[46]

3.6K 603 55
                                    

Hoseok abrió los ojos con lentitud sintiéndose bastante adolorido, hizo una mueca desconforme y sin tomarle mucha atención se sentó en la cama observando a su alrededor, esa no era su habitación. Los recuerdos de lo que había acontecido durante esos cuatro días cayeron sobre él como un balde de agua helada; había entrado en celo, Jungkook lo había marcado, muy seguramente todos lo habían escuchado, Jungkook lo había marcado, había sido su primera vez y ¡¡oh por dios, Jungkook lo había marcado!!

Ahogó un grito cuando al voltear a su derecha sintió un dolor en el cuello, y observó a Jungkook dormir tan tranquilamente con una sonrisa llena de satisfacción en su rostro.

—Hobi, ¿qué te parece una ronda más? — balbuceó entre sueños y un escalofrío recorrió la espina dorsal del pelirrojo.

-¡¡Hay pegarle, quiero pegarle!!

No sabía porque, pero la ocurrencia de su lobo lo hizo desear soltar una carcajada, pero no lo hizo.
Se puso de pie intentando ignorar el dolor en su espalda baja y caminó hacía el baño que se encontraba en la habitación, una vez allí se paró frente al espejo, su pelirroja cabellera se encontraba hecha un caos, sus labios se encontraban solo un poco hinchados, su tonalidad era más rojiza de lo normal y sus ojos aún se encontraban entrecerrados.

Soltó un pequeño bostezo para después estirarse, sintiéndose más cómodo, abrió el grifo y sintió el agua caliente en sus manos, lavó su cara y ya estando un poco más despierto, dirigió su mirada nuevamente a su reflejo, soltando una risita ante el desastre que se podía ver reflejado. Bajo su mirada un poco hasta llegar a su cuello y sonrió con orgullo, se sentía totalmente contento al tener nuevamente la marca de su alfa, pero lo que más feliz le hacía era que ya no se trataba de algo temporal, sino de algo que duraría para el resto de su vida.

—Buenos días — susurró una voz ronca y justo después sintió su cintura ser apresada con suavidad por dos fuertes brazos. — Mi marca luce perfecta en ti — comentó con dulzura para después depositar un beso en la mejilla del omega, su omega, quien se dejó hacer sin poder evitar ronronear ante lo reconfortante que era la presencia de su pareja a su lado, hasta que recordó algo.

—¡¡Ay casi lo olvido!! — exclamó separándose de Jungkook se manera brusca para después salir del baño como alma que se la lleva el diablo dejando al alfa sorprendido y algo aturdido.

—¡¡Oye espera, ¿a dónde vas?!! — preguntó el alfa en un grito para después salir corriendo tras su omega, ¿quién lo diría?, ahora no era necesaria la presencia de un tercero para arruinar sus momentos románticos, más bien ahora ellos mismos se encargaban de hacerlo.

[ ... ]

Eran alrededor de las dos de la tarde, ambos se encontraban en la sala de la casa, Hoseok tenía un libro en sus manos, y Jungkook se mantenía en la comodidad de las piernas de su omega con los ojos cerrados disfrutando de lo delicioso que era su aroma combinado con el del pelirrojo, sin duda, su fragancia favorita en el mundo.

Su momento de paz se fue al diablo gracias a que la puerta se abrió de manera brusca, haciendo que Hoseok se levantará asustado tirando a Jungkook al suelo, quien soltó un pequeño gruñido de disgusto.

—¡Hoseok! — el pelirrojo abrió los ojos exageradamente cuando su madre apareció frente a él tomando sus mejillas y observándolo con preocupación. — ¿Estás bien, te duele algo? — preguntó Seulgi mirando a su hijo negar repetidas veces aun sintiéndose sorprendido.

—¡Ya deja la paranoia! — su abuela interrumpió. — Y quitate de mi camino. — empujó lejos a la pelirroja, se acercó a Hoseok y casi le sacó el suéter de cuello alto que cubría su marca, al mirarla sonrió en grande sintiéndose orgullosa. — ¡¡Felicidades pequeños tórtolos, ahora están unidos para siempre!! — exclamó provocando que el silencio invadiera el lugar, Seulgi que deseaba lanzarse sobre ella para golpearla era detenida por Siwon, quien miraba a su madre sintiéndose superado.

—¿Gracias? — respondió Jungkook con el ceño fruncido un poco incómodo por la situación, si bien sabía que debía esperar ese tipo de reacciones, no se sentía a gusto con ellas.

—Oh, por cierto, Hoseok, ¿cómo te sientes? — preguntó Sodam curiosa y observó la confusión en el rostro del omega. — ¿Has tenido mareos, vómitos o algo parecido? — se sintió aliviada al ver al pelirrojo negar, sin embargo todos los presentes sintieron su corazón detenerse al ver la mueca de asco en el rostro de Hoseok antes de que saliera corriendo siendo seguido por Jungkook, quien se notaba bastante preocupado.

—Voy a prepararle un té al niño, lo va a necesitar — comentó la abuela con seriedad. —¡¡Bisnietos, allá voy!! — exclamó emocionada y salió de allí caminando muy feliz de la vida, siendo observada por todos los presentes que se sintieron mareados ante lo sucedido.

—¡Ay me dolió, tarado! — la voz de Jimin los sacó de sus pensamientos.

—¡No fue mi culpa, tú fuiste quien se quedó quieto! — se defendió el pálido. — Yo solo quiero saber si Hoseok esta bien. — sentenció.

—Pudiste haberme dicho — reclamó Jimin para después soltar un gruñido hacia su pareja. — ¡¿Ya pueden retirar esto?! — gruñó en dirección de Seulgi, quien negó con la cabeza. — ¡Oh por favor!

—Lo siento chicos, sus padres ordenaron que se quedaran así hasta que se reconciliaran — comentó Siwon. — Además perdí la copia de la llave que me dieron — comentó sintiéndose avergonzado al sentir las miradas asesinas de la pareja sobre él.

Mientras tanto, en uno de los baños se encontraba Hoseok sintiendo pequeñas lágrimas haciende presentes ante el esfuerzo, además del desagradable sabor de boca y ardor de garganta.

—¿Te sientes mejor? — preguntó Jungkook con dulzura sobando su espalda y el asintió.

—¿Por qué me seguiste? — preguntó ya frente al espejo. — No tenías que ver eso. — tomó un cepilló dental, colocándole pasta e introduciéndolo en su boca empezando a cepillar sus dientes con la intención de que tan desagradable sensación desapareciera.

—Somos pareja, y voy a acompañarte siempre, en las buenas y en las malas. — aseguró el pelinegro abrazándolo por detrás recargando su barbilla en el hombro de Hoseok. — Y voy a cuidarte siempre, así que nada debe darte pena frente a mi, ¿bien? — preguntó en un susurró lleno de dulzura.

— Bien — le respondió casi en un susurro justo después de terminar de lavar su boca.

Ambos se sonrieron  y enlazaron sus manos para volver a la sala, tenían mucho de que hablar con sus padres, empezando porqué Hoseok se quedaría a vivir definitivamente con los Jeon, lo habían hablado, entre muchos otros temas de gran relevancia que necesitaban ser tratados con seriedad.

—Lo siento, lo nuestro ya no va para más, terminamos — detuvieron sus pasos ante la voz de Jimin, y Hoseok no pudo evitar desviar su mirada hacía Yoongi que se había quedado en blanco ante las palabras de su pareja... O más bien, ex pareja.

Jungkook observó la expresión vacía en el rostro de Jimin, si hace unos días estaban en la mejor etapa de su relación, ¿qué diablos había pasado?, y ¿por qué en ese momento?, ¿por qué en ese maldito momento?

Lazo Accidental [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora