capítulo 33

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"Intentaba olvidarte con todas mis fuerzas pero recordé que estabas tan tatuada a mi piel y a mi corazón que sería imposible borrar cualquier rastro de ti". ISV


Tenía inmensas ganas de llorar solo por el echo que hacía más de ocho meses que el amor no estaba permitido para mí, creía que el dolor de haber perdido a Cielo no me abandonaría jamás y aún así eso pasó, claro que no se olvida a una persona por completo menos a la chica a la que juraste amar para siempre; Cuando conocí a cielo ella había transformado por completo mi vida de una manera que no podía entender, aquella pequeña Elia que le tenía miedo a enamorarse por miedo al rechazó se había esfumado en cuanto esa mujer apareció un día en el hospital donde hacia mí residencia, estaba con Jessica la enfermera en turno que me daba algunas pequeñas indicaciones cuando la mire entrar, ella estaba realmente hermosa ese día no creía haber visto una mujer más hermosa que ella y no exagero al decirlo realmente en esos tiempos era la mujer más perfecta y sin duda puedo decir que lo sigue siendo apesar de tener casi ya once meses sin saber de ella, la historia que vivimos fue absolutamente hermosa, teníamos peleas, discusiones sin importancia pero lo que más amaba de esa mujer era la ternura y la humildad con la que podía tratar a las personas sin duda alguna me había enamorado de su noble corazón, fueron los dos más maravillosos años de mi jodida existencia.

Al principio me hundí tanto por haberla perdido, quise encontrar alguna solución para recuperarla pero sabía que cuando ella tomaba una decisión difícilmente se echaba para atrás y ese día lo había tomado para bien o para mal ya no estaba conmigo y debía aceptarlo, eso no significó que me doliera; cuando terminamos estube todo un fin de semana llorando en mi habitación solo me iba a permitir llorar esos únicos días, no iba a caer en una depresión amaba mi trabajo y esa era la única motivación que me quedaba así que era más que suficiente.

Me encontraba en la playa cuando sentí a alguien sentarse a mi lado, no tenía por qué voltear de sobra sabía quién era.

- Hola pequeña Nugget, que pasa con esa cabecita ahora?.

Lo miré fijamente y me derrumbé en sus brazos llorando.

- Hey tranquila Nugget que sucede me estás asustando.

El solo me abrazó con tanta fuerza como siempre lo hacía, lo había extrañado demasiado.

- Perdón por apenas haberte llamado pero no quería molestar a tu chica y que tuvieras una discusión con ella.

- Basta de eso Elia, Aurora sabe lo importante que eres para mí, ella realmente debe acostumbrarse al echo que nosotros dos somos uña y mugre.

Reí ante su comentario y es que al principio éramos de esa forma no había poder humano que nos separara y si eso ocurría uno de los dos terminaba por escaparse de casa y llegar a donde el otro se encontraba.

- Dime Nugget que sucede sabes que siempre puedes confiar en mi yo jamás podría juzgarte o herirte.

- Hay una chica sabes, no quise contarte nada por qué no creí que fuera algo serio o al menos eso quería yo creer que nunca llegaría la mujer que me volvería loca.

- Y llegó la indicada? No quieres sentir lo que estás sintiendo por miedo a que pase de nuevo lo que sucedió con ella?.

- Ojalá fuera así, ella sigue enamorada de su ex y su ex quiere luchar por ella.

- Vaya que dilema, pero es su ex y por algo lo es o me equivoco.

Estuve contándole toda la historia con cada detalle ocurrido asta el momento y el estaba con el rostro serio mientras yo no paraba de llorar.

- Ahora entiendo por qué tienes esa frustración cariño, pero mira el lado bueno ella no ha cancelado aún el viaje, eso quiere decir que sigue pensando en mantener la relación.

APARECISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora