capítulo 20

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"Que lindo mirarte y darme cuenta que en tus ojos yo quiero perderme toda una vida entera". Isv.



Me encontraba ya afuera del departamento de Elia solo que se me había olvidado decirle que no tenía llave, después de estar tocando por casi diez minutos, recordé que me había dicho hace dos días que debajo de la maceta siempre dejaba una copia por si algún día ella olvidaba o perdía la que traía. Al revisar la maceta la encontré, fui directo a su habitación y ahí estaba plácidamente dormida se veía tan linda que no quería despertarla, me quedé observándola realmente no quería molestarla así que decidí dejarla dormir un rato más y avanzar un poco con mi trabajo.

Llevaba como al rededor de una hora realizando contratos y haciendo depósitos de mis otras inversiones no le había comentado a Elia que tenía que viajar por dos días y menos le había comentado hacerca del divorcio, dios estaba segura que ella no se lo tomaría bien pero tampoco creía que lo tomaría mal no tenía por qué.

Comenzaba a tener hambre así que de decidí calentar y servir la comida, fui a la habitación me senté en la punta de la cama, la mire tan hermosa con su respiración calmada ella realmente necesitaba dormir mucho, le acaricie la mejilla acomodando su cabello hacia atrás y fue cuando ella despertó.

- Hola bonita como te sientes.

- Hola, ya mejor gracias, hace cuánto estás acá?.

- Ya tiene un rato no quería despertarte pero ya me dió hambre así que decidí que era momento de despertarte.

- Gracias me hubieras despertado desde que llegaste.

- No te preocupes cielo tú necesitabas urgentemente esa siesta y no se hable más la comida está servida vamos a tes que se enfríe.

Tenía que comentarle lo del divorcio o no me perdonaría una vez más que le ocultara de nuevo esos temas. Elia era una mujer muy decidida y lo poco que la llevo conociendo me he dado cuenta de eso, siempre está tomando iniciativas en su trabajo para mejorar su ambiente laborar, y no se diga de su profesionalismo una de las cosas que hice al conocerla y no me sentía orgullosa era que la había investigado, no era por qué la sentía una amenaza simplemente que cuando uno pasa por situaciones complicadas de la vida en donde muchas veces quienes menos lo esperas te dan el puñal por la espalda, era una manía que tenía al conocer nuevas personas debía estar segura que no eran malas personas.

Quizás sea un pretexto como lo dice Sara se de sobra que no podemos evitar enamorarnos pero si puedo evitar que me quiten todo lo que he construido en este tiempo trabajando con mucho esfuerzo, me ha tocado dejar aun lado salidas con amigos, fiestas familiares, cumpleaños de mis padres y sobre todo conocer personas aún que no era conocida por tener tantos amigos. En cierta forma el trabajo me absorbía la mayor parte del tiempo y también era por lo que tanto peleaba con Sara ella siempre me pedía o más bien me exigía salir todos los fines de semanas y sin contar que a veces me hacía citas dobles.

- Tengo algo que contarte pero primero quiero saber cómo te encuentras de ese golpe de verdad me preocupe mucho cuando Sara me contó que te tuvo que sacar del auto por qué no podías salir por tu propia cuenta.

- Ya decía que la conocía de un lado, supongo que con el golpe no la recordaba muy bien aún que solo la haya visto en el restaurante contigo una vez.

- Bueno pues dejé decirte que esa chica ya te hackeó asta tus cuentas falsas.

- ¡Dios! si eso es sólo con tu amiga no quiero imaginar cómo será con tus padres.- No pude evitar sonreír y pensar que a papá eso le alegraría demasiado, si bien antes no me apoyaban con mis preferencias sexuales siempre decían que era tiempo de volver a enamorarme o al menos distraerme sin importar que esté fuera una chica.

APARECISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora