[03]

10K 1.5K 565
                                    

Jung Hoseok caminaba perezosamente en dirección al instituto con una gran mueca de disgusto ya que era jueves y él nunca había sido fan de ese día, mucho menos cuando a la primera hora de clases tenía la agotadora y aburrida clase de contabilidad. Soltó un suspiro pesado y acomodó mejor su bolsón en su hombro sabiendo que no había nada que lo salvara de aquella clase.

—¡Hoseok!—Reconoció la voz de Minho llamándolo y detuvo sus pasos para después darse media vuelta y encontrarse con el apuesto alfa, quien se encontraba montado en una motocicleta, mientras lo miraba coqueto.— ¿Te llevo?—Propuso con amabilidad y gran entusiasmo mientras lo observaba.

El omega le tenía cierto temor a las motocicletas, pero al mirar la ilusión en los ojos del alfa no pudo negarse y terminó aceptando. En cuánto subió y durante todo el trayecto se abrazó fuertemente a la cintura del alfa, ya que temía caer, golpearse y por consecuencia adquirir una lesión.

—¿Ya llegamos?—Preguntó en un susurro nervioso sin dejar de ocultar su rostro en la espalda del joven, quien sonrió un poquito.

—No, solo faltan un par de calles.—Respondió Minho tranquilamente. La realidad es que habían llegado desde hace bastante tiempo, sin embargo, la parte lobuna del alfa se sentía tan cómoda y relajada con el aroma del pelirrojo tan cerca que decidió solo dar una vuelta más. —Ya llegamos —Avisó y el omega bajó de un salto quitándose aquel incómodo casco que el mayor le pidió usar.

—No volveré a subir a esa cosa—Advirtió devolviendo el objeto. —¡Estuve apunto de morir!— Dramatizó logrando que el alfa frente a él soltara una carcajada cargada de diversión.

—Oh, es una pena, yo quería llevarte a casa hoy—Respondió siguiéndole el juego al omega, quien le sonrió con tranquilidad.— Oye, sé que soy bastante insistente, pero de verdad me gustaría poder cortejarte—Comentó con total sinceridad deseando que el ambiente tan ameno que se había creado entre ellos no se desvaneciera por sus inoportunas palabras.

Hoseok permaneció en silencio por unos segundos que para el alfa fueron los más largos de su vida, llegando a creer incluso que nuevamente sería rechazado, pero no de una manera normal, sino de una muy cruel.

—Déjame pensarlo por hoy, al final del día tendrás mi respuesta, ¿estás de acuerdo?—Cuestionó el omega en tono relajado y su contrarió asintió repetidas veces sintiéndose feliz por esa pequeña esperanza.—Entremos—Pidió, Minho bajó de su vehículo y ambos se encaminaron hacía la entrada del instituto con tranquilidad, sin percatarse de que a una distancia no tan grande se encontraban Jimin, Yoongi y Jungkook, quienes habían observado toda la escena. 

Los dos primeros sonreían con diversión, mientras que Jeon Jungkook tenía el ceño fruncido, sintiéndose verdaderamente disgustado ante la escena que había presenciado.

—¿Quién lo diría?—La voz de Yoongi no se hizo esperar.— Y tanto que Hoseok aseguraba que no tenía ni el menor interés en Minho.—Se burló con una gran sonrisa.

—Estoy seguro de que para mañana ese par será una pareja—Se le unió Jimin, quien parecía encantado con la idea.

Una sensación desagradable se instaló en el pecho del castaño y no lo entendía, nunca le había molestado que un alfa se acercará tanto a Hoseok, ¿entonces por qué se sentía de esa manera?

—Buenos días—Una voz conocida rompió la burbuja en la que se encontraba y volteó observando a Seokjin, y no pudo evitar mostrarse sorprendido al observar que el omega pelirosa portaba una marca de unión, que servía para hacer saber a todo el mundo que el joven omega había sido reclamado por su pareja.

Una idea para nada agradable se instaló en su mente y llegó a considerarla, sin embargo, se obligó a sí mismo a desecharla al escuchar el timbre que indicaba el inicio de clases sonar.

[...]

El omega Jung Hoseok soltó un pequeño bostezo tapándolo con el dorso de su mano y devolvió la mirada a la pizarra en la que la profesora Choi, una omega con un pésimo carácter y aroma amargo había anotado las cuentas de capital que necesitarían para poder realizar un estado de resultados correctamente.

Mientras tanto, detrás de él, Jeon Jungkook maldecía en bajo, pues al parecer su celo se estaba encendiendo y el aroma tan llamativo del pelirrojo no estaba ayudando en nada.

Intentó mantenerse distraído mirando en dirección a la pizarra, sin embargo, Hoseok hizo un movimiento brusco al intentar evitar que su cuaderno cayera al suelo provocando que su cabellera rojiza rozará con la nariz del alfa que al percibir un poco más de cerca el dulce aroma a frutos rojos y algodón de azúcar que el omega emanaba perdió el control de sí mismo dejando todo en manos de su lobo. 

"Mio"

Esa palabra resonó en toda el aula provocando que el silencio la invadiera y todas las miradas se posaran sobre el supuesto beta, incluyendo a Jung Hoseok que lo miraba con completa sorpresa y temor.

—¿Ju- Jungkook? —Lo nombró el pelirrojo sintiéndose aterrado al verse acorralado contra la pared del aula ante las miradas expectantes de todos, mientras que el castaño enterraba la nariz en su cuello con la intención de poder obtener solo un poco más de su dulce aroma.

Del otro lado del aula se encontraba Min Yoongi observando aquello expectante, hasta que un gruñido escapó de sus labios al entender las intenciones de Jungkook. No lo malinterpreten, Yoongi se había criado al lado del omega pelirrojo y por ende tanto su lado humano como el lobuno habían adoptado un cariño de hermanos hacía Hoseok, por lo que el alfa de cabellera azul siempre cuidaría de él y haría hasta lo imposible por mantenerlo a salvo. 

Por otra parte, a solo un par de asientos de distancia de Min se encontraba Kim Taehyung hecho una furia, dispuesto asesinar a Jungkook si se atrevía a dañar al omega. Ambos alfas soltaron un gruñido y se encaminaron hacía donde Hoseok se encontraba preso, con la intensión de quitarle al supuesto beta de encima.

Jungkook al darse cuenta de las intenciones de los dos alfas no perdió el tiempo y clavó sus incisivos en el cuello del pelirrojo.

Hoseok dejó escapar un chillido lastimero ante el dolor que aquella mordida le había provocado y sus lágrimas se hicieron presentes al sentir la lengua de Jungkook sobre la zona afectada. Quería gritar y empujar al castaño lejos de su persona, pero no lo hizo, estaba asustado, confundido y muy, muy furioso.

Por otro lado, cuando Jungkook volvió en sí y se dio cuenta de lo que había hecho, además de desear que la tierra se lo tragará, quiso golpearse a sí mismo, ya que él mejor que nadie sabía que en los planes de Hoseok en ningún momento estuvo ser marcado por un alfa, y no solo eso, también se había expuesto frente a todos haciéndoles saber que no era un beta sino un alfa que había reclamado a un omega como suyo.

Lazo Accidental [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora