APARECISTE TÚ

Capítulo 64

Elia pov.

Estábamos en el entierro todo estaba tal cual ella hubiera deseado, la familia de Johana estaba presente, al otro lado teníamos a sus mejores amigas, detrás de mi se encontraba mi familia y a mi lado estaba Lisa, Sara y Esteban, todo estaba siendo en profundo silencio solo se escuchaba la voz del padre que obviamente nadie escuchaba.
Había pasado el entierro en un abrir y cerrar de ojos, todo había sido tan rápido al menos para mi, la gente comenzaba a retirarse y cuando levante la cabeza, ahí estabas el, con un estupido ramo de rosas blancas, con unas ojeras enormes, y el rostro más pálido que nunca, toda mi rabia y mi ira estaba apunto de salir a flote, no lo pensé dos veces y me lancé a el, lo golpe tan fuerte que cayó de un solo golpe, me le abalancé y comencé a golpearlo una y otra vez asta sentir su sangre en mis puño, quería matarlo en esos momentos, no quería ver cómo disfrutaba de este momento, cuando iba a golpearlo de nuevo note como unos brazos me tomaron de la cintura y me apartaron de él, cargándome aún lado.

- Basta Elia vas a matarlo por dios.

- Eso es justo lo que deseo, suéltame tengo que matarlo.

- No, por favor Elia, eres médico, tu misión es darle vida a las personas no quitárselas.

- El es una escoria que no merece vivir, está respirando el aire que ella debería estar respirando, no le basto con matarla tenía que venir aquí a burlarse de ella.

- Yo solo vine a despedirme de ella, lo creas o no, Johana era y será siempre la mujer de mi vida.

Era todo, con esas simples palabras mi subconsciente estalló en un segundo.
Me salí de los brazos de mi padre y lo volví a golpear solo que esta vez le había dado directo en la zona baja.

- Podrás reírte ahora, pero te juro aquí en su tumba que no voy a descansar asta verte humillado, are de tu vida una miseria antes que mueras, vas a odiar haberle echo lo que le hiciste y te aseguro que no voy a parar asta que le pidas perdón en este mismo lugar.

Después de decir esas palabras no dije más y me retiré del lugar, ya me había despedido de ella y quería quedarme con ese momento en donde estaba en mis brazos y solo estábamos las dos, no tenía nada más que hacer así que salí del lugar con Lisa y Sara detrás de mi.

Lisa: Yo conduciré.

Subí en la parte de atrás junto con Sara, mi mente no estaba en ese momento ahí, cuando el auto se detuvo observé que ya estaban todos los coches estacionados fuera de la casa de Lisa, respiré hondo y salí.
Al entrar lo primero que me encontré fue con los ojos cristalinos de Emily, me sonrió pero no hice caso alguno y pase dé frente para el sentarme en el sillón. Ella ya no estaba, ya no la vería por las mañanas al despertar, no le haría el desayuno o la besaría cada que se me pudiera antojar, no la vería mas y eso dolía demasiado.

Emily: Papa rentó una casa quieres ir con nosotros, al menos esta noche.

- No hace falta, estoy bien.

Odiaba ver la lastima en cada uno de ellos, odiaba mirar sus ojos y saber que pensaban que podría suicidarme, pero no, por más que quisiera hacerlo ella me hizo prometerme esa Estupida regla.

Emily: No, no lo estás y todos los sabemos, amo que seas una mujer fuerte pero ahorita no es momento para que te cierres de esta forma, tienes una familia que está y estará siempre contigo.

- Lo sé, pero no quiero ver a nadie y menos quiero ver su lastima, voy a estar bien no are ninguna locura si eso es a lo que le temen.

Papá: Princesa solo queremos que estés rodeada de personas que te aman, no estás sola cariño.