[07]

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Cuando llegaron al hogar de los Jeon, Hoseok se apresuró a bajar del auto con un par de maletas en sus manos y se adentró a la casa siguiendo a la madre de Jungkook, quien lo guió hacía la habitación de invitados, la cual sería su habitación durante su estancia allí.

—Esperó que te guste, con Jungkook nos dimos a la tarea de decorarla para ti en cuanto supimos que tu madre te permitiría quedarte—Comentó con una gran sonrisa al darse cuenta de que el pelirrojo miraba el sitio con emoción y parecía haberle gustado.

—Me encanta, muchas gracias señora Jeon—Respondió haciendo una reverencia y la mujer asintió con una pequeña sonrisa, para después salir de la habitación dejándolo solo.El omega soltó un suspiro lleno de cansancio y se dejó caer en la cómoda cama en la que dormiría a partir de ese momento. Cerró los ojos con la intención de relajarse sin poder lograrlo, ya que aún no podía creer que en realidad estuviera en esa situación,años atrás se había salvado de la marca de su primo, pero ahora tenía la marca de su mejor amigo, al parecer eso era un destino o un karma del que no podría escapar, y lo odiaba.

La puerta de la habitación se abrió con lentitud haciendo que el pelirrojo abriera los ojos y se levantará de golpe, encontrándose con la mirada avergonzada de su mejor amigo, sintió su corazón acelerarse y un extraño calor invadir sus mejillas, contrario a lo que se suponía que debía suceder, no le temía al joven alfa, ni tampoco sentía que estuviese peligro, mucho menos sentía las inmensas ganas de salir huyendo del sitio como las había sentido cuando éste lo marcó.

—Hola Hoseok—Saludó el castaño en un susurro nervioso sin atreverse a mirarlo y el omega se sentó en la cama.

—Hola—Respondió mirando a Jungkook adentrarse a la  habitación con pasos lentos e inseguros, y fue solo cuestión de segundos para que el aroma del joven llegará a las fosas nasales del omega, haciéndolo sentir mareado.Sándalo, un aroma muy poco común en alfas pero no por eso menos delicioso, anteriormente Hoseok había logrado percibirlo pero no imaginó que fuera el aroma natural del  joven, más bien, terminó confundiendolo con un simple perfume.

Estaba tan equivocado.—Pensó.

—¿Puedo sentarme?—Preguntó Jungkook una vez que estuvo frente a su mejor amigo, esperando que el pelirrojo no reaccionará de mala manera y lo echará a patadas de la habitación.

—Es tu casa, supongo que puedes hacerlo—Respondió el omega alzándose en hombros y  observó al castaño sentarse a su lado.

—Yo de verdad lo siento—Se disculpó por milésima vez en el día y en los labios del omega se dibujó una débil sonrisa.—Sabía que tú no querías ser marcado y-

—Jungkook...—Interrumpió el omega.—¿Escuchaste a la directora Park, no es así?—El castaño asintió—Entonces ¿entiendes que no fue culpa tuya?, no estabas en tus cinco sentidos y lo entiendo. Además no es una marca permanente, en unas cuántas semanas va a borrarse y todo será como antes.—Aseguró intentando sonar convincente, por supuesto que le había afectado lo sucedido, pero quería obligarse a entender que había sido un accidente y que su mejor amigo no merecía ser maltratado por un error.

—¿Puedo abrazarte?—Pidió el castaño con la intención de no mostrar que las últimas palabras del pelirrojo lo habían herido y el omega se tensó.

—No presiones a tu suerte—Respondió Hoseok con los brazos cruzados, pero al ver la sonrisa de Jungkook llena de ilusión no pudo resistirse—Ven acá—Pidió con una sonrisa y abrazó al alfa disfrutando de la calidez del mismo y del aroma que su mejor amigo despedía.

Si Jung Hoseok era sincero consigo mismo, tenía que admitir que adoraba a Jungkook, y aunque pensará en alejarlo cuando todo terminará, era consiente de que lo quería demasiado, tanto que le sería imposible estar lejos de él por mucho tiempo. Cuando se separaron se miraron fijamente con tranquilidad, y en el interior de ambos sus lobos soltaron un ronroneo.

Lazo Accidental [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora