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—Bueno, bueno suficiente dulzura por hoy.—Expresó Seulgi rompiendo la burbuja en la que Jungkook y Hoseok se encontraban, logrando que se separaran con un gran sonrojo adornando sus rostros.

—¡Oye,no pude tomar una foto!—Se quejó Sodam haciendo un mohín mientras bajaba su cámara de manera lenta.

—Yo tomé una, no se preocupe.—Comentó Yoongi mostrándole su celular a la madre omega de Jungkook, quien lo tomó sonriendo encantada.

Antes de que Sodam pudiera comentar algo, el timbre de la casa sonó y los padres de los chicos se miraron con complicidad.

—Hoseok.—La mirada del mencionado cayó sobre su padre, quien mantenía una expresión serena.—Necesito que Jungkook y tú vengan conmigo, solo serán unos minutos.—Explicó recibiendo en respuesta un par de asentimientos.

De manera inmediata los dos menores abandonaron la habitación siguiendo al señor Jung, mientras que los adultos restantes observaron a las dos jóvenes parejas.

—Ustedes esperen aquí, por favor.—Pidió Seulgi con una expresión tranquila y al recibir afirmaciones en respuesta, se marchó con pasos tranquilos, siendo seguida por las madres de Jungkook hasta desaparecer en el pasillo.

Cuando llegó a la estancia de su hogar, observó a su esposo caminar hasta la puerta de entrada, dejando ver a Heong, quien saludó con una sonrisa cortés al mayor.

—¿Qué hace él aquí?—Cuestionó Jungkook gruñendo en dirección del recién llegado, quien no borró la sonrisa de su rostro.

—¡Jungkook, no seas grosero!—Regañó Sodam con una expresión severa, siendo ignorada por el menor, quien miraba fijamente a la persona que consideraba como un intruso.

—Heong habló con nosotros esta mañana, nos explicó muchas cosas y pidió hablar con ambos en privado.—Explicó Seulgi poniendo ambas manos en los hombros de su hijo, quien se mantuvo en silencio en todo momento.

—Por favor Jungkook, no empieces una pelea.—Pidió Shin Hye con una sonrisa relajada.—Creeme, estarás feliz con lo que vas a escuchar.—Comentó dando un suave apretón en los hombros del menor, quien apretó los labios, dispuesto a obedecer la petición de su madre.

Dichas aquellas palabras, los cuatro adultos se marcharon, dejando a los tres jóvenes solos.

—¿Quieres sentarte?—Preguntó Jungkook con un tono bajo en un intentó por sonar amable y su mayor asintió para después avanzar a uno de los sofás y acomodarse en el mismo.

—¿De qué quieres hablarnos?—Cuestionó Hoseok mirando a su primo con desconfianza, el chico frente a él sonrió un poco y dirigió su mirada hacía el omega, intentando mantener una expresión tranquila.

—Bueno, como ya sabes, la última vez que nos vimos no fue en muy buenos términos y quiero disculparme por eso, por olvidar la fecha de mi celo estuve apunto de arruinar nuestras vidas.— Empezó a hablar sin desviar la mirada del rostro del menor.—Cuando me fui a Busan intenté seguir en contacto contigo pero mis padres me quitaron las cartas que escribí para ti, incluso las rompieron en mi cara, ellos juraron que yo no tenía el derecho ni siquiera de respirar el mismo aire que tú.—Contó con seriedad, recordando todas esas situaciones y las expresiones severas en los rostros de sus padres.

—¿A qué quieres llegar?—Preguntó Jungkook con el ceño fruncido.

—Quiero reparar mi relación con Hoseok, siempre fuimos muy unidos, nos criamos como hermanos, y según escuche tú eres su pareja destinada, así que también me gustaría llevarme bien contigo.—Respondió con amabilidad.—Puedo ver que mi primo te quiere mucho y eso es más que suficiente para mi.—Sonrió.

Hoseok miró a Heong y no pudo evitar sonreír, no había cambiado en absolutamente nada, seguía siendo la misma persona amable y despreocupada, se puso de pie y caminó hacia él para abrazarlo, cosa que tomó por sorpresa a ambos alfas.

—Fueron tres años...—Comentó en voz baja.—¿Estuviste bien?, ¿comiste de manera correcta?, ¿dormiste las horas adecuadas?—Preguntó sintiendo el tenue aroma a canela y chocolate amargo invadirlo, al principio su parte lobuna se mostró reacia a reconocer al alfa, sin embargo, poco después una fuerte sensación de calidez lo invadió.—¡Idiota!—Gritó separándose de él y tanto Jungkook como Heong abrieron los ojos exageradamente, ya que el pelirrojo estaba llorando.—Tú ya eras mayor se edad, ¿por qué no volviste?—Preguntó secando sus lágrimas con su antebrazo.

—Bueno... Pasaron muchas cosas.—Rascó su nuca con una sonrisa relajada.—Encontré a mi pareja destinada.

Un silencio bastante incómodo se hizo presente, Jungkook no entendía absolutamente nada, pero ya no sentía como una amenaza la presencia de aquel alfa, y Hoseok...

Él solo frunció el ceño y le dio un golpe en la cabeza a su primo, quien se quejó de forma escandalosa.

—¡¿Por qué me golpeas?!—Preguntó mientras sobaba su cabeza.

—Porque eres un tonto.—Respondió el pelirrojo mirando sus uñas como si fueran lo más interesante y Heong sonrió, al parecer la confianza del pelirrojo para con él estaba volviendo bastante rápido.—Dices que encontraste a tu pareja destinada, ¿dónde está?, ¿quién es?, y ¿por qué no la trajiste contigo?

—Eso es lo que estaba apuntó de explicar.—Respondió haciendo una mueca.

—Te escuchó.—Hoseok tomó nuevamente asiento al lado de Jungkook y ambos observaron al mayor con una expresión curiosa.

[...]

—Vaya, ¿quién lo diría?, al final tu tía resultó peor que tu madre.—Comentó Jungkook mientras miraba el techo de su habitación.

—No entiendo porque, ella no era así y no pensé que fuera capaz fe hacerle esto a Heong.—Respondió el omega con un mohín en sus labios.—Cambiando de tema, ¿qué opinas de Heong?

—Ya no me cae tan mal, pero no supero el hecho de que estuvo apunto de marcarte.—Se sincero Jungkook manteniendo sus brazos cruzados.

Después de la charla que tuvieron con Heong, éste se marchó al hogar de los Jung, ya que sus padres se encontraban en el sitio. Hoseok se quedaría en el hogar de los Jeon, ya que no quería tener problemas con su tía, quien haría hasta lo imposible por buscarle pelea.

Y tenían que estar frescos para el día siguiente ya que conocerían a la pareja de su primo, que no era del agrado de Irene, ya que ella había seleccionado a otra omega para su hijo.

Hoseok sonrió y dejando de lado el tema principal de su conversación depositó un beso sobre los labios de su pareja, quien dejó ver una sonrisa radiante.

—¿Ya te había dicho que tus labios saben malditamente bien?—Preguntó Jungkook con una sonrisa llena de diversión que provocó que el rostro de Hoseok adquiriría un gran sonrojo.

—¡Ya callate!, me haces avergonzar.— Comentó el pelirrojo para después darle un golpe en el brazo a su pareja, quien hizo una mueca de dolor pero aún así mantuvo su sonrisa.

—Oh, y tus ojos... ¡oh dios!, tus preciosos ojos, desearía vivir en ellos toda una eternidad.

—¡¡Jungkook!!

—¿Qué?

—¡Te amo!—Exclamó el pelirrojo y la puerta fue abierta con brusquedad.

—¡Nooo!—Gritó Siwon y Hoseok abrió los ojos de manera exagerada.—¿Sabes lo que acabas de hacer?—Preguntó y el pelirrojo negó repetidas veces.—Me hiciste perder doscientos dolares...

—Deja de quejarte y paga.—Interrumpió Shin Hye extendiendo su mano hacía Siwon quien de mala gana le entregó el dinero.—Los amo chicos.—Comentó la alfa con una enorme sonrisa mientras contaba el dinero.

—¡Te dije que no apostaras!—Regañó Seulgi con una sonrisa burlona.

—Por cierto Hoseok, yo también te amo.—Comentó Jungkook dejando un beso en la mejilla del pelirrojo para después abrazarlo con todas sus fuerzas.

Lazo Accidental [Junghope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora