable.

Hoseok tomó asiento nuevamente y no se arrepintió en absoluto, por el contrario, había disfrutado mucho de su hora de detención gracias a que Minho logró entablar una conversación con él y que supo mantener el ritmo de la misma, desencadenando también algunos chistes y anécdotas de su vida personal que habían logrado llamar la atención del pelirrojo, quien terminó por concluir que Choi Minho no era tan malo como pensaba.

Incluso llegó a pensar que podría ser interesante aceptar la propuesta de cortejo que el joven alfa le había hecho un tiempo atrás, tomando en cuenta también las restricciones que le daría al chico, pues no permitiría que este lo marcara bajo ninguna circunstancia, él no deseaba un lazo, ni mucho menos tener que depender de los sentimientos de alguien más.

Cuando volvió a su hogar se lanzó a su cama soltando un ronroneo perdiéndose en la suavidad de la misma sabiendo que no faltaría mucho para quedarse dormido, había sido un día bastante ajetreado, lleno de preocupaciones y molestias innecesarias.

Solo esperaba que el día siguiente fuera un poco más relajado.