Faltaban alrededor de quince minutos para las seis de la tarde y Hoseok no volvía al hogar de los Jeon, Jungkook se encontraba en la sala del sitio, caminando en círculos frente a la puerta en espera de que ésta fuera abierta por el pelirrojo pero eso no pasó, uh, se sentía tan arrepentido de haberse marchado del instituto sin su mejor amigo, pero no había manera de revertirlo, solo le quedaba esperar a que el pelirrojo regresara.
Mientras esto sucedía, sus madres lo observaban con atención, sintiéndose superadas por el actuar de su hijo, sin embargo, ninguna comentó nada, simplemente quitaron su atención de Jungkook para observar el reloj, ¿tan pronto eran las seis de la tarde?, faltaba muy poco para la hora de la cena.
—¿Y si le pasó algo?—Se preguntó el castaño en voz alta observando con preocupación el reloj.—No, Hobi no es un omega que necesite que lo protejan, él puede defenderse por sí mismo.—Desechó la idea al recordar todas las veces en las que el pelirrojo puso en su lugar a los alfas y betas que intentaron acosarlo o propasarse con él.
Sin decir nada suspiró con pesadez y salió como alma que se la lleva el diablo escaleras arriba, entró a su habitación, tomó una chaqueta y un gorro de lana que se colocó con rapidez para después volver a la sala siendo observado con extrañeza por sus madres.
—¿No piensas decirle que Hoseok llamó y avisó que no vendría?—Preguntó Shin Hye en un susurró al ver a su hijo tomar un paraguas gris.
—Naaah, admítelo, esto es divertido—Respondió Sodam con una sonrisa divertida y bebió un sorbo de la taza de café caliente que tenía frente a ella.
—¡Voy a buscar a Hoseok, nos vemos más tarde!—Ambas mujeres observaron a su hijo salir como alma que se lo lleva el diablo y no pudieron reprimir una risa llena de diversión ante lo que ambas ya sabían.
Jungkook caminaba con rapidez por las calles sintiendo el frió viento impactar de manera suave con su rostro, mientras lo hacía llamó a Seokjin, Jimin y Yoongi, en espera de que el omega pelirrojo estuviera con alguno de ellos, sin embargo, ninguno de los anteriormente mencionados conocía el paradero del omega, el único dato importante proporcionado por Jimin era que lo había visto con Minho, pero nada más.
Había corrido tanto que ni siquiera se percató de que había empezado a llover, por ende ni siquiera uso el paraguas que cargaba consigo, sus ropas estaban un poco mojadas al igual que su cabello, pero eso no le importo en absoluto, en cambio,intentó calmar su acelerada respiración al estar frente al hogar del pelirrojo. Ese era el único sitio en el que Hoseok podía estar, tomó una profunda respiración y tocó el timbre de la casa.
La puerta fue abierta por un sonriente Hoseok, quien miró preocupado a Jungkook, que no le dio tiempo de decir nada, ya que se había lanzado hacía el cuerpo del pelirrojo aprisionándolo en un fuerte abrazo, logrando así que el omega sintiera el temblor del cuerpo del castaño, gracias al frío que sentía al estar completamente mojado.
—Jungkook...
—¿Por qué no volviste a casa?—Cuestionó el castaño en un susurro—¿Eres consiente de la hora que es?,te estuve esperando por horas—Reprochó restregando su nariz en el cuello del pelirrojo—Estaba tan preocupado.—Le hizo saber sintiéndose mucho más tranquilo al sentir el dulce aroma del omega.
—Jungkook, yo llamé a tu mamá y le avisé que hoy me quedaría aquí en mi casa—Respondió el pelirrojo en un susurro.
—¡¡Jeon Jungkook suelta a mi hijo en este instante!!—El grito de la madre de Hoseok los obligó a soltarse mirando a la mujer, sintiéndose nerviosos.—Gracias, ahora puedes irte a tu casa.—Seulgi estaba lista para cerrar la puerta en la cara del joven alfa, sin embargo, el padre de Hoseok apareció detrás de su esposa deteniendo su acción y observándolos a ambos con una débil sonrisa.
—Jungkook es tarde, pasa y date un baño con agua caliente, recuerda que la última vez que viniste dejaste ropa aquí, úsala y quédate por hoy, llamaré a tu madre para avisarle que estás aquí—Invitó el alfa Jung con amabilidad ignorando la mirada asesina de su esposa—Hoseok, ve a cambiar ese suéter, vas a enfermar si te lo quedas.—Pidió y su hijo asintió.
Ambos chicos obedecieron la orden de Siwon y salieron corriendo escaleras arriba en dirección a la habitación del pelirrojo.
—¿Por qué lo dejaste quedar?—Preguntó Seulgi mostrándose muy molesta.
—Mujer, tienes que dejar de odiar a Jungkook, él no tiene la culpa de absolutamente nada—Respondió el alfa con una mueca llena de desagrado.
—Lo sé, pero simplemente no lo soportó—Respondió la omega desviando la mirada.
—Sabes que ellos están unidos por un lazo que es mas fuerte que cualquier otra cosa y que también tiene efectos secundarios ¿Qué harás si Hoseok decide quedarse con Jungkook?—Preguntó Siwon mirando a su pareja, que no hizo más que fruncir el ceño disgustada.
—¡No te atrevas a decir eso ni en broma!, mi Hobi va a quedarse con Minho, es un buen partido para él, ¡mi hijo jamás va a estar con un Jeon!—Exclamó enfadada.—Si siquiera te atreves a mencionarlo de nuevo dormirás en el sofá—Amenazó y se marchó a zancadas en dirección a la cocina, mientras que el alfa soltaba un suspiro lleno de pesar. Vaya que su pareja era una rencorosa de primera.
[...]
Jungkook y Hoseok se adentraron a la habitación del pelirrojo que estaba completamente limpia y ordenada, sobre la cama solo estaban los cuadernos escolares y un oso de felpa que el castaño le había obsequiado meses atrás.
Jungkook caminó hacía el clóset de Hoseok y de allí tomo el pijama que dejó en una de las tantas veces que había dormido en el hogar del pelirrojo.
—Iré a ducharme—Avisó mientras caminaba hacía la salida de la habitación recibiendo un asentimiento por parte de Hoseok.
Después de esa corta pero relajante ducha, se encontraba cenando con la familia Jung en un incómodo silencio. No era extraño, pues, siempre que él se quedaba a dormir, soportaba la mirada cargada de odio que la madre de Hoseok le dedicaba. Podría decirse que incluso se había acostumbrado a ello.
Cuando terminaron la cena, junto con Hoseok se levantó y limpió lo que se había usado.
—Mañana volveremos a casa—Le comentó al pelirrojo una vez que estuvieron de vuelta en la habitación.
—Volverás—Corrigió el omega.
—No, tú vienes conmigo—Aseguró mientras cerraba sus ojos ya que Hoseok se pondría un pijama.
—Esta es mi casa—Dijo el pelirrojo con simpleza. No era que no quisiera volver al hogar de Jungkook, más bien era que su madre había invitado a Minho a comer la tarde del domingo y él quería quedarse para ayudarle a preparar la comida.
—Y tú mi omega además de mi mejor amigo, así que debes venir conmigo.—Sentenció el castaño con completa tranquilidad.
—No puedo.—Respondió Hoseok una vez que terminó de vestirse y se sentó en la cama, justo entonces Jungkook abrió los ojos.
—¿Qué es más importante que venir conmigo?—Cuestionó el castaño mostrándose irritado, y escuchó la puerta abrirse de manera lenta, por lo que ambos chicos dirigieron sus miradas hacía allí.
—Hobi, Minho acaba de llamar—Informó Siwon con tranquilidad.—Me dijo que sus padres no le permitieron venir a comer, pero si a cenar—Su mirada se enfocó en el castaño—Lo que me recuerda, Jungkook, ¿te gustaría quedarte a cenar el domingo por la tarde?—Preguntó con una sonrisa esplendida.
Jungkook observó como Hoseok aniquilaba a su padre con la mirada, y aunque su lobo se sentía enfadado, una sonrisa ladina se dibujó en sus labios y el pelirrojo suspiró.
—Me encantaría señor Jung—Respondió manteniendo intacta su sonrisa.
Siwon asintió, se despidió de ellos deseándoles buenas noches y cerró la puerta de la habitación.
—Jungkook—Lo llamó el omega mirándolo con seriedad.
—No me agrada Minho—Fue lo único que dijo antes de cubrirse completamente con las sabanas, estaba furioso y no quería gritarle a Hoseok, así que prefirió dormir.
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Lazo Accidental [Junghope]
FanfictionSu mejor amigo era un beta o al menos eso era lo que pensaba el omega Jung Hoseok. OMEGAVERSE Historia de mi total autoría queda prohibida toda clase de copia o adaptación.