capítulo 76

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Camila pov.

Me encontraba desde hace una hora sentada aquí en este Mar de labrador, son casi las siete de la mañana y aún que conducí como una loca para llegar y ver el amanecer aquí, había valido la pena, no es que fuera buen momento llegar en estas fechas cuando mis putos huesos se pudieran congelar por completo, pero aquí estaba, dile a una mascota que no se puede miar donde el quiera, de todos modos lo hará, dile al estúpido ser humano lo que no debe hacer y seguro lo hará, así que aquí estaba en una miseria inmensa mirando simplemente al vacío, viendo que todo estaba hundiéndose igual que el Titanic, igual que mis esperanzas, miraba directamente hacia el puto vacío igual que como estaba quedándose mi corazón sin ninguna gota de sentimientos.

Tenía la estúpida carta y había llegado hace una hora, que me separaba de abrirla y leerla, me separaba ni una mierda, pero no podía hacerlo aún, que cojones estaba esperando, quien sabe, quizás una hermosa chica salga de ese jodido mar y quiera ahogar todas mis penas. Hasta para eso debía tener suerte y creo que a estas alturas la vida me jugaba una putada de pesadilla.

Sabía que debía hacerlo, tenía que abrir de una vez esa jodida carta, y después de eso tenía solo dos opciones morir en el intento o morir sin intentarlo.

- Vamos Elia, tú puedes, puedes hacerlo, a quien diablos engañas Elia, Emily tiene razón soy una jodida cobarde.

- No creo que la chica de mis sueños sea una jodida cobarde.

Esa voz, esa maldita voz podía reconocerla aún estando ebria o agonizando. No tenía por qué voltear sabía quien estaba ahí así que, que más daba si quería sentarse que lo hiciera y si no al diablo, Al diablo todo.

- Que haces aquí, creí que deberías estar en tu luna de miel.

- Bueno, cuando mi mejor amiga me necesita siempre suelo estar para ella, así que, aquí estoy.
Su mejor amiga, a quien engañaba este hombre, medía primaria, media secundaria, todo el puto colegio sabía lo enamorado que estaba de mi, solo el creía que no me daba cuenta.

- Mejor amiga, no lo creo.

- Bueno pues no lo creas entonces, llevas sentada en este mismo lugar desde hace una hora y aún no haces lo que has venido hacer. Que esperas, que los pingüinos la lean por ti.

- Quizás solo espero que el mar suba y me ahogué o que el frío me mate de hipotermia, no se qué sería más doloroso, tú qué opinas.

- Ho, en serio pides mi opinión, por qué sabes que puedo dartela pero debes estar segura de quererla, estas segura de eso. Que esperas hazlo, estaré justo aquí.

Mi corazón sentía salirse al parecer pues estaba vuelto loco, a quien engañaba solo necesitaba que alguien me diga que lo hiciera, aquí voy.
Rompí el sobre y me detuve unos segundos admirando esa letra, era ahora que debía comenzar a leerla a casó o podía mandar todo al carajo y solo....

- No eres una cobarde cariño, ni si quiera lo pienses, hazlo de una maldita vez.

Aquí voy de nuevo...

Hola cariño...

Supongo que aún no estabas lista para leer todo esto, créeme yo tampoco mi vida, yo tampoco estaba preparada para esta vida, para darte tanto dolor.

Con una mierda de donde había salido tantas lágrimas en tan solo unas líneas, estaba llorando como Magdalena.

Elia, mi Elia, no sabes cuánto me duele esto y es que no estaba preparada para dejarte ir de ninguna forma, no estaba preparada para que mi vida cambiará tan desagradablemente, y aún que fue algo que me busque por mi misma, lo lamento tanto, lamento tanto haberte arrastrado a este sufrimiento a este dolor que seguramente estás llevando, lamento haber apagado esa sonrisa preciosa, ese brillo en tus ojos y esa chispa en tu camino, lamento haber sido una cobarde y no haber luchado un día por nosotras cariño, se que el hubiera no existe Elia, lo sé y no sabes cómo me está costando escribir y sentir todo esto, pero Elia me voy inmensamente feliz, feliz por qué fue a tu lado por qué fue contigo que cumplí cada uno de mi sueños Elia, lo recuerdas, recuerdas cuáles eran...

APARECISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora