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Cuando Jungkook despertó se encontraba completamente solo, miró el reloj que se encontraba a su lado notando que ya eran las diez de la noche y Hoseok aún no había ido a dormir, sin poder evitarlo frunció el ceño un poco molesto y se levanto de la cama, dejando escapar un bostezo que cubrió con el dorso de su mano.

Salió de la habitación y caminó escaleras abajo, escuchó risas así que caminó hasta la sala, allí se encontró una escena que no le pareció ni de cerca agradable, Minho se encontraba sentado al lado de Hoseok, el pelirrojo había recargado su cabeza en el hombro del alfa, estando apunto de quedarse dormido.

Ese sentimiento tan desagradable se instaló de nuevo en su estómago; celos, no podía llamarlo de otra manera, y él lo sabia, soltó un suspiro bastante pesado y se adentró a la sala siendo observado por los padres del pelirrojo.

—Jungkook, ¿quieres comer un postre?—Preguntó Siwon con una sonrisa amable, observándolo detenidamente.—Te fuiste antes de terminar la cena, así que te guarde un poco— Siempre tan amable, pensó el castaño, sin embargo, rechazó la oferta del señor Jung caminando en dirección a Minho.

—Gracias señor Jung, pero vine por Hoseok, es tarde y al parecer esta muriendo de sueño—Respondió con una gran sonrisa y un tono bastante amable que hizo a la señora Jung y a Minho fruncir el ceño con descontento.

—No es necesario Jungkook, quiero quedarme un poco más—Se quejó el pelirrojo haciendo un mohín que fue ignorado por el castaño.

—Quieres pero no puedes—Respondió agachándose hasta la altura de su mejor amigo, tomó con delicadeza su cintura y lo acomodó entre sus brazos ante las miradas molestas de la Seulgi y Minho.

—¡Yo puedo llevarlo!—Expresó Minho poniéndose de pie con la intención de arrebatar a Hoseok de los brazos del alfa castaño, quien se alejó un par de pasos evitando que el omega le fuera arrebatado.

—Gracias, pero Hobi me tiene a mi, para eso soy su alfa—Le respondió a Minho con bastante tranquilidad y una sonrisa triunfal se dibujó en su rostro al no obtener respuesta, pues el chico frente a él no tenía ningún argumento valido para alejarlo del pelirrojo.

—Jungkook, ¿estás consiente de que se trata de una marca temporal y que se borrará exactamente en un mes?—Cuestionó la madre del omega con una sonrisa ladina, era gracioso que Hoseok no escuchará aquello por haberse quedado completamente dormido en los brazos de Jungkook.

—Lo estoy, pero eso no quiere decir que cuando mi marca se borré voy a alejarme de él—Respondió con tranquilidad y le dieron ganas de divertirse solo un poco.—Es más, yo creo que a partir de ahora, deberá cuidar muy bien de Hobi, porque estoy planeando robárselo.—Bromeó aguantándose una carcajada al ver el rostro de la omega mayor ponerse rojo de la molestia, escuchando también el gruñido de Minho, quien lo miró desafiante.

—Óyeme mald...

—¡Jung Seulgi!—Interrumpió el padre de Hoseok en forma de regaño.— Bueno, ya es algo tarde —Dijo intentando enfriar la situación—Jungkook lleva a dormir a Hoseok por favor—Pidió con amabilidad y el castaño asintió mientras abrazaba solo un poco más el cuerpo del pelirrojo caminando escaleras arriba.

Mientras caminaban sintió los brazos de Hoseok acomodarse en su cuello y bajó la mirada, observando el bonito rostro de su mejor amigo, quien dormía tranquilamente entre sus brazos.

Alfa—Susurró el pelirrojo mientras se acurrucaba en su pecho soltando un ronroneo.Un calor especial invadió el cuerpo de Jungkook al escuchar aquella palabra de los labios de su mejor amigo y su parte lobuna brincó con emoción en su interior, provocando en el rostro del castaño una pequeña sonrisa, ignorando totalmente que quien le dirigía tal palabra no era la parte humana del omega, sino la lobuna.

Llegó hasta la habitación y depositó a Hoseok sobre la cama con delicadeza para después cubrirlo con las sabanas y observar con detalle la habitación.

Efectivamente permanecía bastante ordenada, pero algo que era imposible ignorar era que en los alrededores había demasiadas fotografías de ambos juntos.

Cuando salieron por primera vez al cine y él se perdió, cuando festejaron su primer año de mejores amigos, cumpleaños, ferias escolares, entre muchas otras cosas. Era cierto que desde que se conocieron, Hoseok le había prometido que estaría allí para él siempre y recordaba sus palabras con exactitud: "No importa si dejamos de ser amigos, y tampoco si no quieres verme, yo estaré allí siempre que me necesites".

Jungkook había creído que eso era algo exagerado, pero cumplir ese juramento no había sido necesario, ya que, ellos dos casi nunca peleaban, o por lo menos no hasta que el lazo de unión se hizo presente.

Un bostezo escapó de sus labios y decidió que era momento de volver a dormir, caminó hacía la cama con tranquilidad y se recostó sobre ésta, acomodándose entre las mantas, acurrucándose en el cuerpo de su mejor de manera inconsciente y aferrándose a la cintura del antes mencionado como si su vida dependiera de ello.

—Te quiero Hobi—Susurró antes de quedarse completamente dormido.

No se percató de que el señor Jung había abierto la puerta y había observado todo, pero contrario a todo intento de asesinato que cualquier otro padre alfa habría hecho, Jung Siwon sonreía con tranquilidad observando a ambos jóvenes dormir completamente ignorantes de su presencia.

Porque Siwon lo sabía, lo notó desde el momento en el que el joven alfa apareció por primera vez frente a su puerta. Que Jungkook marcaría de una manera importante la vida de su adorado hijo.

Y lo agradecía, agradecía que de todos los alfas hubiera sido Jungkook, porque sabía que el joven castaño no se atrevería a herir a Hoseok, incluso podría apostar a que no solo se querían, sino más bien, se amaban y él los apoyaría en todo lo que pudiera.

Lazo Accidental [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora