Capítulo 67

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Debía ir a comprar el regalo de mamá he ir a checar unas cosas en el estudio pero realmente tenía una flojera enorme de levantarme y salir por esa puerta, o mejor dicho ir a esa fiesta. Me senté en el sofá iba a descansar un poco cuando oigo el timbre sonar, seguramente Vanessa había olvidado la llave, sin ganas me levante a abrir la puerta.

- Olvidaste las... llaves ¡Mierda!. - Esos ojos verdes me miraban justo en la puerta.

- Lo siento yo... lo siento de verdad, creo que debo, irme.

No, ella no se iba a ir, y si tenía que atarla lo haría sin problemas.

- Elia, quédate... por favor.

Elia: Perdón, yo creí que... lo siento Camila esto no está bien. ¡Mierda!. Carajo, no sé qué diablos hago aquí... yo, yo solo.

- Tranquila, no pasa nada, pasa por favor.

Elia: Camila lo siento, yo no sé en qué estaba pensando.

- Tranquila Camila, por favor pasa y hablamos un poco. Por favor.

Ella lo dudaba pero debía convencerla si había llevado asta acá debía ser por que necesitaba verme y yo no desaprovecharía esta oportunidad.

- Te ofrezco algo de beber?.

Elia: Estoy bien Gracias.

- Ok, entonces.  Que te trae por acá?.

Idiota, como seme ocurría tremendo estupidez, bravo Camila, no das ninguna.

- Lo siento, soy una idiota, la verdad es que no me esperaba tu visita, bueno yo decía, es que yo... bueno tú sabes es que yo. ¡Mierda!.

Elia: perdóname por venir sin avisar, de echo no sé qué hago aquí, es mejor que me vaya.

Ella se levanto del sofá para salir, o al menos eso pensaba ella, pero no, si llegaste asta acá Elia es por algo.

- Espera, por favor, solo quiero saber cómo estás es todo, por favor Elia.

Note que lo dudaba, me miró con esos ojos hermosos y volvió a sentarse, al menos pude respirar tranquila.

Elia: Realmente no se que hago aquí tengo que irme lo siento Camila.

Se levanto y camino hacia la puerta pero fui más rápida y la tomé de la muñeca, al tomarle la muñeca me resbalé con un juguete de Max, caí y sobre mi cayo Camila.

La mire a los ojos, esos ojos que tanto me encantaban, observé como sus pupilas sé dilataban dejándome ver esos iris preciosos llenos de chispa, llenos de amor. Necesitaba besarla, tenía que hacerlo aún que ella no me correspondiera yo tenía que besarla.

- Lo siento Elia.

Mire sus labios y sin pensarlo mucho deposite mis labios sobre los suyos, sin moverlos simplemente rozándolos como si estuviera esperando que ella me detuviera, pero no, no fue así, tome eso como una aprobación, lentamente empecé a moverlos, era un beso cálido, tranquilo, no esperaba que ella lo aceptara pero estaba ocurriendo, Elia comenzó a corresponder el beso, con cuidado deslice una mano a su rostro, ese rostro tan Perfecto, delicado, arrastre mi pulgar sobre sus mejillas asta topar con su barbilla, abrí mis ojos lentamente para admirarla, ella tenía los ojos cerrados pero una vez que sintió mi mirada los abrió, estaban vidriosos, con ganas de llorar y yo sabía el motivo, pero no quería que eso acabara en solo un beso yo la necesitaba, y si para tenerla debía ser un poco egoísta y olvidar que su esposa había muerto hace unos días, lo iba hacer.

Nos separamos lentamente uniendo nuestras frentes, su respiración era un poco aceladara mientras que la mía simplemente estaba tranquila, con mis dedos toque sus labios carnosos, Elia permaneció inmóvil ante mi toque, la mire a los ojos y sin dejar de mirarla comencé a recorrer su piel. Ella me estaba volviendo loca y si no me detenía íbamos a terminar en una situación muy complicada.

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