Deslumbrada por lo alucinante de uno de los outfits que tenía a disposición, Valentina se mira en el espejo e ilusionada, teniendo en mente a Juls, va pensando, «es negro su color preferido, le va a encantar. Debo verme genial para ella, lo que le debe decir no será nada fácil de digerir». Mientras, buscaba los escenarios factibles a los que podía recurrir. Después de pensarlo, decidió.
—Nayeli, por favor, necesito me busques una reservación para dos en uno de los restaurantes más hermosos de la ciudad, ¿cuál me recomiendas? —preguntó mientras se seguía viendo en el espejo.
—Depende, tiene alguna preferencia en algún tipo de comida. —respondió.
—Sí, japonesa —se voltea y la mira—, encárgate de todo, que sea reservado cuento contigo, el chófer que pase por mí al Ritz a las 8:30, la reservación que sea las 09:00. —le pidió, mientras llevaba todo lo que necesitaba para encerrarse en su habitación.
Valentina estaba pensando, no en la reunión de la noche, ni en Lucho, ni en el contrato, no, estaba pensando era en cómo decirle a Juliana, allí estaba toda su atención, no se fijó que quizás en dos horas y media no iba a poder finiquitar todo en la reunión, sin embargo, sólo le importaba que la cena no fuese tan tarde y que Juls estuviese cómoda al momento de decirle.
Toma su celular y busca para marcar, Juls, ya su sonrisa volvía a su rostro junto con una aceleración peculiar de su corazón, nunca había sentido ello, sólo al marcar un número por su celular. Estaba experimentando por primera vez, aquello de solo alegrarse con escuchar la voz al otro lado del auricular, o con el simple hecho de nombrarle y estar a esperas de escuchar su voz, a través de aquel aparato que era una herramienta de trabajo o entretenimiento, ya se convertiría en un salvo conducto para combinar su día a día con la alegría de escuchar a su lindo amor a cualquier instante. Suspiró, para calmar su corazón, la ilusión era alta y crecía.
—¡Amor! —respondió la morena.
—Chiquita hermosa, —su tono de voz derrochaba felicidad—, ¡te amo! Disculpa que ahora no me despedí, no quise despertar a la dormilona más bella del mundo. —sonrió.
—No te preocupes, entiendo completamente, es tu trabajo. También te amo... —dijo con un tono tierno.
—Hermosa, esta noche a las 8:45 pm debo pasar por ti, ponte elegante para que vayamos a cenar. No conozco el restaurante, pero espero sea de tu agrado.
—Estando a tu lado, hasta estar debajo de un puente sería el mejor lugar de todos. —le expresó sonriente.
Su tono era un poema para Val.
—Te amo. -chilló emocionada.
—Te amo más, espero verte entonces, mientras, recuerda que eres la persona más especial de mi mundo. -le hace la acotación a la ojiazul.
—Seguro, hasta entonces. —culmina Val, enviándole un beso. Se quedó viendo sonriente el celular, definitivamente todo le era nuevo, las sensaciones de estar enamorada la llenaban.
Toma un segundo para suspirar, tanto amor en su ser. Y se asoma a la puerta de la habitación.
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Complicity (Terminada)
RomanceEl reencuentro de Juliana y Valentina en la ciudad de Nueva York, reanimará ciertos lazos afectivos que tenían muy ocultos, dando un giro inesperado a sus vidas, y a sus carreras, famosas. Todo les irá cuesta arriba, no sólo por los terceros, sino...